Por: Mugs Redacción
La mamografía por emisión de positrones PEM (Positron Emission Mammography) es una revolución en las herramientas para el diagnóstico y seguimiento del cáncer de mama. Se trata de una nueva tecnología de imágenes de alta resolución, similar al PET (Positron Emission Tomography), que detecta la acumulación de un radiofármaco emisor de positrones y crea una imagen mamográfica tridimensional.
El estudio permite determinar, con base en la captación del radiofármaco, el tamaño, forma, localización y agresividad de un tumor. Su sensibilidad facilita la detección de lesiones de hasta dos milímetros con alta especificidad, lo que complementa a otras técnicas radiológicas. Esto podría evitar biopsias innecesarias, de ahí que investigadores del Instituto de Física (IF) de la UNAM busquen crear un prototipo en México.
Héctor Alva Sánchez, de la entidad universitaria, señaló que el escáner PEM –del cual sólo existen dos en el país, uno en el Instituto Nacional de Cancerología y otro en el Grupo CT Scanner– permite obtener imágenes del tejido más cercano a la caja torácica, aspecto importante si se busca hacer imágenes de los ganglios linfáticos.
Comparado con el PET, brinda una mayor resolución espacial y cobertura de ángulo sólido, lo que a su vez incrementa la estadística de eventos detectados para una mejor calidad de imagen y, con ello, una menor dosis de radiofármaco administrado a las pacientes.
La tecnología PEM proporciona información funcional que contribuye a caracterizar la lesión, predecir la respuesta a terapia hormonal y detectar lesiones malignas no visibles con otras técnicas de imagen, como la resonancia magnética. Además, no sólo es útil para esta detección, sino para el seguimiento de las pacientes durante tratamientos de radio y quimioterapia, detalló el universitario.
El cáncer de mama es una enfermedad que cada vez afecta a más mujeres. La tasa de mortalidad en la población femenina mayor de 25 años tiende a incrementarse, “quizá una de las razones sea el aumento de la expectativa de vida de la población”, consideró.
El pronóstico para las pacientes con esta afección depende del tamaño del tumor; si es menor a un centímetro es bueno, pero si alcanza entre dos y tres centímetros, la sobrevida disminuye. Aunque depende si los ganglios linfáticos han sido afectados o no, pues por estas estructuras nodulares puede haber migración de las células cancerígenas a otros sitios (metástasis).
La detección temprana es la mejor opción para hacer frente a este padecimiento, del cual se desconocen sus causas, aunque se considera como factor de riesgo la historia de cáncer en la familia, pero también los niveles hormonales parecen desempeñar un papel importante, indicó.
Lo mejor es la detección a tiempo. La mamografía es el estudio de oro para realizar el escrutinio en mujeres sanas y descubrir pequeños tumores.
En su exposición Detectores para mamografía por emisión de positrones (PEM), dentro del Seminario de Física Médica 2015, resaltó que en la mastografía se utilizan rayos X que proyectan, en dos ángulos diferentes, a la glándula mamaria para obtener información anatómica, incluída la región más pegada a la axila.
El estudio aporta información sobre la arquitectura del tejido del seno con una resolución espacial de entre 50 y 70 micras, según el equipo que se utilice; es un proceso rápido y económico. Constituye el mejor recurso con que cuentan por ahora los médicos para una detección oportuna.
En el acto, organizado por el IF, planteó que la mastografía tiene baja sensibilidad de detección en mamas que aún tienen mucho tejido glandular, lo que lleva a la realización de biopsias innecesarias, mediante las cuales el patólogo es quien confirma si la lesión que percibió el radiólogo es maligna o no.
Existen otras técnicas de imagenología complementarias, como la resonancia magnética, ultrasonido y tomosíntesis, que tienen la particularidad de proporcionar información anatómica de la estructura de la glándula mamaria, con algunas ventajas y desventajas, aunque una técnica no sustituye a la otra. La PEM, por otro lado, provee información funcional que contribuye en un diagnóstico más preciso.
En el IF “buscamos crear un equipo PEM con mejor resolución espacial, de 1.4 milímetros o menor, con gran eficiencia; además, utilizar detectores de estado sólido nuevos, que son compactos e insensibles a campos magnéticos”. También, comentó, desarrollan un método para pixelizar por grabado láser a los cristales centelladores, componentes importantes de los detectores del prototipo.
Además, se requerirá implementar métodos de reconstrucción y corrección de imágenes, diseñar maniquís específicos para evaluar la calidad de imagen del equipo y, más adelante, trasladarlo a la clínica y probarlo con nuevos radiofármacos.
El desarrollo del prototipo está dividido en varias etapas: hardware, software y simulaciones Monte Carlo para optimizar los parámetros de formación de imagen y entender los diferentes procesos físicos que afectan su calidad.
Esta técnica de imagen molecular es útil si los resultados reflejan la sospecha de un tumor. El objetivo es obtener información fisiológica de manera no invasiva y en algunos casos ahorrarles biopsias a las pacientes.
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