Por: Redacción
La cosecha de agua se define como la recolección del vital líquido derivado de las lluvias para usarlo con fines productivos.
Al ser la escasez de agua un fenómeno que tiene un impacto negativo en la agricultura, es importante resaltar que la falta de este recurso natural para el desarrollo de los cultivos conlleva a la búsqueda de múltiples soluciones, siendo la cosecha de agua una de las más efectivas.
El uso de agua de lluvia para cubrir las necesidades de producción agrícola es una estrategia que se ha practicado desde hace miles de años, especialmente en zonas rurales. A esto hay que añadir que las técnicas de aprovechamiento del recurso pluvial se han ido perfeccionando a lo largo del tiempo.
La captación y el almacenamiento de agua pluvial que se destina a los cultivos se realiza mediante variadas técnicas, siendo algunas de estas la cosecha del vital líquido en techos de vivienda y otras estructuras impermeables, así como la construcción de obras que la reserven tales como presas de concreto, bordos de abrevadero, mampostería, aljibes, techos cuenca u ollas.
Otros métodos comunes en la cosecha del agua son la microcaptación y la macrocaptación. El primero consiste en captar la corriente de agua de lluvia generada dentro del propio terreno de cultivo, con el propósito de infiltrarla para que sea aprovechada por los sembradíos. El segundo es similar al anterior pero se aplica en áreas más grandes y en zonas áridas o semiáridas.
Uno de los principales compromisos de la SAGARPA es combatir el problema de la falta de agua, a través del componente de Infraestructura Productiva en Apoyo a la Conservación del Suelo y Agua (IPASA), que en los últimos años ha generado infraestructura para dotar de agua a más de tres millones de habitantes de zonas rurales.
Para conocer más sobre ésta y otras técnicas sustentables, visita la México Alimentaria 2016 Food Show , que se llevará a cabo del 8 al 10 de diciembre en el Centro Banamex, Ciudad de México.
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