- La crisis de la pandemia resultó en un deterioro sin precedentes en muchas de las variables en materia de libertades civiles.
Por: Redacción/
“Cuando hablamos de los problemas de la democracia en el marco de la pandemia, no estamos solos”, dijo la ex Presidenta de la República de Costa Rica, Laura Chinchilla.
Al impartir la Conferencia Magistral Estacional de Primavera 2022 organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE), Democracia y pandemia, aseguró que las crisis de la pandemia y de la democracia se han convertido en crisis globales y ambas han tenido múltiples canales de contagio y se han retroalimentado.
La crisis de la pandemia, aseveró Chinchilla, resultó en un deterioro sin precedentes en muchas de las variables en materia de libertades civiles “no solamente entre las democracias desarrolladas, sino también en los regímenes que ya habían venido mostrando señales de autoritarismo”.
Es decir, explicó, “que prácticamente ningún país, con algunas muy honrosas excepciones, se libró de estas tendencias autoritarias que fueron propulsadas por la pandemia y el tipo de acciones que demandó por parte de las autoridades públicas” facilitó y normalizó los poderes de emergencia y provocó la concentración de más potestades en el Poder Ejecutivo y la reducción de espacios para la autonomía de otros poderes.
La integrante de IDEA Internacional estimó que la infodemia acentuó el impacto de la pandemia a la democracia con fenómenos de desinformación, posverdad, polarización del debate público y “de creación de burbujas que dificultan el debate balanceado”.
América Latina: región con mayor deterioro de la democracia
Antes de la pandemia, la democracia de América Latina se encontraba en un estado muy precario de salud, subrayó Laura Chinchilla. “Varias democracias podríamos decir que estaban en estado de observación, algunas en cuarentena, otras en cuidados intensivos y algunas ya habían fallecido, ya habían sucumbido a las tentaciones autoritarias, como son los casos de Venezuela y Nicaragua hace algunos años”.
Desde hace cerca de 40 años, “pocas regiones en el mundo como Latinoamérica abrigaron con tanto entusiasmo, como lo hizo esta región el ideario democrático, sin embargo, es hoy la región y esto duele mucho reconocerlo, que mayor deterioro está reportando en las variables democráticas, constatado por los distintos organismos que monitorean el estado global de la democracia”, como la Unidad de Inteligencia de The Economist.
A este escenario se suma otro fenómeno en paralelo, observó Chinchilla, “que es el deterioro en la percepción que los ciudadanos tienen sobre la democracia”, es decir, un desencanto de la ciudadanía con las instituciones de la democracia representativa “y lo que es más grave, con el concepto de democracia misma”. Como ejemplo, mencionó la confianza ciudadana en los partidos políticos y los congresos reportada en el Latinobarómetro 2020, 13% y 20%, respectivamente.
No obstante, reconoció como fortaleza de la democracia en América Latina la resiliencia. “40 años de ideario democrático no es cualquier región, ha sido una de las regiones más exitosas en su proceso de democratización y la democracia en América Latina ya ha demostrado tener la capacidad de sortear muchas otras crisis en el pasado”, destacó.
Desafío radica en renovar procesos tradicionales e impulsar nuevos mecanismos de participación
Chinchilla, quien es líder de la Cátedra Latinoamericana de Ciudadanía en la escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey advirtió que la pandemia no ha terminado y, en este contexto, el gran desafío para la democracia de América Latina es, por un lado, “renovar los canales más tradicionales de participación política, es decir, aquellos que con los parlamentos y con los partidos políticos hacen parte de la democracia representativa”.
Por otro, impulsar “nuevos mecanismos de participación ciudadana que puedan tener significativos impactos en el proceso de decisión de políticas públicas”, sugirió al pronunciarse a favor de la convivencia entre la democracia representativa y la deliberativa.
“Si no lo hacemos los demócratas, lo harán los populistas, como ya lo estamos viendo en varios países y lo harán de la manera más irresponsable posible, como al convocar una serie de instrumentos de la democracia directa, sin reglas claras y con grandes márgenes de manipulación”, aseveró.
Además, observó que “estamos ante una generación que comprendió que existe vida política entre elección y elección y que ya no se conforma con que solamente los convoquemos cada cuatro o cinco años a ejercer el derecho al voto. Esta joven generación desea algo más y tenemos que responder”.
Democracia y elecciones pueden recrearse sin afectar el derecho a la salud
El Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, aseguró que la democracia y las elecciones pueden recrearse sin afectar el derecho a la salud en contextos de pandemia, al presentar la Conferencia Magistral Estacional.
En el Proceso Electoral Federal 2020-2021, estableció, “gracias a que la ciudadanía confió en el INE, en su INE, logramos que en México la democracia no fuera una víctima más de la pandemia. De eso dieron cuenta las misiones de observación que visitaron nuestro país y atestiguaron este complejo proceso electoral, dando fe de la vocación cívica, democrática del pueblo mexicano y de la fortaleza de la institucionalidad democrática que hemos construido”.
En este sentido, consideró a la ex Presidenta Laura Chinchilla como “testigo y conocedora de manera directa de nuestros procesos electorales y de la evolución de nuestra democracia”, a quien agradeció por compartir con el INE su tiempo, experiencia, conocimiento e inteligencia.
Además, recordó que fue hace dos años, en mayo de 2020, “cuando la Presidenta Chinchilla aceptó la invitación del INE para presentar un importante documento denominado Protegiendo la integridad electoral en la era digital, un reporte elaborado a partir del trabajo y disertaciones de autoridades y especialistas de varios países en una comisión de la Fundación Kofi Annan, que ella misma presidió”.
Necesario volver a las raíces de la democracia
Al comentar la Conferencia Magistral de Laura Chinchilla, el Secretario Ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina, coincidió en que “la democracia teóricamente es el espacio incluyente y ahora muchos sectores sociales no se sienten representados en los regímenes democráticos y van por fuera del sistema”.
“Tenemos que volver a las raíces en el sentido de que la democracia vuelva a ser ese espacio en donde nos sintamos partícipes de lo que nos es común, además representados en esa institucionalidad”, llamó.
Jacobo Molina agradeció la ponencia y concordó en exigir a los partidos políticos que jueguen el rol que deben jugar, al igual que a los parlamentos, “pero no basta si no entendemos por qué hemos llegado a esta situación”.
“Hay que meternos a ese activismo social, hay que llamar la atención sobre esto. Hay que tratar de entender este afán de participación política”, concluyó.
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