Por: Redacción
El diputado José Clemente Castañeda Hoeflich (MC) impulsa una iniciativa para exentar al 100 por ciento del Impuesto Sobre la Renta a la adquisición de automóviles que operen con fuentes de energía no contaminantes. Las inversiones en este tipo de automóviles serían deducibles hasta por un monto de 500 mil pesos.
Con reformas a las leyes General de Salud, Federal del Impuesto sobre Automóviles Nuevos y del Impuesto Sobre la Renta en materia de medio ambiente, busca impulsar a la industria de automóviles eléctricos como una nueva fuente de ingresos, mediante el otorgamiento de incentivos fiscales, tanto para compradores como para empresarios.
Las adecuaciones a estas normas establecen prohibir toda forma de patrocinio, como medio para posicionar los modelos de automóviles de combustión interna que utilicen combustibles fósiles, o que fomente la compra y el consumo de los mismos por parte de la población.
Asimismo, proponen evitar emplear incentivos que fomenten la compra de esos automóviles y no distribuir, vender u obsequiar, directa o indirectamente, ningún artículo promocional que muestre el nombre o logotipo de modelos de combustión interna que utilicen combustibles fósiles.
Además, plantea que la publicidad y promoción de automóviles de combustión interna que utilicen combustibles fósiles, únicamente será dirigida a mayores de edad a través de comunicación personal por correo o dentro de establecimientos de acceso exclusivo para la venta de aquéllos.
El coordinador del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano señaló que la iniciativa no busca generar afectaciones financieras a la industria automotriz, uno de los principales motores de la economía nacional.
Por el contrario, pretende incentivar esquemas de movilidad más eficientes y económicos, con el desarrollo de nuevas tecnologías sustentables y que no produzcan afectaciones a la salud.
Castañeda Hoeflich destacó que las políticas implementadas para sanear la contaminación ambiental son aisladas y poco estratégicas, ya que en 2015, las ventas de autos con motores de combustión interna lideraron el mercado, sin considerar que un modelo de este tipo emite un estimado de 2 mil 955 kilogramos de dióxido de carbono al año.
El incremento del parque vehicular, es uno de los factores principales que contribuyen a la polución; en 2014, la densidad vehicular correspondió a un automóvil por cada 4.6 habitantes.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), el promedio anual de automóviles vendidos entre 2005 y 2010 fue de 579 mil 256. Entre 2010 a 2014, los estados que más crecieron en cuanto a parque vehicular fueron: Estado de México con un incremento de 1 millón 538 mil 943 automóviles en circulación; Ciudad de México, 393 mil 497; Michoacán, 252 mil 352; Guerrero, 226 mil 763, y Jalisco, con 199 mil 633.
Dichos estados son los que reportaron mayores concentraciones de partículas de 10 micras en 2010, que generan no sólo afectaciones a la salud de la ciudadanía, sino a la economía, ya que las estimaciones de gastos derivados por contaminación en servicios de salud a nivel nacional son de 728 millones de pesos por año.
Además, indicó el legislador, el monto por pérdidas de productividad es de 3 mil 396 millones de pesos y las muertes generadas por contaminación, son de 5 mil 65 personas.
En cuanto a la publicidad del sector automotriz a nivel mundial, el gasto en 2015, fue de 574 mil millones de dólares (mdd) y se tiene proyectado que crezca a 667 mil mdd para 2018, lo que demuestra la vinculación de la propagación de vehículos nuevos que contribuyen al deterioro ambiental.
Estos datos indican la insostenibilidad de los actuales modelos de mercado para una eficiente política medioambiental de largo plazo; evidencian la creciente explosión en el parque vehicular de las metrópolis del mundo y de México, por lo que es necesario contar con políticas que desincentiven la compra generalizada de autos como el modelo óptimo de transporte.
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