Por: Redacción/
El Programa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro), financiado por el Gobierno de México a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), destaca como un referente para Latinoamérica en el tema de seguridad alimentaria.
La subsecretaría de Agricultura de la SAGARPA, explicó que desde 2010 a la fecha el referido programa ha contribuido a intensificar los sistemas productivos de maíz y trigo, en donde participan más de 300 mil productores.
Con esta estrategia mexicana, a través de la cual se innovan y cultivan granos con tecnologías sustentables y prácticas agrícolas de conservación en más de un millón de hectáreas, se logra empoderar a miles de jóvenes y mujeres en el campo.
Asimismo, se ha logrado aumentar los ingresos de los productores de trigo en un 16 por ciento, respecto al obtenido de parcelas testigo; así como alcanzar en maíz rendimientos superiores hasta en 94 por ciento en comparación con el promedio regional en temporal.
A estas cifras validadas y supervisadas por instituciones de prestigio en el sector agroalimentario mexicano como la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), se adhiere el rendimiento promedio logrado por los productores en parcelas de temporal, que fue 30 por ciento superior al de las parcelas testigo lado a lado.
Estos resultados, incluso son reconocidos más allá de nuestras fronteras; recientemente en Estados Unidos, durante el Simposio Internacional del Diálogo Borlaug 2017, organizado por la Fundación del Premio Mundial de Alimentación, destacaron la contribución de MasAgro en el fortalecimiento de la seguridad alimentaria.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), también se ha pronunciado al respecto, Mario Pezzini, director del Centro de Desarrollo, planteó que el tipo de actividades que maneja MasAgro dan impulso a la productividad y sustentabilidad de manera efectiva.
Este programa, en el que colaboran SAGARPA y el Centro International de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), tiene como eje fundamental el manejo integral de plagas, uso de árboles intercalados, semillas con mejoramiento tradicional tanto de criollos de polinización abierta, como híbridos, y postcosecha, entre otros, para mejorar la resiliencia de los sistemas agroalimentarios.
Para poner en contexto, la tasa de retorno por cada peso invertido en MasAgro, es alrededor de uno a 27 y, en el caso por ejemplo de los productores de los programas de mejoramiento de trigo del CIMMYT y el Centro Internacional de Investigaciones Agrícolas en Zonas Áridas (ICARDA), la proporción costo-beneficio es de uno a 103.
A lo largo de los años, MasAgro ha logrado trabajar con la ayuda y el compromiso de líderes comunitarios, instituciones de investigación como el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, organizaciones de la sociedad civil como Fondo para la Paz, Heifer International, entre otras instituciones nacionales e internacionales.
Lo anterior, ha hecho posible que los agricultores de pequeña escala en el país y cuyos ingresos anuales dependen de un ciclo agrícola que es determinado por la naturaleza, hayan adoptado nuevas prácticas sustentables para mejorar sus medios de vida.
El programa MasAgro desarrolla también los atlas moleculares de maíz y de trigo para ayudar a investigadores y agricultores a identificar, en la inmensa biodiversidad, los rasgos que requieren para sus sistemas de producción locales.
Hoy, la industria semillera mexicana, cuenta con semillas de maíz mejoradas de manera convencional. Una labor posible de realizar, gracias al trabajo en equipo con los centros de investigación nacionales y con compañías semilleras 100 por ciento mexicanas, que participan en MasAgro, y que han desarrollado 49 híbridos de maíz y 10 variedades de trigo en los últimos cinco años.
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