Autor: Arnulfo Roque Huerta
La semana pasada en una breve reunión en la escuela particular donde colaboro dando algunas clases de Español, se habló de la necesidad de mantener los cuadernos de los chicos impecables, bien presentables y con margen, así mismo se pidió que los alumnos coloquen una frase célebre y un valor cada semana; de esta manera se busca que se vea bonito el trabajo que se desempeña en colegio.
Esto me hizo reflexionar pues tengo alumnos que simplemente no se les da la buena letra, pero que comprende el tema de manera excepcional, tengo alumnos que tienen apuntes sobre el apunte, que colocan marcas e ideas en distintas hojas de su cuaderno, técnica que les da excelentes frutos, tengo estudiantes que presentan poca limpieza en sus cuadernos más sus argumentos son más limpios que los de muchos adultos, tengo alumnos que se olvidan escribir los valores en sus cuadernos pero que los practican de manera admirable.
En estos tiempos en los que se dice que las escuelas trabajan por competencias no sé qué tan eficaz es cuidar la imagen del cuaderno, no vislumbro la importancia del margen de los mismos, pues lo verdaderamente importante es que comprenda, aprendan y alcancen el conocimiento; tenemos que recordar que existe un aprendizaje esperado con el que se inician los proyectos y que a través de las distintas producciones que estos presentan se puede lograr adquirirlo.
No dudo que sea posible lograr una linda presentación en los cuadernos y está bien buscar que las cosas se vean lindas pero también estoy seguro que se debe poner en una balanza lo que se quiere mostrar y lo que se debe lograr; es decir, de nada sirve tener un cuaderno perfecto, con lindos márgenes en rojo si el aprendizaje está completamente en blanco.
Ahora bien ¿Qué es un margen? Según su etimología margen es igual a “límite”, tomando esto en cuenta pensemos entonces ¿Por qué será necesario en estos tiempos que los chicos se pongan límites? me parece que un cuaderno debería ser usado de la manera que mejor acomode al dueño, que los apuntes sean como el estudiante los entienda aunque no sea muy estético.
El margen representa para el alumno trabajo innecesario y pedagógicamente no tiene un fin en particular. Hacer márgenes no hace más competente a un chico y no hacerlos le permite ocupar mejor su tiempo, cabe mencionar que los cuadernos actuales en su mayoría ya presentan un margen y además de color rojo, sin embargo hay quienes siguen exigiendo que hagan un margen sobre el margen ¡Qué alguien me explique!
La educación por competencias se debe centrar en el estudiante, busca que el alumno aprenda a aprender, logra que el alumno comprenda la importancia de lo que recibe como aprendizaje, en este modelo importa más el fondo que la forma por lo cual un margen es completamente irrelevante, pues realizar un buen margen no le servirá para nada en la vida, realizarlos solo le traerá aversión a quien se los pone y hacia el mismo cuaderno pues es tedioso realizarlos y aún más cuando el cuaderno ya tiene sus propios límites.
Los cuadernos pueden ser muy lindos pero al final podrían ser solo una pantalla, pues pensemos en un alumno que el trazo de su letra es maravilloso, que no tiene una sola falta de ortografía y que además presenta coherencia en el texto pero que a la hora de explicar oralmente lo escrito no es capaz de hacerlo o que tal el chico que traza los números de forma impecable y que escribe las fórmulas matemáticas mejor que una computadora pero es incapaz de resolver alguna por sí mismo o que tal alguien que conoce de memoria el plato del buen comer pero aplica esto a su alimentación diaria correctamente; ejemplos hay más pero lo dejo a su reflexión y opinión.
Concluyo con una frase de María Montessori: “La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle.”
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