Por: Redacción/
Con el propósito de salvaguardar a los manatíes (Trichechus manatus) que habitan la Reserva de la Biósfera Pantanos de Centla, en Tabasco, el grupo interinstitucional coordinado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), continúa el plan de rescate y resguardo temporal de ejemplares, como medida precautoria.
Se propone rescatar a un cierto número de individuos y mantenerlos en cuarentena en la Estación Tres Brazos, dentro de la misma reserva pero fuera de la zona afectada, además de fijarle un sistema de telemetría satelital a uno o dos animales adultos en mejores condiciones para poder hacer seguimiento de los ejemplares que permanezcan en o cerca de la zona.
El plan considera las etapas de localización y captura, manejo y transporte, resguardo temporal y finalmente de traslocación o devolución al medio silvestre de los manatíes. Estos son métodos físicos que cumplen con las especificaciones de trato digno y respetuoso que señala la Ley General de Vida Silvestre.
La medida fue acordada por el grupo interinstitucional de expertos que atiende el caso de 28 manatíes muertos, registrados desde el 18 de mayo. En tanto continúan las investigaciones, se decidió mantener a estos mamíferos marinos en confinamiento para que se valore su estado de salud y puedan ser reincorporados a su hábitat una vez que se supere la contingencia.
Las instalaciones en la Estación Tres Brazos cuentan con piscinas artificiales y se pretende colocar una geomembrana directamente en el cuerpo de agua. Además, poseen un canal lateral que conecta con el Río Grijalva y una poza artificial en los que se podrá contener de manera temporal a los ejemplares rescatados.
Los ejemplares de manatíes son asistidos por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), con apoyo de especialistas de la de la Asociación Nacional de Criaderos y Zoológicos de la República Mexicana (AZCARM) y la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT).
Por otra parte, ante los resultados del estudio de calidad del agua en los Bitzales, Tabasco, presentado por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y que descartan la presencia de sustancias tóxicas, el grupo interinstitucional de expertos determinó ampliar el muestreo a organismos vivos, así como a sedimentos y plantas.
Otras actividades que se han llevado a cabo son: reuniones de trabajo para discutir sobre las razones de los decesos y plantear acciones de atención; recorridos prospectivos por las zonas donde ocurrieron las incidencias; monitoreo de las poblaciones de manatíes de la zona; estudios de calidad del agua (físico químicos, presencia de plaguicidas, hidrocarburos y tóxicos); colocación de comederos en puntos estratégicos, y recuperación de residuos orgánicos e inorgánicos.
El grupo de trabajo, conformado por representantes de los gobiernos federal y estatal, así como de la academia y asociaciones civiles, coincidió en que las causas de las muertes pueden ser multifactoriales, al considerar la temperatura de agua, la época de estiaje, la acumulación de agentes contaminantes y el estrés de alimento al cual se enfrentan los manatíes. Los cadáveres no han presentado evidencias de algún daño o afectación por actividades antropogénicas.
El manatí se encuentra catalogado como especie en peligro de extinción por la Norma Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 y es considerado en México una especie prioritaria dentro de los programas de conservación.
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