Por: Rafael García
Hace casi diez años, Madeleine McCann, una niña británica de cuatro años de edad -que actualmente tendría 14-, desapareció mientras estaba de vacaciones con su familia en un hotel de Praia Da Luz, en el Algarve, Portugal. Hoy, la búsqueda de la menor sigue vigente, pero ahora se presume que la tecnología de Facebook sería un gran factor para encontrarla.
Mick Neville, de 49 años, es un detective retirado que confía en los avances tecnológicos y el beneficio que podría traer para resolver el caso de la pequeña McCann, ya que encontró un rasgo físico que, tal vez, sería un factor clave en la búsqueda de la infante.
Neville vio un particular detalle en el rostro de Madeleine. La menor tenía en su ojo derecho una mancha, desde su pupila hacia abajo a través del iris; a esto se le conoce como “coloboma”, y está presente en siete de cada millón de personas.
La red social Facebook, cuenta con un software de reconocimiento facial que identifica a las personas que aparecen en las fotografías, inclusive si no se tiene el nombre de los usuarios en la publicación. Este método alcanza hasta el 97.25% de precisión. El sistema está respaldado por una red neuronal de aprendizaje profundo de la imagen.
Por esto, el forense cree que la tecnología de Facebok podría ser de gran ayuda; él planea identificar a todas las adolescentes de 14 años, que sería su edad actual, y de ésas, seleccionar a quienes tengan esa pigmentación en el ojo derecho, lo que concentraría en una pequeña cifra a todas las niñas que cuenten con esta característica.
En un encuentro con The Sun, Mick aseguró que si Madeleine aún esta viva, es muy probable que se pueda encontrar si Facebook se enfoca en la búsqueda de la menor.
“Hay todavía oportunidades de saber qué pasó con Madeleine McCann a través del uso de imágenes. Si ella está viva, y no hay pruebas de que no lo esté, utilizando una táctica combinada de tecnología y especialistas en reconocimiento facial podríamos saber donde está Maddie hoy.”, concluyó el ex detective de New Scotland Yard.
La desaparición de Madeleine McCann se dio el jueves tres de mayo de 2007, cuando se encontraba de vacaciones al sur de Portugal, y se reportó un presunto secuestro de un apartamento que se ubicaba en la zona central del lugar protegido. La policía británica encontró sangre y fluidos en el alojamiento, mientras la autoridad portuguesa buscaba completar el contexto y perseguía la información sobre posibles avistamientos.
Después de diez años, el caso sigue vigente, pero ahora se dice que la tecnología podría cambiar el rumbo de las averiguaciones sobre la desaparición de la menor británica.
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