Por: Redacción/
La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) ha trabajado de manera ardua e inclusiva a fin de mejorar la calidad de vida de personas que sufren algún tipo de discapacidad, siendo la única dependencia en la entidad que brinda tratamiento de equinoterapia gratuitamente.
En lo que va del 2018, la dependencia encabezada por Juan Bernardo Corona Martínez, a través de la Coordinación de Equinoterapia, ha realizado un total de mil 594 sesiones a caballo, donde niños con Síndrome de Down o Parálisis Cerebral han logrado corregir su capacidad motriz, reforzar sus reflejos, equilibrio y fuerza física.
La terapia es permanente ya que desde que los casos son estudiados en coordinación con especialistas gubernamentales, y al momento de ser aptos para recibir el tratamiento, los pacientes llevan un seguimiento que consta de años, hasta llegar a obtener resultados que les permitan desarrollarse.
Desde sus inicios en 2009, personal policial capacitado en terapias a caballo, asiste en equipos de cinco personas a cada paciente así como al equino, esto a fin de evitar accidentes, asimismo promueve y difunde los resultados alcanzados a fin de captar mayor apoyo social, y pacientes que puedan contar con beneficios a largo plazo.
Es así como con sesiones permanentes los niños gradualmente mejoran a tal punto de volverse independientes para cubrir las necesidades físicas básicas como comer, sentarse solos e incluso caminar.
Tal es el caso de Tadeo, un niño de 9 años que fue diagnosticado con parálisis cerebral a los dos días de nacido, debido a convulsiones fuertes que sufrió; desde que ha sido beneficiado de la equinoterapia es ahora uno de los niños con mayor avance físico.
Érika, madre de Tadeo se ha mostrado agradecida por encontrar esta alternativa que ofrece la SSP, ya que le ha permitido organizar sus tiempos para trabajar y atenderlo, así como a su pequeña hija Alondra, e incluso aprender a conducir.
Conoció de este programa por otros padres de familia que pasaban por la misma situación, por lo que recabó documentación y tras las evaluaciones previas, su hijo logró entrar a los 3 años de edad.
“Yo no sabía que era la parálisis cerebral, su magnitud, y fue un golpe muy fuerte; ahora el niño logra entablar conversaciones cortas, canta, se sienta con muy poca ayuda. El hecho de hablarle a sus abuelos a su hermana, que reconozca personas eso para mí es grandísimo. En las sesiones de Equinoterapia me lo daban dormido de tanto que se relajaba, era asombroso”.
Al paso de los años Tadeo coordina su cuerpo de manera independiente y la postura de su columna también mejoró, por lo que para Érika, ver a su hijo pasando por grandes procesos, es gratificante, “es un largo camino pero que bueno que hay gente que se preocupe y los resultados aquí están, es un golpe muy fuerte pero al final de cuentas si inicias pronto el resultado es mejor”.
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