Por: Redacción/
La UNAM, a través del Jardín Botánico del Instituto de Biología (IB), desarrolla una investigación para encontrar el parentesco entre especies de agave, tanto en su estado silvestre como cultivadas.
El investigador Jorge Nieto Sotelo, ha ido más allá de los estudios y caracteres morfológicos y rastrea la procedencia de algunas variedades tradicionales del agave, nombre genérico de los magueyes con que se elabora el tequila y el mezcal, bebidas identitarias de México.
Con métodos moleculares y pruebas genéticas para detectar la huella de ADN de los agaves, encontró que el Agave Tequilana Weber, del que se obtiene el tequila, guarda parentesco importante con el silvestre Agave rhodacantha, que se ubica al norte del país.
Indicó que ese ancestro silvestre del Agave Tequilana sólo ha sido detectado en la población de Álamos, Sonora, y no en Jalisco.
Sin embargo, aclaró: “no podemos descartar que en Jalisco estuvieron los verdaderos ancestros de Agave Tequilana variedad Azul, pero es difícil determinarlo por el saqueo desmedido de poblaciones silvestres”.
Nadie sabe con exactitud de dónde surgió la primera variedad de agave tequilero, pudo haber ocurrido hace cientos o miles de años. “No podemos excluir la posibilidad de que existieron poblaciones de Agave Tequilana Weber al norte o noroeste de Jalisco, pero no se puede corroborar porque esos ejemplares ya no existen”, reiteró.
En la actualidad, los únicos remanentes cercanos a Agave Tequilana W. están en Sonora, pero tampoco se puede excluir la posibilidad de que esos agaves de Sonora procedan de Jalisco, se hayan hecho silvestres y hayan permanecido ahí por decenas o cientos de años, bajo sus propios medios. “Es necesario emprender más muestreos”, reconoció.
“Si la población de Sonora guarda un parentesco importante con la de Jalisco, podría ser fuente de diversidad para mejorar algunos cultivos jaliscienses, que tienen poca diversidad genética debido a que no se reproducen por semilla, sino por hijuelos (pequeñas plantitas que nacen en la base de los tallos), que son ‘clones’, explicó.
En el caso del mezcal, la investigación ha arrojado que los agaves que se cultivan en Oaxaca podrían no tener su origen en ese estado; es el caso del Agave Espadín (Agave Angustifolia Haw), que genéticamente se asemeja más a los agaves de San Gabriel, en Jalisco, concluyó.
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