Por: Redacción/
Alumnos de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM obtuvieron el primer lugar en el UP–ICC México Moot, concurso internacional de arbitraje comercial y de inversión, realizado en Jalisco.
En tanto, otro equipo de la misma entidad logró el segundo sitio en la XXIII Competencia Internacional Eduardo Jiménez de Aréchaga, que se llevó a cabo en San José, Costa Rica, referente a una simulación de un caso contencioso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Primer lugar en competencia de arbitraje comercial y de inversión
El equipo integrado por Edith Velázquez Hernández, Guillermo Daffir Madrigal Monroy, Jessica Denisse Hernández González, Eduardo Pérez Ábrego, Danya Fernanda Martínez San Nicolás, Liliana Pérez Rodríguez y Antonio Grayeb Cervantes, resultó victorioso en la tercera edición del UP–ICC México Moot, organizada por la Cámara de Comercio Internacional (ICC) y la Universidad Panamericana (UP).
El concurso inició con la publicación de un caso hipotético sobre una compraventa internacional de obras de arte, y se conformó de dos etapas: la primera, escrita, en la que los equipos presentaron e intercambiaron memoriales de demanda y contestación; y la segunda, oral, que consistió en la defensa de argumentos en audiencias ante tribunales arbitrales, compuestos por destacados miembros de la práctica arbitral en México.
“Fue un gran reto porque tuvimos que estudiar disposiciones internacionales en la materia e investigar antecedentes que nos ayudaran a sustentar el caso. Fue una buena experiencia, hay que aprovechar estas oportunidades para representar a nuestra facultad y a la UNAM”, comentó Liliana Pérez, quien recién concluyó el noveno semestre de la licenciatura en Derecho.
En tanto, Eduardo Pérez, quien también finalizó el noveno semestre, dijo que el proceso fue difícil porque requiere de práctica especializada, “pero fue una experiencia buena, sobre todo ganar el primer lugar. Invito a mis compañeros a participar para formarse y posicionar a la UNAM. Además, quienes nos asesoran son estudiantes más avanzados que ya han tenido experiencia en esta competencia”.
Este tipo de concursos ayuda a trabajar en equipo, a desarrollar habilidades verbales y a poner todos los conocimientos en práctica, apuntó Edith Velázquez, de séptimo semestre, quien ya considera al arbitraje como una rama del derecho a la cual dedicarse en el futuro.
Antonio Grayeb, quien terminó el noveno semestre, recordó que se enteró de la competencia a través de una convocatoria en la página oficial de la FD. Participó en el proceso de selección y quedó en el grupo elegido. “Me gusta el arbitraje, es un área en la que quiero profesionalizarme, así que fue un buen ejercicio y una experiencia enriquecedora”.
La preparación del equipo corrió a cargo del profesor Reynaldo Urtiaga Escobar y de los exalumnos Alejandra del Toro de la Vega y Óscar Reyes Fabela. La representación de la UNAM obtuvo el primer lugar en el certamen en la audiencia final, y el reconocimiento al mejor escrito de contestación de demanda.
Óscar Reyes, exalumno ganador de otro concurso de arbitraje comercial, señaló la necesidad de impulsar a nuevos jóvenes, pues es una forma de obtener más conocimientos y habilidades.
Competencia de derechos humanos
El equipo que consiguió el segundo lugar en la XXIII Competencia Internacional Eduardo Jiménez de Aréchaga está conformado por Ana Valeria Romero Castro, Lorena Morán Cruz, Sofía García León, Dulce María Sebastián Barreda, Lázaro Benavides Lozano e Irving Ilán Rodríguez Vargas.
Los estudiantes compitieron contra 20 universidades de América Latina, en una simulación de un caso contencioso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En la ronda final, en la sala de audiencias del Tribunal Interamericano de Derechos Humanos, el representativo de la UNAM logró el segundo sitio, y Sofía García León fue condecorada con el premio a la mejor oradora de la ronda final.
Ana Valeria Romero, de octavo semestre, explicó que el caso hipotético se refirió a una afectación medio ambiental. “Hablamos de unos pueblos aledaños a una zona de manglares, a los que se estaba afectando en su empleo y cultura”. La alumna de la FD afirmó que esta experiencia motiva a estudiar, y el hecho de que fuera internacional fue un reto, pues los participantes tenían muy buena formación.
Lorena Morán, quien concluyó el séptimo semestre, expuso que el área de derechos humanos le llama la atención, “por eso decidí participar. Recomiendo a otros alumnos hacer lo mismo”.
Coasesora del equipo y exparticipante estudiantil en este tipo de eventos, Dulce María Sebastián, quien terminó el noveno semestre, calificó como una dinámica positiva que sean estudiantes con experiencias previas quienes apoyen a los más jóvenes. “Primero te formas como participante y luego reafirmas conocimientos y aprendes de grupos nuevos”.
Finalmente, Irving Rodríguez, del décimo semestre, decidió ser asesor porque participar como estudiante le dejó un buen sabor de boca. “Fue una gran experiencia y quería retribuir un poco”.
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