Por: Redacción
La práctica del diseño también ofrece confort en el ámbito de la salud, cuando se enfoca al desarrollo de equipo médico para ayudar en su movilidad a personas con discapacidad motriz, consideró el diseñador industrial Julio Reséndiz Hernández, maestrante del Posgrado en Diseño y Desarrollo de Productos de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En la primera conferencia del Tercer Coloquio de Metodología en el Posgrado de Diseño. De los métodos y las maneras, organizado por los Posgrados en Diseño, mostró los avances de su tesis Diseño de un sistema de acojinamiento auxiliar en la prevención de úlceras por presión para personas que están en posición decúbito.
El prototipo, que está en etapa de validación para su utilización con usuarios reales, se creó para personas con cuadriplejia y paraplejia, permitiendo rotar al paciente en diversas posiciones, flexionar piernas, brazos y otras partes del cuerpo.
Reséndiz Hernández dijo que el sistema en su conjunto –acojinamiento y estructura-cama– fue propuesto y conceptualizado por las áreas de Diseño Industrial e Ingeniería Mecánica, creadora del sistema automatizado, tomando en cuenta las características de los usuarios.
El objetivo es ofrecer un diseño funcional que ayude a las personas con discapacidad a prevenir úlceras por presión, es decir, heridas que se generan en diversas partes del cuerpo como resultado de permanecer mucho tiempo acostados, particularmente, en los trocánter –hueso de la cadera–, omóplatos, región sacra, talones, codos, cabeza, y en todas las zonas donde sobresalen las estructuras óseas.
El trabajo se desarrolló en el ámbito de la Ingeniería Mecánica, Química y de Diseño con el apoyo de equipo de alta tecnología para hacer pruebas en la fabricación de nuevos materiales, surgidos de una amplia selección en el mercado y sometidos a diversos exámenes de presión, resistencia, temperatura y de capacidad para conservar sus características, tanto en la forma como en la textura, además de llevarse a cabo análisis virtuales de funcionamiento.
Para evitar lesiones, la colchoneta permite una mejor distribución del peso del usuario, de tal forma que un mayor número de puntos comparten y distribuyen las fuerzas concentradas en los sitios en los que el cuerpo genera presión con la superficie y que son causantes de laceraciones.
Reséndiz Hernández recordó que de acuerdo con datos del INEGI, en 2010, más de cinco millones de personas en el país padecían algún tipo de discapacidad, de esa población, más de 50 por ciento presentaba problemas de movilidad.
El estudio nacional de prevalencia de úlceras por presión de 2013 reveló que éstas ya representan un problema de salud pública, pues ocupan el tercer lugar en el rubro de heridas crónicas.
Además su costo de atención es muy alto, por semana el tratamiento ambulatorio semanal resulta superior a los 1,200 pesos, y en caso de hospitalización sobrepasa los 40,000 pesos.
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