Por: Redacción
Son múltiples los problemas de salud derivados de la obesidad infantil. Además de los metabólicos, están los de la postura, que pueden iniciar con alteraciones en los ángulos de las rodillas o pie plano; este último puede agravarse, pues la bóveda plantar está sometida a un mayor peso y, por tanto, el arco tiende a aplanarse.
Para contribuir a detectar y valorar las alteraciones en pisadas de niños con sobrepeso en edad escolar (a partir de los seis años), investigadores del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la UNAM desarrollan sensores de presión de bajo costo para monitorear esos problemas ortopédicos.
A partir de esa edad, explicó Rosalba Castañeda Guzmán, es factible identificar a los niños con sobrepeso y obesidad y los problemas ortopédicos que pudieran padecer, pues si se descubren a tiempo, es posible prevenirlos.
Son diversas las técnicas para detectar el pie plano; sin embargo, enfrentan ciertos problemas, pues en los pequeños con obesidad el cojinete graso podría simular esa disfunción.
Los sensores propuestos por los universitarios –encabezados por Castañeda, en colaboración con médicos del Hospital General de México de la Secretaría de Salud– están desarrollados con materiales poliméricos (tereftalato), con propiedades semejantes a los piezoeléctricos cerámicos, que registran presiones de bajo nivel de voltaje en la pisada de los infantes.
La especialista en ciencias e ingeniería de materiales expuso que su experiencia en sensores de presión y la colaboración de sus estudiantes de maestría permitieron encontrar un polímero que da una respuesta de presión similar a los sensores piezoeléctricos, en niveles bajos.
Como parte de la investigación “Sensores de presión de bajo costo para valorar alteraciones en pisada en niños eutróficos, con sobrepeso y obesidad”, los expertos hicieron pruebas de su creación para utilizarla como un tapete en el que se almacena energía.
Contar con un desarrollo tecnológico de bajo costo permite hacerlo en forma masiva. El Hospital General ya tiene identificadas las escuelas en donde se aplicarán los protocolos para detectar a los pequeños con esas condiciones, añadió Rosalba Castañeda.
Los ortopedistas que aún utilizan técnicas visuales para detectar el pie plano colocan la planta en un espejo para observar los puntos de presión en el vidrio, y a partir de ahí determinan problemas en la pisada. En tanto, los sensores desarrollados producen señales que son enviadas a una computadora, que emitirá un diagrama que podría indicar al médico los puntos que fueron presionados de más.
“En la actualidad elaboramos una matriz de sensores que sirva para pies de diversas medidas, pero falta la parte técnica, es decir, el traslado de datos a la computadora, punto en el que estamos trabajando y esperamos que en un semestre quede listo”, concluyó.
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