• Joe Biden, virtual ganador de las elecciones en Estados Unidos, se comprometió a tomar medidas para controlar la pandemia del Covid-19, asesorado por los mejores especialistas y científicos.

Por: María Manuela de la Rosa Aguilar/

Con más de cuarenta años en la política norteamericana y con la experiencia de haber sido vicepresidente en el gobierno de Barack Obama, Joe Biden, virtual ganador de las elecciones en Estados Unidos, se comprometió a tomar medidas para controlar la pandemia del Covid-19, asesorado por los mejores especialistas y científicos;  seguramente dará un giro total a la actual política norteamericana, en donde tiene un largo camino recorrido;  ha dado muestras de su preocupación por el cambio climático, así que promoverá las energías limpias y ya ha anunciado que volverá al Acuerdo de París, así como a la OMS; pondrá cuidado en el combate al narcotráfico, con especial énfasis en la atención a las adicciones con políticas sanitarias de mayor empatía; y una de sus principales metas será la unidad como premisa de gobierno, para dar a Estados Unidos la fuerza que requiere para reconstruirse, sobre todo apoyando a la clase media norteamericana.

Después de cuatro días de incertidumbre, ha quedado despejada la incógnita de quién gobernará a los Estados Unidos por los siguientes cuatro años y no será Donald Trump, que parecía reelegirse la noche del supermartes 3, dado que sus votantes habían sido convocados a ir personalmente a las urnas, en tanto que los seguidores de Biden lo hicieron por correo días antes, para evitar más contagios por la pandemia del Covid-19, que ha cobrado la vida de casi 240 mil muertos y más de 10 millones de contagiados. Así que los votos demócratas han tardado en ser contabilizados, pero a lo largo de las horas fue quedando claro hacia donde estaban las preferencias electorales.

Natural de Trump.

No obstante, desde el principio Donald Trump anunció su triunfo sobre Biden, incluso se preparó para la gran celebración y desde los primeros momentos estuvo hablando de fraude si es que él no ganaba; irresponsabilidad que arrastró a sus seguidores a manifestarse por las calles, por lo que tuvieron que tomarse fuertes medidas de seguridad, puesto que,  sobre todo en los estados afines al republicano, las personas salen a las calles armadas y agrediendo a todo aquel que parezca oposición.

Esta actitud de polarización ha sido una constante durante todo su mandato. Incluso Rudy Giuliani salió a denunciar el fraude, sin pruebas. El jueves 5 los jueces de Georgia y Michigan  desestimaron las demandas de Trump, que ha utilizado como estrategia para ganar las elecciones, ya que si llegara a la  Corte Suprema, en donde están los ministros nombrados por él, tendría mayores posibilidades. Pero su intento por desacreditar la integridad del proceso no funcionó.

Votaciones

Hasta este  domingo por la noche Joe Biden había obtenido  290  Votos Electorales, mientras que Donald Trump se ha estacionado en 214 y sólo faltaban tres Estados:

Alaska que llevaba el 50% contabilizado, con 3 votos electorales; Carolina del Norte, con un 99% escrutado y  15 votos electorales; y Georgia con el 99% de votos contados y 16 votos electorales en juego. Así que aunque Trump ganara en esos tres estados, obtendría 34 Votos Electorales, que no le son suficientes para obtener los 270 que necesita para ganar. Así que Biden gobernará por lo siguientes cuatro años.

Y respecto al voto popular, que es el efectivo del total de votantes, Biden lleva 75´404,182; en tanto que Trump  70´902,094.  Y es muy probable que Biden sume muchos más, puesto que en Georgia lleva la delantera.

Y si vemos el mapa, resulta curioso la distribución de los votantes, porque los que se decantaron por Biden se encuentran en los estados del Noreste y del Oeste, en tanto que los que estuvieron del lado republicano son los estados del centro, desde el Norte al Sur.

Reacciones.

Las felicitaciones no se han hecho esperar: Justin Trudeau, primer ministro de Canadá,  le manifestó su voluntad de colaborar; La canciller alemana Angela Merkel envió sus felicitaciones y mostro su disposición para trabajar en la Alianza Trasatlántica, lo mismo hizo Heiko Maas, ministro de relaciones exteriores; Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido, que había sido cercano de Trump, señaló que como el más importante aliando de Estados Unidos, buscará  mantener una buena relación y trabajar conjuntamente en los temas de cambio climático, comercio y seguridad ,  el alcalde de Londres, Sadiq Khan se unió la la felicitación, mientras que la primera ministra de Escocia destacó la llegada de una mujer a la presidencia; Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel se alegró del triunfo del republicano, a quien conoce desde hace cuarenta años y aprovechó para reconocer el gran apoyo de Trump, sobre todo con el reconocimiento de la soberanía israelí; Alberto Fernández, de Argentina, destacó la gran participación del pueblo norteamericano; el presidente de Chile, Sebastían Piñera consideró que su país comparte valores como la libertad, los derechos humanos, la paz y la protección al medio ambiente; Iván Duque, de Colombia,  externó su deseo de trabajar para fortalecer la agenda común en cuanto a comercio, seguridad, medio ambiente y lucha contra el crimen transnacional;  Jacinta Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda destacó que dada la complicada problemática que se vive, comparte el mensaje de unidad; Pedro Sánchez, de España, manifestó su deseo de cooperar conjuntamente para enfrentar los retos globales; el presidente francés Emmanuel Macrón dijo que hay mucho por hacer dados los desafíos actuales y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo afirmó que este triunfo reforzara la lucha contra el cambio climático; Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay  dijo que se esforzará por fortalecer la relación en bien de los pueblos; el primer ministro de Holanda, Mark Rute, también felicitó cordialmente a Biden; Marito Abdo, de Paraguay reafirmó su compromiso de reforzar las buenas relaciones sobre los principios que ambos países comparten;  Kiriakos Mitsotakis, primer ministro de Grecia, reconoció que Biden ha sido un verdadero amigo de su país y lo mismo expresó el primer ministro de Irlanda, Micheál  Martin; Martín Vizcarrra, de Perú, expresó su voluntad de colaborar en los temas de cambio climático y multilateralismo.

El primer vicepresidente de Irán Eshaq Yahanguirí,  publicó en un twitt que esperan un cambio en las políticas  destructivas de Estados Unidos y un retorno a la ley, los compromisos internacionales y el respeto a las naciones. Y hay que recordar que la relación con Irán  se endureció mucho con Donald Trump, quien como es su costumbre, no dudó en lanzar constates amenazas al gigante persa.

También felicitaron a Biden los presidentes de Panamá, Costa Rica, Honduras, e incluso Nicolás Maduro, presidente de Venezuela.

Líderes de los países africanos también  expresaron su voluntad de colaboración con el nuevo gobierno que iniciará el 20 de enero del 2021.

Llamó la atención que el periódico oficial del partido comunista de China retwitteó un mensaje de Trump en donde afirma que ganó la elección, poniendo un emoji de risa y un “jaja”. Más claro, imposible.

Sin embargo, dos jefes de Estado se han negado a reconocer el triunfo de Joe Biden: Janez Jansa, primer ministro de Eslovenia, quien planteó la suspicacia de una posible controversia; y el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, bajo el argumento de que aún no se oficializa el triunfo y quiere mantener la prudencia del caso, lo cierto es que dada su cercanía con Donald Trump, quien ha dado un trato incluso humillante a México, López Obrador ha preferido mantener su deferencia hacia el todavía presidente norteamericano.

Los mandatarios de Rusia, China y Turquía han preferido guardar silencio, una actitud que ha llamado fuertemente la atención, ya que se trata de dos de las más grandes potencias del mundo, y que tradicionalmente han tenido diferencias con los Estados Unidos.

La cercanía de Biden.

Una vez seguro el triunfo, Joe Biden se dirigió a sus seguidores en un muy esperanzador discurso, en el que llamó a la unidad, con humildad por la confianza depositada en él, que se esforzará por reconstruir y restaurar al país, sobre todo a la clase media, para recuperar nuevamente el respeto del mundo.

Un gesto muy significativo de su calidad humana y hombre de familia,  fue el de reconocer a su esposa por todo su apoyo y por su gran valía, además de ser una mujer que representa a la gente. Y cabe mencionar que Jill Biden es una mujer muy preparada, con dos maestrías y un doctorado, que seguramente seguirá su trabajo como docente y será una primera dama excepcional.

Asimismo encomió a su compañera de fórmula, Kamala Harris, la futura primera vicepresidente de los Estados Unidos, hija de un inmigrante jamaiquino y de una mujer indú. Kamala es una mujer muy preparada, que ha destacado en la carrera judicial y en la política.

Agradeció y reconoció a todos los voluntarios y a toda la gente que colaboró en su campaña, así como a los funcionarios electorales, quienes pusieron todo su esfuerzo para dignificar estas elecciones.

Ofreció gobernar para todos los norteamericanos con imparcialidad, cuidando los principios democráticos y la justicia. Y como objetivo prioritario lo primero que hará es controlar la pandemia del Covid-19, para lo cual convocará a los científicos y especialistas de la salud más reconocidos, para tomar las mejores decisiones, porque no es posible que hayan muerto ya tantos miles de personas y desea reconstruir al país desde la compasión y la empatía con las familias de las víctimas de esta enfermedad.

Y el ampliar las oportunidades, dijo, es vocación de los Estados Unidos, porque es un referente para el mundo y su poder es el ejemplo, que se define por la palabra “posibilidades”, porque a lo largo de su historia ha demostrado que puede y para ello hay que restaurar también el alma de la nación, con dignidad y respeto, para que el país nunca se pierda, que mantenga su fe y la  propague.

Estas palabras reflejan su gran espiritualidad, ya que es un católico practicante, que ha atravesado por grandes pruebas, como la muerte de su primera esposa y dos hijos, así como la adicción de otro.

Ha sido un luchador incansable contra las adicciones, reconociendo su error por castigar a los adictos, a quienes debería dárseles tratamiento y ser más empáticos, lo cual ha prometido que hará. Igualmente promoverá un nuevo Obama Care, ya que ha sido muy sensible con temas de salud, que tiene como parte de su agenda en prioridad.

Respecto a la economía, independientemente de la pandemia, tomará decisiones que reactiven todos los sectores productivos, en donde además considera aumentar el salario mínimo federal,  de  $7.25 a $15 dólares.

Asimismo, tomará muy en serio el cambio climático y se decantará por promover las energías limpias, para reducir las emisiones de efecto invernadero.

Respecto al TMEC es posible que haga nuevos acuerdos comerciales y con México, seguramente tendrá una relación profesional y de respeto que beneficie a las dos naciones.

Con el tema migratorio tiene la voluntad de apoyar a los jóvenes hijos de inmigrantes que nacieron en los Estados Unidos, para que adquieran la nacionalidad y respecto a los niños que han sido retenidos en centros de inmigración en la frontera, tomará cartas en el asunto para dar una solución más humanitaria.

Pero ha dicho que llevará a cabo planes económicos de ayuda a los países de América Latina, para combatir el éxodo.

Y dejó claro que acabará con el discurso de odio que ha prevalecido en estos últimos años.

Sin duda que Estados Unidos tendrá un presidente no sólo culto y experimentado en los temas más relevantes para un estadista, sino a una persona dotada de sensibilidad, que con profesionalismo que se conducirá con respeto y empatía, lejos de la prepotencia e improvisación que llevó a Estados Unidos a ser el epicentro de la gran pandemia de este siglo. Una nueva época para los norteamericanos y para el mundo entero.