Por: Redacción/

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud federal, Hugo López-Gatell Ramírez, confió en que las vacunas recientemente adquiridas lleguen a finales de octubre o principios de noviembre.

En declaraciones a la prensa, refirió que el pasado 2 de agosto, la Secretaría compró 3 millones 800 dosis contra el sarampión, rubéola y paratoditis (triple viral) a la empresa Biológicos y Reactivos de México (Birmex) –con participación mayoritariamente estatal–, que tiene hasta diciembre para completar la entrega.

“Esto es un periodo máximo de garantía, en el que la empresa se cubre. No quiere decir que necesariamente van a llegar hasta diciembre (las vacunas). Hay dos puntos que pueden ser más ágiles: el trámite aduanal y de verificación sanitaria, y con ello se podría lograr que lleguen antes, quizá a finales de octubre o principios de noviembre”, explicó.

“Tenemos la tranquilidad y confianza de que van a ser distribuidas a tiempo”, agregó.

El funcionario acudió a la Cámara de Diputados para participar en la quinta mesa de las audiencias públicas sobre la iniciativa que crea el Instituto de Salud para el Bienestar, organizadas por la Comisión de Salud.

Enfatizó que la eventual demora en la entrega de las dosis no se debe a acciones administrativas del gobierno federal, responde a un problema de escasez en el mercado global de vacunas, ya que ante un repunte del sarampión, hay países que han acaparado las vacunas, al tener una mayor capacidad de negociación sustentada en cuestiones monetarias y políticas.

“Dicho sea de paso, esto no es un fenómeno nuevo, viene ocurriendo desde hace al menos siete años, en donde tenemos para algunas vacunas muy pocos proveedores locales. Sólo tenemos tres globales para sarampión, rubéola y paratoditis”, comentó.

No obstante, López-Gatell Ramírez descartó que en México vaya a darse un brote de sarampión, se necesitaría que exista un grupo 300 mil personas sin la vacuna susceptibles de ser contagiadas, lo cual no ha sucedido, debido a que “México ha tenido una buena cobertura de vacunación dese hace 30 o 35 años”, pese al descuido que hubo en 2016, 2017 y 2018.

Comentó que, hasta este viernes 9 de agosto, se han detectado seis casos de sarampión “importado” en el país ya controlados, y sólo en uno de ellos se dio un contagio a otra persona, considerado dentro de los parámetros de transmisión, que puede ser de hasta un máximo de cinco personas, pero no se propaga más allá.

El funcionario federal también indicó que el pasado lunes se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), una circular de la Secretaría de la Función Pública (SFP) que comunica la inhabilitación de la empresa mexicana Grupo Laboratorios Imperiales Pharma, que en el sexenio pasado tuvo la exclusividad para proveer las vacunas contra el sarampión.

Se desconocen las razones por la cuales obtuvo la exclusividad, desplazando al Instituto Serológico de la India que provee cerca del 40 por ciento del mercado global, incluyendo a las agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dijo.

Apuntó que la actual administración federal detectó, desde un inicio, que Grupo Laboratorios Imperiales Pharma tenía un historial de incumplimiento de contratos y, además, sus vacunas no cumplían con los estándares de calidad establecidos por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

En cuanto al tema del flujo de migrantes centroamericanos, el funcionario señaló que se debe reconocer a estas personas como parte del entorno del país, que de manera temporal o de largo plazo, significan un reto para el Estado mexicano.

“El fenómeno migratorio implica el reto de ayudar a esa población a que tenga los servicios sociales y de salud, sin que ello amenace la sostenibilidad de los servicios de salud para la población mexicana”, expresó.

Asimismo, López-Gatell Ramírez se pronunció por no estigmatizar a los migrantes, pensando que traen enfermedades consigo.