- Entre el 2017 y el 2019, la CMDPDH subrayó que las familias son los principales grupos sociales en huir de sus lugares de residencia debido a la violencia y otros factores de seguridad.
Por: Oscar Nogueda/
“Yo soy víctima de desplazamiento forzado del pueblo de Los Morros, municipio de Leonardo Bravo, estado de Guerrero. Yo nací en mi pueblo de Los Morros. Yo me casé en el mismo pueblo y empecé a formar una familia, mi marido se dedicaba a sembrar maíz, luego hicimos una casa de madera”, relató una de las 8 mil 664 víctimas de desplazamiento interno forzado registradas en México durante el 2019.
En el informe Episodios de Desplazamiento Interno Forzado Masivo en México 2019 de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), la organización reportó 28 episodios de desplazamiento interno forzado masivo (DIFM) en 8 estados del país. Los estados con más episodios de desplazamiento forzado fueron Chiapas con 9, Guerrero con 8, Oaxaca con 3, Michoacán con 3 y Sinaloa con 2.
“El Desplazamiento Interno Forzado es un fenómeno vigente en México, es decir el gobierno de la cuarta transformación no redujo las causas que lo produce. Identificamos altos niveles de violencia, conflictos sin solución y regiones del país donde la violencia armada es constante y las comunidades rurales siguen siendo las más afectadas. En México las autoridades de las tres órdenes de gobierno no son capaces de proteger a la población que vive en estas zonas rurales”, señaló José Guevara Bermúdez, ex director de la CMDPDH.
En ese sentido, los estados que expulsaron más personas de sus localidades fueron Guerrero con 5 mil 128 personas, Oaxaca con mil 71, Michoacán con 704, Chiapas con 668 y Sinaloa con 393. El informe de la Comisión destacó que se identificaron 3 episodios, en Guerrero, donde se desplazaron a más de mil personas. El episodio con más víctimas de DIFM fue en Zirándaro, Guerrero con aproximadamente mil 500.
“Comprábamos pollos, marranos para podernos mantener, luego yo tuve una niña y allá nació. Estudió hasta el jardín porque, en el 2015, empezaron a entrar gente armada a nuestros pueblos y se empezaban a pelear a diario. Por eso, ya no iban los maestros a dar clase ni doctores iban a trabajar ese año. Se empezó a poner muy feo en nuestros pueblos porque los grupos armados empezaron a pelear y cuando eso pasaba nosotros nos encerrábamos en las casas todos los días, había días en los que no comíamos porque no podíamos salir, nos teníamos que esconder debajo de la cama porque teníamos miedo que una bala perdida nos fuera tocar, teníamos mucho miedo, pero ahí estuvimos. Nos aguantábamos porque no queríamos dejar las casas que con tanto sacrificio las hicimos”, dijo la víctima de DIFM– se omite su identidad por protección-.
Vicente Anzellini, integrante del Observatorio de Desplazamiento Interno, manifestó que no existe una disminución de los hechos violentos que generan el desplazamiento forzado, además agregó que los estados con más casos de DIFM mantienen una tendencia alta en los últimos años.
“De acuerdo con el registro histórico-acumulativo llevado a cabo por la CMDPDH, el total de personas desplazadas internamente por la violencia en México hasta diciembre de 2019 asciende a 346 mil 945. Es de fundamental importancia aclarar que algunas de las 8 mil 664 personas desplazadas internamente en 2019 no fueron consideradas en el conteo acumulativo”, destacó la CMDPDH.
Desde el 2016 hasta el año pasado, la Comisión documentó 107 episodios de desplazamiento interno en México, los cuales han afectado a 346 mil 945 personas. En el 2016, se contabilizaron 23 mil 169 sobrevivientes de DIFM, el 2017 contó con 20 mil 390, mientras que 2018 con 11 mil 491 víctimas. A pesar de ello, el informe subrayó que esta disminución no es significativa, ya que no existe disminución en los hechos violentos que obligan a las personas a huir de sus hogares.
“No hay menos eventos, no tenemos ningún indicador de que ha disminuido la violencia ni los eventos que provocan los desplazamientos. Si la violencia persiste en los mismos municipios, hay menos gente que desplazar, la violencia sigue ahí”, comentó Lígia Barbosa Magalhäes, investigadora de la CMDPDH.
Desde el 2016 al 2019, las entidades con más episodios de desplazamiento interno fueron Guerrero con 35, Chiapas con 20, Sinaloa con 19, Michoacán y Oaxaca con 9. A su vez, dichos estados fueron los principales expulsores de personas, Guerrero con 17 mil 782 víctimas, Chiapas con 12 mil 910, Michoacán con 12 mil 294, Sinaloa con 8 mil 428 y Oaxaca con 4 mil 921.
“Es el tercer año consecutivo que Guerrero tiene más personas desplazadas. En Chiapas, hay una disminución pero hay muchas comunidades desplazadas que siguen sufriendo ataques. Ya están desplazadas y, por eso, no aparecen como nuevos desplazamientos, la violencia ocurre en los mismos lugares. Se están reportando episodios de 20 personas, pueden estar sucedido episodios de dispersión”, sostuvo Lígia Barbosa.
LA VIOLENCIA DEL CRIMEN ORGANIZADO COMO PRINCIPAL CAUSA DEL DIFM
“Había días en los que calmaba todo, a veces dejaban unos 8 o 15 días y ya no había balaceras, pero después se volvían a enfrentar y teníamos el temor que nos que nos pasara algo, teníamos miedo, pero, luego llegaba el gobierno y otra vez se calmaba. Mientras estaba el gobierno no pasaba nada, pero nada más se iba el gobierno y otra vez se volvían a enfrentar los grupos armados. Empezaba a haber balaceras en los pueblos, quitaban la luz para que no hubiera comunicación, para que no pidiéramos ayuda al gobierno. Fueron casi tres años viviendo con el temor que nos pasara algo”, expresó la víctima.
Las agresiones de los grupos delictivos fue la principal causa, con el 57.14 por ciento, del desplazamiento forzado del 80 por ciento de las víctimas en el 2019. En once ocasiones, la violencia política, conflictividad social y conflictos territoriales causó el DIFM del 19.14 por ciento de personas en el año pasado.
Solo en un caso, el desplazamiento 81 personas de Chiapas se originó por violaciones a los derechos humanos. En el periodo del 2017 al 2019, la violencia de los grupos armados generó el DIFM de 24 mil 313 personas, mientras que la violencia política, la conflictividad social y los conflictos territoriales desplazaron a 15 mil 921 víctimas.
“México vive una situación de conflicto armado de carácter no internacional que reúne los requisitos legales por el derecho internacional, en el contexto en el que vivimos al menos un porcentaje muy importante lo vemos en este contexto. La violencia de los grupos armados organizados provocó que el 80 por ciento de las víctimas hayan huido de su lugar de residencia. Esto nos permite ver la organización de grupos criminales, así como la intensidad de la violencia”, agregó Guevara Bermúdez.
En 19 casos del año pasado, estos eventos tuvieron un único evento detonante y en 9 fueron múltiples causales. En el 25 por ciento de los episodios, los detonantes fueron las incursiones y ataques violentos, en el 7.14 por ciento fueron enfrentamientos entre grupos armados, en el 32.14 por ciento fueron incursiones y ataques violentos con enfrentamientos.
Por su parte, el 14.29 por ciento de los episodios fueron detonados por el temor a la violencia de grupos criminales, el 10.71 por ciento por expulsiones, el 3.57 por ciento por secuestros y delitos contra la integridad física, el 3.57 por secuestros con enfrentamientos armados y por desalojos forzados.
“Se peleaban por la droga, por los precios. Vivíamos como 200 familias en Los Morros, se salió la mitad. Hay muchas casas abandonas, ahorita la gente se va saliendo poco a poco por el trato. Ya no queríamos estar por miedo somos 55 familias que nos salimos el día 15 de abril del 2019 porque allá no podíamos salir a otro lado, si salíamos teníamos que pedir permiso y teníamos mucho miedo porque nuestros maridos, ellos iban a llevar a pelear y por eso nos tuvimos que salir de nuestros pueblos dejando todo, nosotros solo nos salimos con la ropa que llevábamos puesta, como teníamos que salir en la madrugada no nos llevamos otras cosas ni los papeles personales, teníamos mucho miedo que si nos veían no nos iban a dejar salir, caminamos como 5 horas para llegar a un pueblo que se llama el Naranjo”, mencionó la víctima.
LAS VÍCTIMAS CON UNA VOZ Y UNA IDENTIDAD
Durante el año pasado, en el 64.29 por ciento de los episodios de DIFM se identificó la presencia de menores de edad, en el 42.86 por ciento la de mujeres, en el 35.71 por ciento la de hombres, en el 21.43 por ciento la de adultos mayores, en el 7.14 por ciento el de jóvenes y mujeres embarazadas.
Entre el 2017 y el 2019, la CMDPDH subrayó que las familias son los principales grupos sociales en huir de sus lugares de residencia, ya que en 76 episodios se identificó a este grupo social. El segundo grupo más afectado por esta situación son las niñas y niños con presencia en 50 casos, le siguen las mujeres con 42, los adultos mayores con 28, los hombres con 27, los jóvenes con 11 y las mujeres embarazadas con 9 episodios.
En cuanto a la población indígena afectada por el desplazamiento interno del 2019, el informe de la Comisión identificó 12 episodios de DIFM, principalmente en Chiapas, Chihuahua, Guerrero y Oaxaca. Estos hechos desplazaron a mil 300 personas indígenas, de los cuales 668 eran originarios de Chiapas.
La CMDPDH destacó que “a pesar de que menos personas indígenas fueron desplazadas en 2019 en México que en los dos años anteriores, otras variables y fuentes de información indican que la vulnerabilidad de la población indígena ante el desplazamiento forzado sigue siendo alarmante. Por un lado, el aumento en el número de episodios que afectaron a población indígena indica la persistencia de la violencia y conflictos en comunidades indígenas en el país”.
Igualmente, detalló que existen comunidades indígenas de Chiapas y Oaxaca que se encuentran en un desplazamiento prolongando, con situaciones precarias, ausencia de soluciones duraderas, así como víctimas de ataques armados en el 2019.
UN HECHO SIN SOLUCIONES
“Entonces en esos días que entraron , mucha gente se salió de sus casas, solo con la ropa que llevaban, se fueron a refugiar a nuestro pueblo de Los Morros, ahí nos reunimos en la cancha del pueblo y platicamos con la gente que se iba a hacer porque teníamos mucho miedo, platicamos y dijimos que permaneciéramos juntos y en esos días estaban los militares en el pueblo, tenían su campamento , nos fuimos a ver que nos ayudaran que le hablaran más gobierno para que no dejaran entrar a esa gente armada al pueblo y para que los sacaran de los pueblos. Ellos no quisieron ayudarnos decían que no podían hacer nada porque no les daban la orden de hacer algo con esa gente, nosotros llorándoles y arrodillándonos les pedíamos que nos ayudaran, pero no quisieron ayudarnos y nosotros teníamos mucho miedo”, apuntó la víctima.
El Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos de los Desplazados Internos puntualizó que una solución duradera se logra cuando las víctimas dejan de necesitar una protección especifica y logran gozar de sus derechos sin discriminación.
Sobre las soluciones parciales, el informe de la organización externó que son los casos cuando existe un retorno de las víctimas a sus lugares de residencia, no obstante, se carece de información sobre las condiciones de las personas a su reasentamiento.
En el 2019, solo en el 14.29 por ciento de los casos se reportó un retorno de una parte de la población desplazada a sus hogares. En dos episodios se identificó dicho retorno, sin embargo, las casas estaban destruidas, por lo que las personas permanecieron en condiciones de desplazamiento y en uno regresaron 78 personas de las 90 que habían sufrido esta situación.
Esto significa que, en el 2019, solo el 0.9 por ciento del total de víctimas de DIFM en México obtuvieron una solución parcial, esta cifra es inferior a la del 2018-16.2 por ciento- y a la del 2017-23.75 por ciento-.
Johana Roldan, representante en México de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), sentenció que uno de los principales obstáculos para alcanzar las soluciones duraderas de las víctimas de desplazamiento interno es solo implementar una asistencia humanitaria. Por ello, remarcó que las autoridades mexicanas deben incluir a las comunidades desplazadas en el desarrollo gradual de sus soluciones que evite el desplazamiento prolongado y la dependencia de asistencia humanitaria.
Por su parte, José Guevara Bermúdez señaló que la falta de políticas efectivas para atender a la población, sus causa y soluciones fomenta la reaparición de la violencia, por lo que se obliga a las personas a migrar y obtener la protección en otros países.
“Actualmente estamos viviendo con un familiar, a mi niña no me la querían recibir por no tener papeles y ahora estoy embarazada y estoy preocupada porque no sé cómo le vamos a hacer. Yo no tengo seguro y a mi marido no le dan trabajo y con el covid no me quieren atender en los hospitales y no tengo dinero para ir a un doctor particular a veces la gente nos discrimina por ser desplazados yo le pido al gobierno que nos ayude a regresar a nuestros pueblos, no es justo que por culpa de esa gente que están ocupando nuestra casa y nosotros sufriendo. Le pedimos al Gobierno que saque a esa gente de nuestros pueblos porque esa gente nos ha robado todo, deshicieron nuestras casas, todo se llevaron. Estos no es la manera de vivir que nos apoyen para pagar la renta y subsistir, quisiera que nos reconocieran como víctimas de desplazamiento forzado, no recibimos apoyo del gobierno federal ni estatal”, finalizó la víctima.
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