- En la ceremonia por el 50 aniversario del ICAT, dijo que todos debemos estar muy orgullosos de los logros de entidades e instituciones de educación.
Por: Redacción/
El rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, afirmó que las universidades sirven a la nación, desde su autonomía, con la libertad de cátedra e investigación, y ajustando sus metas al presupuesto que se les otorga y del cual rinden cuentas claras y transparentes.
Y sobre todo, añadió, “servimos con amor a la verdad y la ciencia; a una verdad que no es ni será hegemónica, y a una ciencia y a su aplicación que siempre avanza y que siempre puede mejorar”.
En la ceremonia por el 50 aniversario del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT), dijo que todos debemos estar muy orgullosos de los logros de entidades e instituciones de educación.
En el acto efectuado a distancia, Graue recalcó: esa instancia universitaria es un referente necesario en el diseño y manufactura de prototipos, así como en investigaciones originales para apoyar a distintas instituciones de educación superior y a los sectores público y privado.
Un ejemplo reciente de su participación en la creación de herramientas que responden a necesidades sociales es el diseño de un hisopo para las muestras de diagnóstico de la presencia del virus SARS-CoV-2.
Recalcó los 50 años de evolución, superación y crecimiento constantes del Instituto, donde se ha podido trabajar en forma interdisciplinaria y con innovación, además se han generado aplicaciones con conocimientos provenientes de distintas disciplinas, para afrontar los problemas relevantes de la actualidad.
Graue Wiechers felicitó a los integrantes de la comunidad del ICAT por continuar consolidando la gran tradición de esa instancia, estratégica para México y para su Universidad.
Al hacer uso de la palabra, el rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), José Antonio de los Reyes Heredia, calificó al ICAT como uno de los proyectos interdisciplinarios de investigación aplicada y desarrollo tecnológico relevantes de nuestro país.
Es un orgullo para la UAM tener una herencia tan afortunada, proveniente de algunas de las instituciones de educación superior más importantes de México; ese es el caso de la UNAM y del antecedente del ICAT, ya que Sergio Reyes Luján, director fundador del entonces Centro de Instrumentos, junto con otros destacados directores, salieron de la Universidad Nacional, en 1974, para fundar la UAM.
Del Instituto se desprende una tradición de libertad académica, rigor científico, diversidad ideológica, inclusión cultural y nuestra responsabilidad social. Estos elementos, acotó, sintetizan nuestro derecho más importante como institución de educación superior, pero también nuestra obligación más grande: la autonomía universitaria.
A su vez, el coordinador de la Investigación Científica, William Lee Alardín, recordó que hace 50 años el Subsistema de la Investigación Científica de la UNAM tenía alrededor de una tercera parte de las entidades con las que cuenta hoy.
La vocación de lo que actualmente es el ICAT era diferente; buscaba insertarse de una manera nueva y contribuir de forma complementaria al quehacer de ese subsistema; primero fue un centro de servicios, después, aún con el nombre de Centro de Instrumentos, modificó su vocación al de un centro de investigación y luego cambió de nombre al de Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico en 2002. Recientemente, en 2018 se constituyó en Instituto.
Hoy realiza trabajo de investigación y desarrollo en temas de primera importancia, entre ellos salud, medio ambiente, energía y educación. Estos 50 años representan el trabajo de toda una comunidad durante varias generaciones, y “agradezco su labor, compromiso y dedicación”, aseveró.
Rodolfo Zanella Specia, director del Instituto, resaltó que en el ICAT se realiza investigación, desarrollo tecnológico, formación de profesionistas altamente capacitados y difusión en instrumentación científica e industrial, micro y nanotecnologías, tecnologías fotónicas, tecnologías de la información y educación en ciencia y tecnología, buscando aplicar el conocimiento generado a la solución de problemas en las áreas de salud, medio ambiente, energía y educación.
Para ello, explicó, cuenta con 114 académicos, cuatro catedráticos, 13 personas administrativas de confianza, 102 trabajadores de base, 20 becarios posdoctorales y cientos de estudiantes. “Hemos aportado a la Universidad y al país, pero lo más importante es que hemos creado una comunidad robusta, adaptada al cambio, unida, entusiasta y muy capaz”.
El exdirector, José Manuel Saniger Blesa, comentó que 50 años pueden parecer muchos; sin embargo, “sigo pensando que el ICAT es joven y rejuvenecido”, donde seguramente la edad promedio de sus académicos es menor hoy que hace 10 años. Este medio siglo es una meta alcanzada, pero al mismo tiempo un punto de partida retador, en tiempos complejos.
Hoy “hablamos de contribuir, como cuerpo académico, al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en sus vertientes ambiental, social o económica, y de nuestra responsabilidad social para afrontar esos retos de manera solidaria con el resto de los sectores que conforman nuestra sociedad”. Ello nos obliga a repensar nuestras estrategias de trabajo; “tenemos que trascender la etapa de desarrollo académico, entendida como una aspiración personal, y adoptar una nueva visión que encauce nuestras actividades hacia un ámbito más institucional, nacional y global”, sentenció.
La investigadora del ICAT, Citlali Sánchez Aké, dijo que esa instancia está dedicada a contribuir a la expansión del conocimiento en ciencia y tecnología. También constituye un lugar donde jóvenes estudiantes tienen acceso, por primera vez, a laboratorios de punta y se involucran en el quehacer científico que se realiza en la UNAM.
Destacó que se lleva mucho camino recorrido, pero aún queda mucho por hacer. “Estoy segura del compromiso de la comunidad para dar todo nuestro esfuerzo y dedicación para hacer frente a los tremendos desafíos y grandes necesidades que hay por delante”.
En la ceremonia, donde se proyectó un video conmemorativo, participaron autoridades universitarias y la comunidad del ICAT.
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