- Ante estudiantes de excelencia de esta entidad académica subrayó que no se debe perder de vista que la humanidad enfrenta guerras, conflictos, armas biológicas, invasiones.
Por: Redacción/
La Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú Tum, llamó a los universitarios a convertirse en un nuevo liderazgo para la humanidad, en este periodo de pospandemia que, consideró, es un despertar.
“Ánimo jóvenes, no es un tiempo de aburrimiento sino de despertar. Despiértense. Usen la mejor herramienta que tienen a la mano y conviértanse en nuevo liderazgo para la humanidad”, señaló al dictar una conferencia magistral en la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM.
Ante estudiantes de excelencia de esta entidad académica subrayó que no se debe perder de vista que la humanidad enfrenta guerras, conflictos, armas biológicas, invasiones; que la migración es criminalizada y el hartazgo de la gente que no tiene respuesta para una vida mejor puede precipitar nuevos conflictos.
“Hay un futuro dinámico, incierto. Esto es por lo que tenemos que prepararnos, para responder a ese futuro”, expresó acompañada por el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Alberto Pérez Dayán; y del director de la FD, Raúl Contreras Bustamante.
La activista por los derechos humanos alertó que otro problema que los profesionales tendrán que encarar es el incremento del analfabetismo, especialmente entre los más pequeños y quienes viven en áreas donde no existe internet. Otro desafío más es el incremento de la violencia intrafamiliar y contra las mujeres.
Previamente el director de la FD, Raúl Contreras Bustamante, indicó que la violencia se padece, lo mismo en la Guatemala de Rigoberta Menchú, que en nuestro territorio. Señaló que de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad, durante el primer cuatrimestre de 2021 se registraron 53 por ciento más casos de violencia familiar, en comparación con 2020.
Esta embestida cruenta contra las mujeres, dijo, impone el reto a las autoridades y a la sociedad de garantizar las condiciones mínimas de seguridad para ellas.
“Para quienes creemos en los jóvenes y en el Derecho como factor de cambio y transformación de la sociedad, contar con la presencia de Rigoberta Menchú, es una bocanada de esperanza. Lo es porque su persona es testimonio vivo de una mujer que ha padecido en carne propia la crudeza de la guerra, pero que nunca ha dejado de creer y luchar por la paz”, expresó.
Asimismo, el director destacó la importancia de reforzar la preparación y educación de los jóvenes, a fin de extender sus efectos libertadores que permitan reconfigurar las instituciones, la familia, las relaciones entre los géneros. “La formación de nuevos liderazgos juveniles es imprescindible para una paz duradera, que tenga todos los signos del progreso humano del siglo XXI”.
Pasión por lo que se sabe hacer
De la actual emergencia sanitaria por la COVID-19 la humanidad también obtiene diversos aprendizajes y herramientas; es un tiempo que debe ilusionar y apasionar en lo que sabemos hacer, subrayó Menchú Tum, en el Auditorio Ius Samper Loquitur.
“Es tiempo de ver qué ha pasado con la influenza, la desnutrición crónica, con la migración; qué pasa con la falta de trabajo y de oportunidades propias para realimentar la esperanza. Hay mucho trabajo que hacer. Nos debe ilusionar este tiempo y apasionar en lo que sabemos hacer”, insistió.
La pandemia, agregó, ha mostrado el gran valor que tiene la vida. Invita a recrear, reconstruir, repensar el amor, las relaciones amistosas y ha demostrado que las fronteras son absolutamente ficticias, porque el enemigo que tenemos es silencioso.
“Construyamos las mejores ideas en tiempos de pandemia”, manifestó la también investigadora extraordinaria de la UNAM, ante los académicos de la FD, Norka López Zamarripa y Manuel Granados Covarrubias.
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