Por: Montserrat Sánchez Maldonado 

Con el grito de “¡Porque vivas se las llevaron, vivas las queremos!” decenas de mujeres emprendieron el camino desde el Ángel de la Independencia hacia el Zócalo Capitalino, con el motivo de conmemorar el Día Internacional de la Mujer.

Estudiantes, amas de casa, trabajadoras, activistas, representantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), miembros del colectivo feminista Pan y Rosas, entre otros, fueron algunas de las mujeres que llenaron Paseo de la Reforma con el sonido de tambores, armónicas y gritos, con el fin de denunciar la situación de los femenicidios que se padece en varios estados de la República Mexicana.

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Conforme el contingente iba avanzando, jóvenes con el rostro cubierto, se acercaron a las aceras para pintar con aerosoles de colores, frases como “Basta ya de feminicidios”, o reclamando que se tratase con respeto a las mujeres con orientación homosexual.

De igual forma, se podía apreciar que en algunos tambores, se había colocado la imagen de la presa política Nestora Salgado, de quien se exigía su inmediata liberación.

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“Este día, está hecho por y para personas que, como nosotras, las trabajadoras del IEMS, quienes llevamos dos meses despedidas de manera injustificada, hemos aprendido que somos parte de ese pueblo que desde hace muchos años, comenzó a luchar por un futuro mejor”, declararon por medio de un manifiesto, algunas de las trabajadoras del Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal.

“Mujeres contra la guerra, mujeres contra el capital, mujeres contra el machismo y el terrorismo neoliberal”, fue otra de las consignas que las manifestantes no paraban de corear mientras seguían el curso de su camino sin provocar ningún altercado a la seguridad de los ahí presentes.

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Durante la marcha, un grupo de jóvenes (la mayoría con el rostro cubierto), fueron las protagonistas del movimiento ya que ellas eran quienes lideraban la mayoría de las consignas, además de que protestaban a base de música contra el tema de la violación.

Cuchillo volador al maldito violador” y “¡No!, ya te dije que no, pendejo no, mi cuerpo es mío yo decido tengo autonomía, yo soy mía”, eran algunas de las frases en que las jóvenes gritaban mientras marchaban hacia el Zócalo capitalino.

Al rededor de las seis y media, el grupo de Pan y Rosas lideró el mitín realizado en  la Plaza de la Constitución, en el cual Norma Andrade, fue de las primeras en tomar la palabra, donde señaló que “a pesar de tener el corazón destrozado, se debe de poner un alto ya a esta crisis de feminicidios, así como a los delitos de secuestro, tal como sucedió con la pequeña de 11 años, Karla Romero, desaparecida en San Pablo del Monte el 13 de enero y en donde las autoridades no han decidido ni siquiera iniciar una averiguación precia. ¿Cuántas más se necesitan para que el gobierno tome medidas realmente eficaces?”.

Pasadas la siete de la noche, integrantes de Pan Y Rosas dieron final acto, en el cual no se registró ningún incidente por parte de la Secretaría de Seguridad Capitalina.