Por: Redacción/
Una estrategia fundamental en la internacionalización de la UNAM son sus 14 sedes en el extranjero, mismas que difunden las actividades académicas, científicas y artísticas de esta institución, además de promover la cultura mexicana.
En 1944 se creó la Escuela de Extensión en San Antonio, Texas, y posteriormente surgieron las de Canadá y Chicago. A partir de 2012 se abrieron los Centros de Estudios Mexicanos (CEM) que, a diferencia de las primeras, se alojan dentro de instituciones de educación superior de prestigio internacional con los que la UNAM tiene convenios.
“Sus objetivos son incrementar la movilidad de alumnos de licenciatura y posgrado, el intercambio de académicos, y promover proyectos conjuntos de investigación, así como la certificación del español”, explicó el coordinador de Relaciones y Asuntos Internacionales (CRAI) de la UNAM, Francisco Trigo.
Los CEM se ubican en Los Ángeles, Seattle, Boston y Tucson, en Estados Unidos; en China; España; Costa Rica; Francia; Reino Unido; Alemania y Sudáfrica. En algunas de ellas, la UNAM realiza el Verano e Invierno Puma, mediante el cual estudiantes de esta casa de estudios acuden a perfeccionar su inglés o francés.
En las sedes de la Unión Americana también se llevan a cabo trabajos de integración con migrantes mexicanos, mediante programas de capacitación y culturales, entre otros.
Algunas de las universidades que alojan a la UNAM en el extranjero también han establecido oficinas en la Unidad Internacional de Sedes Universitarias, en Ciudad Universitaria, a fin de potenciar los programas de cooperación. Actualmente hay representaciones de las universidades de Arizona, de Calgary, Salamanca, Texas en Austin, de Indiana y de Estudios Extranjeros de Pekín, así como del consorcio Sorbonne Universités y del King’s College de Londres.
“A partir de enero contaremos con una oficina de la Universidad de Groningen, Holanda. Todas ellas buscan, al igual que nosotros, promover la presencia de su universidad, sus académicos y alumnos a nivel internacional”, concluyó Francisco Trigo.
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