- En el contexto mundial actual es fundamental compartir, discutir, analizar y repensar desde la academia este tipo de acuerdos internacionales.
Por: Redacción/
El acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) posee reglas muy estrictas y ata de manera profunda, no sólo el comercio y la inversión, sino la política económica nacional, aseguró la doctora María Antonia Correa Serrano, académica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Durante el VII Seminario Internacional de la Red de Estudios de América del Norte T-MEC y la nueva relación económica en América del Norte, organizado por la Unidad Xochimilco de manera virtual, la coorganizadora del encuentro explicó que la alianza tripartita ha sido totalmente transformada, ya que a diferencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte es más extensa, al haber pasado de 22 a 34 capítulos; la vigencia es por 16 años, y comprende revisiones cada seis, a partir de su entrada en vigor el pasado primero de julio.
“Ahora aparecen modificaciones sustanciales en controversias para la inversión y los derechos de propiedad intelectual, al plantear la comercialización de productos biotecnológicos e incluir –como asuntos nuevos– las relaciones laborales, el medio ambiente y aspectos que eran propios del multilateralismo, pero que no han tenido avance, entre ellos las políticas de competencia y monetaria; la regulación de las pequeñas y medianas empresas; las industrias estatales y los servicios financieros,” puntualizó la investigadora del Departamento de Producción Económica.
En el contexto mundial actual es fundamental compartir, discutir, analizar y repensar desde la academia este tipo de acuerdos internacionales, coincidieron en destacar la maestra Dolly Espínola Frausto, directora de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de dicha sede universitaria, y la doctora Angélica Buendía Espinosa, jefa del citado Departamento.
El tema “alude a una reconfiguración que va a ocurrir en la lógica de una dinámica mundial que tocará vivir al T-MEC; este cambio en la revisión de los términos del convenio coloca a nuestro país en una discusión permanente sobre las implicaciones de un pacto comercial de estas características”, aseguró la doctora Buendía Espinosa.
El doctor Armando Pineda Osnaya refirió que existen opiniones acerca de la pérdida de preponderancia de Estados Unidos en la economía mundial a partir de su menor participación en el comercio internacional y en el flujo de inversiones, además de que algunos tratan de vender sus mercancías con monedas diferentes al dólar hacia una reconfiguración.
El doctor en economía por la Universidad Alexander von Humboldt de Berlín, Alemania, afirmó que a pesar del estancamiento que se vislumbra difícil para los próximos años, el vecino país no perderá su hegemonía, porque “continúa siendo el principal mercado financiero que atrae capital, al que todos quieren vender y con presencia importante como comprador, a diferencia de China”.
En la Mesa T-MEC: grandes transformaciones, el académico de la UAM explicó que para hablar de un nuevo orden económico global debe encontrarse una moneda diferente al dólar, pues mientras se mantenga como predominante, Washington seguirá con el control del mundo, ya que “las otras divisas no podrán remplazarla y el orbe necesita liquidez para expandirse; no obstante, puede haber una consistencia de moneda y, a la vez, que los tratados regionales sean más laxos en el desarrollo”.
En el Seminario –moderado por el doctor Federico Manchón Cohan, jefe del Área Sistema Económico Mundial y coorganizador del encuentro– participaron también los doctores Miguel Ángel Vázquez, académico de la Universidad de Sonora, y Mariana Aparicio y Jorge Alfonso Calderón, ambos investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México.
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