Por: Redacción
La Cámara de Diputados exhortó a las secretarías de Hacienda y Crédito Público y de Relaciones Exteriores, a implementar una estrategia para proteger las remesas enviadas por los trabajadores mexicanos en Estados Unidos, a fin de evitar que las mismas sean sujetas de cualquier tipo de gravamen por las autoridades hacendarias de ese país.
Al presentar el punto de acuerdo, considerado de urgente resolución y avalado en votación económica, la diputada Araceli Saucedo Reyes (PRD) mencionó que cortar el flujo de las remesas representaría un fuerte daño a la economía y a las finanzas del país. “Sería una crisis gravísima en términos generales”, subrayó.
Destacó que las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de aplicar un impuesto a las remesas que se envían del vecino país a México, “para poder fincar ese muro fronterizo del que tanto se ha hablado, e incluso de detener esos fondos, nos preocupan a todos los mexicanos, sobre todo porque representan para muchas familias su única fuente de ingresos aquí”.
Es el momento, indicó, de que el gobierno federal dé un mensaje claro de unidad y de fuerza a los connacionales que viven en Estados Unidos, y sobre lo que representa esa economía para las familias mexicanas.
Saucedo Reyes refirió que la población de origen mexicano en el vecino país del norte asciende a más de 34.6 millones de personas, de las cuales 12.1 millones nacieron en México. “Estos compatriotas emigraron a Estados Unidos para mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias, convirtiéndose en el largo plazo en una gran fuente de recursos no sólo para sus familias, sino para nuestro país en su conjunto”.
De acuerdo con el Banco de México, casi 27 mil millones de dólares entraron al país el año pasado, provenientes de mexicanos que viven en el extranjero, la mayoría en Estados Unidos, representando un máximo histórico. Es una cifra más alta de lo que México recibe de las exportaciones petroleras, añadió.
Saucedo Reyes puntualizó que los envíos de los trabajadores son cada vez más vitales para México e, incluso, son más altos que los ingresos que el país tiene por turismo e inversión extranjera. “La realidad es que dependemos en gran medida de los trabajadores que viven en el exterior y que envían estas remesas a casa”.
Precisó que los estados con mayor dependencia de las remesas son Michoacán, Guerrero y Oaxaca, ya que representan el 9.9, el 7.8 y el 7.4 por ciento del PIB, respectivamente. “Muchas familias en México tienen como única y principal fuente de ingresos el dinero que reciben de Estados Unidos. La región más pobre, que contempla a Guerrero y Oaxaca, absorben una parte importante”.
Zacatecas, Durango y Michoacán cuentan con gran cantidad de personas que van a trabajar a EU y han basado en gran medida su funcionamiento económico en el dinero que envían a las familias.
En los posicionamientos, la diputada Cynthia Gissel García Soberanes (Encuentro Social) señaló que, a la fecha, Zacatecas, Guanajuato y Michoacán son los estados que más envíos de dinero reciben. Hay familias enteras que subsisten únicamente con esos recursos. Entidades como Guerrero y Oaxaca, dependen hasta de un 10 por ciento de su recepción.
Según la empresa Merrill Lynch, en 2016 se alcanzó una cifra récord de 27 mil millones de dólares y se escuchan voces en Estados Unidos que pretenden gravar hasta un 6 por ciento el envío de dinero desde ese país hasta el extranjero. “Dichas cantidades son el principal ingreso de nuestra patria, por encima del turismo, inversión extranjera y la venta de petróleo”, abundó.
Claudia Corichi García, diputada de Movimiento Ciudadano, expresó que Michoacán y Zacatecas son estados que prácticamente tienen la mitad de su población en Estados Unidos. “Nuestros migrantes tienen miedo. Demandan hoy más que nunca que nuestras autoridades les brinden respuesta. El esfuerzo de los paisanos es tangible a través de los casi 27 mil millones de dólares que enviaron, tan solo el último año a México, y que representaron el primer ingreso de divisas al país, incluso más que las petroleras”.
Mencionó que la defensa de estos ingresos es un asunto de Estado y tiene que ser prioritario. “Vivimos en una situación en la que tenemos que proteger ante la adversidad estas remesas, que hoy representan estabilidad económica para México. Espero que este tema de política exterior lo veamos de manera cotidiana y podamos hablar pronto de un fondo de migralidad”.
Por Morena, el diputado Juan Romero Tenorio propuso adoptar medidas para que las divisas que envían los migrantes, una vez convertidas a pesos, se retiren de circulación y se utilicen para constituir un fondo que se destinará exclusivamente para financiar infraestructura y proyectos productivos en gran escala en los pueblos y comunidades expulsores de migrantes.
Hizo votos para que el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores comparezca ante el Pleno, con el propósito de definir los alcances de la política pública que se está implementando. “Necesitamos políticas internas que fortalezcan una defensa con dignidad de los migrantes; se requiere este fondo para apoyarlos, a partir de las remesas que representan 27 mil millones de dólares. Es una cantidad que podría activar las zonas económicas expulsoras de migrantes”.
El diputado Emilio Enrique Salazar Farías (PVEM) expuso que las remesas son la segunda fuente de ingresos para el país y representan un importante rubro para la balanza de pagos. Para muchos, dijo, “tener aquí éxito económico es un simple sueño; conseguir las condiciones de vida que requieren, también lo es. Por eso, tienen que buscar más allá de las fronteras mejores condiciones de vida. Hemos fallado en crear esas condiciones para esta gente”.
Coincidió en la necesidad de hacer un fondo de los migrantes. “Este tema ni siquiera es algo que debe estar en discusión. Más allá de partidos, debemos vernos todos juntos como una gran familia y así defender los derechos”.
De Acción Nacional, la diputada Alejandra Noemí Reynoso Sánchez resaltó que el país se ubica en uno de los momentos más discordantes con el gobierno norteamericano, quien por medio de amenazas y actos de violencia, ha mermado la paz y tranquilidad de los connacionales que residen en Estados Unidos. Lo hace, dijo, “por medio de acciones que demeritan la tradición de diálogo, respeto y entendimiento mutuo; acciones que van desde deportaciones masivas, hasta la amenaza de bloquear el envío de remesas o gravarlas con algún tipo de impuesto para la construcción del indeseable muro fronterizo”.
Por ello, añadió, es imperante el establecimiento y coordinación de estrategias efectivas que protejan el envío de las remesas, y con ello asegurar el patrimonio de las familias mexicanas que dependen de ese ingreso.
En México, precisó, son más de un millón 200 mil familias las que dependen de ese recurso. “Hemos sido, durante los últimos años, la cuarta economía receptora de remesas en el mundo; al concluir 2016, su envío alcanzó los 26 mil 970 millones de dólares, 8.8 por ciento por arriba del cierre del año previo”.
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