Por: Redacción/
Los cristales son mensajeros de lo más profundo de la Tierra y nos permiten conocer más sobre ella. La cristalización es una fase del vulcanismo de la que poco se habla en los estudios generales de los volcanes, pero es importante para comprender su naturaleza, afirmó Donald Bruce Dingwell, doctor honoris causa por la UNAM.
“La naturaleza puede ser comprendida y manejada si nos ponemos metas realistas; es algo que podremos hacer en el futuro, pero sólo si estudiamos su comportamiento. En este momento no es factible hacer otra cosa, pero quizá en el futuro tengamos la oportunidad”, comentó el director del Instituto de Mineralogía y Petrología de la Ludwig-Maximilians Universität, de Múnich, Alemania.
En la conferencia “Volcanic glass: the forgotten phase?” (Cristal volcánico: la fase olvidada), acompañado por Hugo Delgado Granados, director del Instituto de Geofísica, y por Catalina Stern Forgach, titular de la Facultad de Ciencias (FC), Donald Bruce Dingwell subrayó que el sistema volcánico en sí es absolutamente fascinante y esencial para el sistema terrestre.
“Mucha de la atención ha sido dada a su impacto en la atmósfera, en los océanos, pero continuamente tenemos contribuciones desde lo profundo de la Tierra hacia todas las demás esferas del planeta”, dijo en el auditorio del edificio Yelizcalli, de la FC.
“Ésta es la forma en que la litósfera habla, como en una conversación, con las otras partes del planeta, los océanos, la atmósfera y la biósfera”.
Dingwell es uno de los expertos más reconocidos en volcanes, especialmente por sus aportaciones experimentales para el comportamiento del magma cuando se cristaliza y, posteriormente, se fragmenta, revelando medios de “escape” para los gases contenidos en su interior, que forman microburbujas y revelan el tipo de componentes en el interior de la Tierra.
El magma, cenizas, flujos piroclásticos y nubes que pueden distribuir globalmente los materiales que se encuentran en el interior de un volcán, son parte de los fenómenos más vistosos, algunos de los productos más evidentes para quienes viven cerca de un volcán, pero una de las partes que también es posible hallar, aunque no de manera evidente, es la formación de cristales, remarcó.
Éstos se constituyen cuando el material líquido, rico en silicio, pasa de un ambiente muy caliente a uno más “frío”, donde también se nutre de agua. Posteriormente, ese material se fragmenta y libera gas y materiales que nutren la superficie de formas inimaginables.
El investigador, originario de Canadá, explicó parte de su trabajo para estudiar desde el laboratorio estos fenómenos que ocurren en la naturaleza, lo que le ha llevado a la publicación de más de 450 artículos, que han sido citados más de 21 mil veces, convirtiéndolo en uno de los geocientíficos más citados del mundo.
Presentó la imagen de un novedoso calorímetro, actualmente en desarrollo en Suiza, que permitirá estudiar in situ, en un chip que resiste temperaturas de cientos de grados centígrados, la ceniza volcánica y los materiales cristalizados.
“Ésta es la frontera en la investigación para analizar partículas que miden micrómetros, donde podemos encontrar ceniza compleja con cristales y burbujas, tomar fragmentos, aislarlos y ayudarnos a comprender parte de la historia de estos materiales”, añadió, tras recordar que estos materiales pueden reaccionar casi con cualquier elemento, pues los volcanes contienen en sí mismos toda la tabla periódica de los elementos.
Finalmente, el geólogo externó que espera continuar con las contribuciones y trabajo realizado con expertos de México en el estudio del Popocatépetl y el Volcán de Fuego de Colima, además de que confió en que continuará recibiendo estudiantes de nuestro país en su laboratorio para generar nuevo conocimiento sobre los mensajes que nos manda la tierra desde lo más profundo, a través de los cristales y los volcanes.
No Comment