- “Vigentes de Carpizo MacGregor su preocupación por la democracia y sus instituciones y por las garantías fundamentales”, aseguró Pedro Salazar Ugarte.
Por: Redacción/
El legado de la vida pública de Jorge Carpizo MacGregor es clave para entender la vida democrática de nuestro país, la defensa de los derechos fundamentales de los mexicanos y las causas más nobles que dan sentido al proyecto de nación al que aspiramos, afirmó el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers.
Al presidir, vía remota, el Foro “Diez años sin Jorge Carpizo. Reflexiones sobre su obra”, Graue Wiechers también destacó la gran pasión del exrector por la defensa de las garantías fundamentales que en el ámbito universitario se tradujo en la creación -en 1985- de la Defensoría de los Derechos Universitarios, primera de esta índole en Latinoamérica y semilla de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
“La creación de la Defensoría, más allá de la protección de los derechos consagrados en nuestra normatividad, tuvo también implícita la visión de salvaguardar todos los derechos humanos dentro de esta casa de estudios. En consecuencia, el respeto a nuestra diversidad, a la igualdad y a la erradicación de la violencia de género es hoy también materia de la Defensoría”, aseveró.
Las adecuaciones, resaltó Graue, que en años recientes ha experimentado esa instancia universitaria buscan hoy dar respuesta integral a las justas e impostergables demandas de respeto e igualdad hacia las mujeres universitarias.
Jorge Carpizo fue un gran universitario, ejemplar ser humano y “un estudioso del Derecho que hizo del trabajo su vocación; del orden su disciplina; de la verdad, honradez y responsabilidad, sus reglas de conducta; y los resultados, sus exigencias personales y profesionales”, como lo resalta el acuerdo de creación del reconocimiento a la vocación jurídica que lleva su nombre.
En su oportunidad, el exrector de esta casa de estudios, José Narro Robles, afirmó nuevamente, como lo había señalado hace diez años con motivo del fallecimiento de Carpizo MacGregor dijo: faltan sustantivos y adjetivos pues fue un referente, un líder, un guía; a quien se echa de menos en los grandes momentos del país; un hombre comprometido, valioso, valiente e innovador.
Narro Robles apuntó: quien fuera procurador General de la República, fue un modelo de universitario, defensor incansable de los derechos humanos; ejemplo de austeridad y probidad. “Jorge Carpizo fue muchas cosas, pero se destacó por ser un universitario, uno de los nuestros, uno de los mejores que yo haya conocido. Fue también un mexicano excepcional, por eso nos ha dejado un hueco enorme. México y la UNAM perdieron a uno de sus hijos más grandes, por eso nuestro luto y nuestro dolor”.
Pedro Salazar Ugarte, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), aseveró que las reflexiones y enseñanzas de quien fuera académico y titular de esa entidad universitaria, son vigentes: su preocupación por la democracia y sus instituciones, por las garantías fundamentales, por las violencias y la manera de solucionar los conflictos, sobre la justicia constitucional, así como las relacionadas con las autonomías, en especial la autonomía de la UNAM.
Citó un mensaje que el exrector dirigiera a estudiantes, en 1987, en el cual señaló que la autonomía universitaria implica una relación de respeto entre el gobierno, las fuerzas sociales, políticas y la Universidad Nacional, y representa un compromiso y responsabilidad frente a la sociedad para desarrollar proyectos académicos que respondan a los intereses y necesidades sociales, así como realizar análisis de temas fundamentales, al margen de pugnas e intereses sectarios.
Previamente, el coordinador del Programa Universitario de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, expresó la nostalgia por la partida del jurista mexicano, por su inteligencia y compromiso con la democracia y la legalidad. “Jorge Carpizo le hace falta a México, a la UNAM y a su sociedad”.
Destacó que hace una década, el Estado mexicano parecía encaminarse hacia el reconocimiento y el respeto a las prerrogativas inalienables, la división y el equilibrio de poderes, la transparencia y rendición de cuentas, el acceso a la información; hacia la consolidación de instituciones democráticas y el respeto a las autonomías constitucionales, logros que hoy reciben cuestionamientos y ataques de instancias de poder. “¿Qué haría Jorge Carpizo ante esto? ¿Qué diría el constructor de instituciones para la consolidación democrática y la vigencia de los derechos?”.
Al hacer uso de la palabra, Elvia Arcelia Quintana Adriano, profesora emérita de la Facultad de Derecho e investigadora del IIJ, recordó su convivencia con Carpizo MacGregor en esa entidad universitaria, y subrayó que fue un gran humanista, quien desde diferentes cargos buscó el bienestar de la población y el desarrollo institucional.
Rememoró su trayectoria en la UNAM como secretario del Tribunal Universitario, Abogado General, director del IIJ, y rector. Luego, como presidente de la CNDH, titular de la PGR y, posteriormente, secretario de Gobernación y presidente del Instituto Federal Electoral. “Querido Jorge, donde estés, escucha bien que aquí te seguimos extrañando y recordando siempre tu inteligencia, entusiasmo y alegría. Sé que donde quiera que te encuentres, estás revolucionado también las estructuras”, expresó.
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