- Se busca reconocer su trabajo y pensar los lugares que ocupan y sus emociones, remarcó Tamara Martínez Ruíz.
Por: Redacción/
Con la lectura en voz alta de obras de escritoras mexicanas y de otras partes del mundo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a través de la Biblioteca Nacional de México, conmemoró el Día de las Escritoras.
Fragmentos de obras de Rosario Castellanos, Ida Vitale, Diamela Eltit, Irene Vallejo, María Moliner y muchas otras han sido leídas por universitarias, quienes a distancia comparten lo que pensaban sobre las letras, la literatura, lo que debe hacerse para motivar a los lectores, así como la necesidad de democratizar la escritura.
La coordinadora de Humanidades de la UNAM, Guadalupe Valencia García, señaló que se trata de un día histórico porque además de encontrarnos en semáforo epidemiológico verde, el actual momento nos reta intelectualmente y nos ofrece las capacidades para reinventarnos. “Esta es una forma de nuestra reinvención”, agregó.
Expresó que en las lecturas en voz alta se retoman a autoras que escribieron en su madurez, otras que lo hacen siendo muy jóvenes; a quienes iniciaron escribiendo sus diarios, mientras otras incursionaron en talleres literarios o haciendo crítica. Para muchas de ellas, la Universidad Nacional ha sido un cobijo y espacio de recreación, añadió en el acto inaugural con motivo del Día de las Escritoras que se conmemora el lunes más próximo al 15 de octubre.
A su vez, la coordinadora para la Igualdad de Género en la UNAM, Tamara Martínez Ruíz, manifestó su deseo porque esta actividad se repita a lo largo de muchos años y dé lugar a una tradición generacional.
Esta acción, agregó, “busca reconocer el trabajo y el pensar de las mujeres desde sus distintos espacios; los lugares que ocupan y los que no; sus emociones, objetos e interacciones”.
Previamente, el director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM, Pablo Mora Pérez-Tejada, expuso que la Biblioteca Nacional de México se suma a esta celebración que se realiza en otros recintos de Iberoamérica. El objetivo es mostrar una visión más completa del mundo de las letras. “Las edades de la vida”, acotó, busca reflejar el abanico de voces del mundo literario.
Mujer que sabe latín
Valencia García leyó un fragmento de la obra “Mujer que sabe latín…”, de la escritora Rosario Castellanos -a quien calificó como precursora de la perspectiva de género- en la que habla de Sor Juana Inés de la Cruz.
“El de Sor Juana no es camino de santidad, sino método de conocimiento. Para conservar lúcida la mente renuncia a ciertos platillos que tienen fama de entorpecer el ingenio; para castigar a su memoria por no retener con la celeridad debida los objetos que se le confían, se corta un pedazo de trenza”, expuso.
En tanto, Tamara Martínez Ruíz recordó la obra de Ida Vitale, escritora uruguaya de la vanguardia latinoamericana de quien dijo: “desde pequeña nombró a las plantas y animales con sus nombres científicos, usando el latín, sin darse cuenta que era vista como un bicho raro, tal como ella lo dice”.
En su poesía, Ida Vitale atrapa las palabras por un instante para poderlas dejar libres como pájaros. “‘De plantas y animales’ nos habla recurrentemente de membranas, de gotas de lluvia, de hojas, de árboles, mariposas, gatos, caballos. Nombrar las palabras que Ida Vitale libera en su poesía, nos deja un universo alado de palabras elocuentes e intelectuales y que al enunciarlas nos crecen las alas”, aseveró Martínez Ruíz.
Democratizar las letras
De igual forma, la directora del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información, Georgina Torres Vargas, retomó un fragmento del ensayo “El infinito en un junco: la invención de los libros en el mundo antiguo”, de la española Irene Vallejo Moreu, en el cual indica que el primer autor del mundo que firmó un texto con su propio nombre fue una mujer: Enheduanna, poeta y sacerdotisa.
“Descubrió un conjunto de himnos cuyos ecos resuenan todavía en los salmos de la Biblia (…) cuando los estudiosos descifraron fragmentos de su verso, perdidos durante milenios y recuperados solo en el siglo XX, la apodaron la Shakespeare de la literatura sumeria”, apuntó.
En su oportunidad, la directora de Literatura y Fomento a la Lectura, de la Coordinación de Difusión Cultural, Anel Pérez Martínez, dio lectura al discurso que la escritora chilena Diamela Eltit pronunció al recibir el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español 2020, y en el cual se manifestó por democratizar las letras e hizo una crítica al binarismo que clasifica a la literatura de mujeres en “un espacio”, y en otro, a la literatura.
“Siempre he pensado que una escritora no es garantía de excelencia, pero un escritor tampoco. Lo importante es la escritura, la estética, el deseo que recorre el texto, su audacia, su ritmo, la pausa, el ímpetu. Lo que moviliza es la democratización real de la escritura hasta donde concurran autoras y autores sin más garantía que el poder del libro”, subrayó.
La titular de la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información, Elsa Margarita Ramírez Leyva, leyó parte de la obra de la española María Moliner, quien elaboró el “Diccionario de uso del español” el cual contiene una parte dirigida a los bibliotecarios rurales, quienes deben hacer una labor más personal que aquellos encargados de bibliotecas con larga historia, a fin de para acercar a las personas a la cultura.
“Tu misión es conocer los recursos de tu biblioteca y las cualidades de tus lectores, de modo que aciertes a poner en sus manos el libro cuya lectura les absorba, hasta el punto de hacerles olvidar de acudir a otra distracción”, puntualizó.
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