Por: Redacción/
Los mexicanos que participaron en la misión análoga a Marte, en Polonia concluyeron sus actividades de manera exitosa. Carlos Salicrup, Danton Bazaldua, Juan Carlos Mariscal, Yair Piña y Betel Martínez, todos ellos de la UNAM, así como Carmen Félix (Tec de Monterrey) y Walter Calles (IPN), contribuyeron con este sueño de la humanidad por llegar a un nuevo planeta.
Y si bien es cierto que, literalmente, el planeta rojo aún se localiza a 54 millones 600 mil kilómetros de la Tierra, tanto las aportaciones científicas como el inequívoco mensaje de que ‘cuando trabajamos en equipo toda meta es alcanzable’ (el mismo que llevó al hombre a pisar la Luna hace 48 años) permiten concluir que luego de la Poland Mars Analogue Simulation 2017 (PMAS), Marte se encuentra más cerca que nunca.
“La de México fue la participación más grande durante esta misión”, reconoció el Space Generation Advisory Council –artífice de la misma— al término de las dos semanas de simulación espacial desde un pequeño poblado cercano al Mar Báltico, al norte de Europa.
Las labores del equipo mexicano–formado por cinco jóvenes de la UNAM, una del Tec y otro del Poli—, junto con diversos astronautas análogos de otros seis países, consistieron en dos tipos de simulación: la lunar y la fase en Marte.
En la lunar se tuvo comunicación en tiempo real con la tripulación. Los astronautas análogos se acoplaron al Hábitat y desarrollaron los experimentos planificados: medición de radón, espectrometría de rocas y recolección de muestras de la superficie.
En la fase marciana se contempló el retraso en las comunicaciones (15 minutos aproximadamente) para asemejar una misión real al planeta rojo. En una de las jornadas se simuló una emergencia de tormenta solar. El Centro de Control alertó a la tripulación y se activó el protocolo correspondiente.
Físicamente aislados del resto mundo, los miembros de la tripulación de la PMAS 2017 sabían que desde el Centro de Control, a casi 150 kilómetros del Hábitat, estaba un equipo de 30 estudiantes y profesionales al cuidado de sus vidas.
Seis astronautas análogos conformaron la misión: João Lousada (Portugal), Poonam Josan (India/EU), Yael Kisel (Israel/EU/México), Jennifer Pouplin (Francia), Axel García (EU/Puerto Rico) y Cody Paige (Canadá). Como astronautas análogos de respaldo estuvieron otros cuatro: Pierre-Yves Girardin (Francia), Sweety Pate (Holanda/India), además de Carlos Salicrup y Yair Piña (México).
Los mexicanos contribuyeron con los proyectos “Monitoreo remoto de signos vitales” (chaleco), elaborado por Danton Bazaldua y Walter Calles, y el vehículo explorador y recolector Rover, diseñado por el equipo de UNAM Space.
En tanto, el líder del equipo médico, Carlos Salicrup, simuló emergencias durante la fase marciana, coordinadas por Carmen Félix, supervisora de la misión. Lo anterior permitirá afinar protocolos que servirán en las futuras exploraciones humanas al espacio. Salicrup vigiló la salud de los astronautas análogos y realizó chequeos y monitoreos médicos.
Los astronautas análogos contaron con el apoyo del Cuarto de Control durante las 24 horas del día de las dos semanas que duró la misión. Yair Piña, junto con los otros cinco comunicadores de cápsula, brindó apoyo en las tareas de los astronautas y la formación de protocolos para la conducción de los experimentos. En tanto, Betel Martínez formó parte del equipo de ciencia.
A ellos se unió otra mexicana, Mónica Alcázar-Duarte, quien fue la encargada de fotografía y difusión a medios.
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