Por: Redacción
Es necesario impulsar una política pública, con la intervención de instancias del Estado, asociaciones y sociedad, para difundir y concientizar sobre la problemática que enfrentan las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en materia de discriminación, educación, salud e integración social y laboral, afirmó la diputada Patricia Elena Aceves Pastrana (Morena).
La legisladora, presidenta de la Comisión Especial para revisar y analizar la Legislación y Política en materia de Atención a la Niñez y la Adolescencia con Autismo y otros Trastornos Generalizados del Desarrollo, subrayó que uno de los grandes problemas que tienen estas personas es la invisibilidad y que sean “los discriminados de los discriminados”.
Refirió que, de acuerdo con estimaciones preliminares, el TEA se presenta en uno de cada 115 nacimientos, lo que significaría que 400 mil niños mexicanos tienen autismo, “sin contar a los adultos”.
Planteó que es necesario conocer las opiniones de expertos y organizaciones especializadas para entender la problemática desde todos sus ángulos y elaborar las mejores reformas al marco normativo, tomando en cuenta el contexto mexicano, no el de otros países.
Durante una reunión con representantes de diversas organizaciones de atención y apoyo a este sector de la población, Aceves Pastrana dijo que se buscará incluir un rubro específico en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2018 para atender el TEA, que contemple deducciones en gastos de atención a padres de familia y estímulos fiscales a empresas que los contraten y faciliten su integración laboral.
“Haremos presencia en las comisiones de Educación, Salud y otras, para que se tome en cuenta esta problemática”, agregó.
Ante la carencia de instituciones, expresó, es necesario apoyar económicamente a padres y madres de familia para solventar los gastos de atención de los pacientes, a través de becas y deducciones fiscales.
Destacó la importancia de la intervención y diagnóstico tempranos, para canalizar y atender oportunamente a los niños, pues el TEA, informó, puede detectarse desde los dos meses de edad.
“Hay cuestiones que debemos observar: si no sonríe, si no juega, si no voltea a ver a sus padres, si no muestra interés”, y ello posibilitaría una remediación importante, pero “los pediatras ignoran que esa sintomatología puede estar ligada a ese trastorno”.
Se pronunció por capacitar a padres, maestros y personal de salud y crear una figura escolar que maneje conflictos sociales para estos niños en materia de bullying, aceptación e inclusión. “Estamos ante el inicio del nuevo modelo educativo que habla mucho de la inclusión, pero no contempla escuelas especiales”.
“No estamos en la ley, y ahora es peor, porque ya no tenemos ni escuelas especiales, ni presupuesto”, enfatizó.
Sobre el cuidado y estancia permanente de estas personas, la legisladora de Morena sostuvo que debe haber instancias especializadas para recibir a adultos y niños huérfanos con TEA, pues actualmente no las hay.
Propuso implementar programas de vida independiente, en los que participen las personas autistas con la sociedad, para que ésta se haga corresponsable de ellas y las integre.
Asistieron a la reunión, representantes de la asociación DOMUS, el Instituto de Autismo, la organización Apoyo a Padres con Hijos en Espectro Autista (Apapache); el Instituto de Gestión del Conocimiento y Aprendizaje en Ambientes Virtuales, de la Universidad de Guadalajara; la Fundación Mexicana de Autismo; la Clínica Mexicana de Autismo y Alteraciones del Desarrollo; la Clínica del Neurodesarrollo, y el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
Propusieron que el Inegi elabore un censo para contar con estadísticas sobre la población con TEA; se otorguen becas a madres y padres que dejen de trabajar y atiendan a sus hijos con TEA; incluir este trastorno en la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, y cambiar en la Ley General para la Atención y Protección a Personas con la Condición del Espectro Autista el término Condición por Trastorno.
Además, señalaron que las personas menores de edad o no con TEA quedan fuera de la protección de los seguros de gastos médicos por su condición autista, “lo cual es discriminatorio”.
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