Por: Redacción/

Representantes de mujeres emprendedoras y jóvenes productores del campo, a nivel nacional, demandaron la continuidad de programas y componentes que han demostrado su alto impacto productivo, económico y social, con un acompañamiento integral para los procesos de transformación, desde la producción primaria, cadenas de valor agregado y comercialización de productos agroalimentarios.

En un encuentro de trabajo con el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Baltazar Hinojosa Ochoa, las mujeres y jóvenes de las 32 entidades del país expusieron las historias y casos de éxito que le cambiaron la vida a miles de familias, con la aplicación de componentes de la dependencia federal que, incluso, abrieron oportunidades a la exportación.

Precisaron que programas como el “Campo en nuestras manos” y “Arráigate Joven – Impulso Emprendedor” han significado un cambio radical en sus vidas, al hacer posible la incursión en proyectos hortícolas, pecuarios, avícolas, acuícolas en diferentes niveles, como la producción de miel orgánica, haba (botanera), chile deshidratado y café instantáneo (tipo bolsa de té) para los mercados nacional e internacional.

En el evento, el titular de la SAGARPA afirmó que se han definido con precisión los esquemas de trabajo y las estrategias para impulsar programas y acciones que fortalezcan la producción agroalimentaria, en especial los que tienen un mayor impacto en el desarrollo productivo y la participación social en diferentes regiones del país.

Señaló que programas como los referidos, están diseñados e instrumentados para darles mayores oportunidades a las mujeres y jóvenes emprendedores, con la finalidad de empoderar dos segmentos claves en el crecimiento y desarrollo del sector agropecuario y pesquero nacional, y que el éxito de los proyectos productivos sea una referencia nacional y tengan un efecto multiplicador.

Puntualizó que estas medidas son de capital importancia para el sector agroalimentario, toda vez que representan trabajar en la conformación de una nueva generación de productoras y productores en el campo, mejor preparados y seguros de que el sector agroalimentario es negocio.

Destacó la nobleza y bondad de estas acciones que han permitido despertar el interés y la vocación de mujeres y jóvenes en las actividades del campo, comprobado por ellos mismos que el campo es una actividad productiva seria y un negocio, con grandes oportunidades de crecimiento y desarrollo.

Cabe señalar que estos dos componentes en particular tienen una instrumentación integral que incluye el desarrollo de capacidades, asistencia técnica, paquetes tecnológicos y módulos de capacitación para mejorar prácticas agrícolas, instrumentar cadenas de valor agregado y esquemas de promoción y comercialización, lo cual hace que los proyectos seleccionados tengan un impacto positivo en su ejecución y desarrollo.