Por: María Manuela de la Rosa/
Tercera y última parte –
El muy redituable negocio del narcotráfico, que ha cobrado miles y miles de víctimas, sólo en México deja ganancias por casi 4 billones de pesos, aunado a las actividades delictivas del tráfico de personas, el secuestro, el huachicol, etc.
Sólo para darnos una idea, ya que no hay cifras exactas ni estudios profundos al respecto, el robo de combustible o huachicol le cuesta a PEMEX entre 50 mil y 70 mil millones de pesos al año, en cifras conservadoras.
Por otro lado, el negocio despiadado del secuestro reditúa a los criminales sumas insospechadas. Sólo recordar que han llegado a cobrar docenas de millones de dólares por sus víctimas, muchas de las cuales han sido asesinadas sin el mayor escrúpulo. Sólo recordar al más sanguinario secuestrador del que se tiene memoria, el “Mochaorejas”, quien poseía una fortuna de alrededor de 4.7 millones de dólares, 25 casas, e incluso se le encontraron 43 millones de pesos en una de sus residencias y 601 centenarios, producto del rescate de sus múltiples víctimas.
En México, en donde el narcotráfico y los delitos graves son cada vez más comunes, existen diversos cárteles que controlan tan delesnables negocios, mismos que luchan entre sí por obtener el control total del territorio, motivo por el cual los asesinatos se han multiplicado en los últimos diez años, como ya se ha mencionado, siendo los principales los siguientes:
Cártel de Sinaloa, lidereado en un principio por Ismael “El Mayo Zambada”, que controlaba gran parte de Sinaloa, Durango, Chihuahua, Baja California, Sonora y con cierta presencia en otros diez Estados. De acuerdo a la DEA, es el cártel con mayor influencia, ya que tiene alcance global, con actividad en 40 países de todos los continentes.
Tiene su base e la ciudad de Culiacán. La primera generación la encabezó Pedro Avilés Pérez a finales de los años sesenta de quien se dice fue el pionero en el uso de aeronaves para el traslado de la droga hacia los Estados Unidos. La segunda generación, en los años ochentas, fue lidereada por Roberto Moreno, Ernesto Fonseca Carrillo, Miguel Angel Félix Gallardo y el sobrino de Avilés Pérez, Joaquín Guzmán Loera.
Para 1990 la organización se dividió en dos: el Cártel de Tijuana, encabezado por los hermanos Arellano Felix y el Cártel de Sinaloa, dirigido por Héctor Luis Palma Salazar, Adrián Gómez González y Joaquín Guzmán Loera.
Hoy sus líderes son los hijos de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo Guzmán, e Ismael Zambada García, El Mayo Zambada.
A nivel nacional el cártel tiene presencia en 17 Estados y su negocio se concentra en el contrabando de cocaína colombiana, mariguana mexicana, metanfetamina y heroína del sudeste asiático, que introduce en los Estados Unidos a través de su frontera, en donde es entregada a células de distribución en Arizona, Texas, California, Chicago y Nueva York.
El 25 de febrero del 2009, a través de la operación Xcellerator, Estados Unidos arrestó a 750 integrantes del Cártel de Sinaloa y logró la incautación de más de 59 millones de dólares en efectivo, así como numerosos vehículos, aviones y barcos.
La Administración para le control de Drogas (DEA), de Estados Unidos indica en su informe anual 2018 que a pesar de la detención del Chapo, el Cártel de Sinaloa sigue exportando a EU grandes cantidades de metanfetamina, mariguana cocaína, heroína y fentanilo a lo largo de la frontera y en los Estados de Arizona, el oeste de Texas, Nuevo México y California. Dichas substancias son distribuidas por pandillas aliadas al cártel en Chicago, Phoenix, Denver y Los Angeles.
El informe menciona que Guzmán Loera transportó decenas de miles de kilogramos de droga de centro y Sudamérica para distribuirlos al mayoreo en ciudades norteamericanas como Miami, Arizona, Atlanta, Chicago, Los Angeles y Nueva York, para lo cual usó aviones de fibra de carbono, submarinos, trenes con compartimientos secretos y túneles transnacionales.
El Cártel Jalisco Nueva Generación, cuyos líderes son Nemesio Osegueda Cervantes, alias El Mencho y José Luis Mendoza Cárdenas. Tiene actividades en Jalisco. Baja California, Michoacán, Guerreo, Guanajuato, Oaxaca y Veracruz, con presencia además en 14 países. Actualmente es uno de los cárteles mas poderosos, que compite por el control con el Cártel de Sinaloa y ha extendido su influencia a varios Estados de la República.
Cártel del Golfo, que dirige José Antonio Romo López,
“Don Chucho” y José Alfredo Cárdenas Martínez, “El Contador”, que controlan Tamaulipas, Quintana Roo y una pequeña porción de San Luis Potosí. Tiene 12 grupos criminales, principalmente en Tamaulipas, son: Metros en Reynosa, Rojos en Matamoros, Grupo Lacoste, Grupo Dragones en Tampico, Grupo Bravo en Aldama, Grupo Pumas en El Mante, Grupo de Apoyo Ceros o M3 en Reynosa, Los Fresitas, Los Sierra, Los Pantera y Los Ciclones, y Los Pelones en Cancún, Quintana Roo.
Cártel de los Beltrán Leyva, encabezado por Fausto Isidro Meza Flores “El Chapo Isidro” y José Luis Ruelas Torres, con presencia en Guerrero, Morelos, Nayarit, Sinaloa y ciudades de Estados Unidos como Los Angeles Chicago y Atlanta. Cuentan con 6 pandillas: tienen siete grupos: Los Mazatlecos (Sinaloa y Baja California Sur), un grupo que opera en Sonora conocido como El 2000 (también identificado como El Panchillo o El Panchillo Huevos), Los Granados (oriundos de la región de Tierra Caliente de Guerrero), Los Rojos (que operan en la región norte y centro de Guerrero y Morelos), La Oficina (Aguascalientes y Baja California Sur), Los Ardillos (cuya actividad criminal se desarrolla en La Montaña y el centro de Guerrero) y el Cártel Independiente de Acapulco o CIDA, en Guerrero.
Los Zetas, lidereado por Juan Gerardo Treviño Chávez “El Huevo”, que controla Campeche, Tabasco, Puebla, Quintana Roo, Coahuila y Tamaulipas. Tienen 9 escisiones criminales. Es una organización paramilitar integrada por desertores de fuerzas especiales del Ejército, que se dio a conocer por sus acciones terroristas para imponerse como organización delictiva sobre pandillas locales. Dedicados al narcotráfico, robo, secuestro, robo de bancos, extorsión, etc. En el 2014 el gobierno de Barack Obama lo calificó como amenaza global, comparable a las mafias más peligrosas del orbe como la Camorra en Italia, los Yakuza de Japón o el Círculo de Los Hermanos en Rusia. En un principio fueron el brazo armado del Cártel del Golfo, pero poco después se separaron para operar por su cuenta.
Cártel del Pacífico. Inició sus actividades desde los años 30 con el contrabando de alcohol, pero poco a poco fue transformando su negocio hasta dedicarse al trasiego de droga y llegó a tener conexiones en Europa, Africa, centro y Sudamérica. Aunque muy mermado después de la detención de su líder Osiel Cárdenas, cuenta con 8 pandillas: Gente Nueva (Chihuahua y Sinaloa), Los Cabrera (Durango y Chihuahua), y la barredora (Guerrero).
Los Arellano Felix, que iniciaron sus actividades en Tijuana en el año de 1982, siendo un par de hermanos carismáticos dedicados a las fiestas, que sin embargo se dieron a conocer por su alto nivel de violencia y sadismo. Mantenían un convenio con El Chapo Guzmán, con quien tuvieron diferencias por el trasiego de droga hacia los Estados Unidos y surgió ahí una rivalidad, por lo que planearon matar al Chapo en Guadalajara y se dice que en su intento hubo una confusión, por lo que quien resultó muerto fue el cardenal de Jalisco, Juan José Posadas Ocampo. Aunque los hermanos fueron abatidos, se dice que este cártel continúa con sus actividades bajo el liderazgo de sus hijos.
Cártel de Juárez, lidereado por Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”, llamado así porque utilizaba aeronaves para trasladar droga hacia los Estados Unidos. Fue socio del poderoso narcotraficante colombiano Pablo Escobar, por lo que este cártel. Llegó a ser uno de los más poderosos en México. Llegó a transportar hasta 5 toneladas de cocaína en aviones 727. Oficialmente se dice que murió en 1997 durante una cirugía estética, pero hay rumores de que sigue con vida y tiene otra identidad, lo cual no es muy descabellado, dado que poco se supo del cadáver y gozaba de gran influencia con las autoridades de procuración de justicia. Al parecer, en la actualidad este cártel fue absorbido por el cártel Jalisco nueva generación, que cuenta con dos pandillas: La Línea y Los Aztecas (Chihuahua).
La Familia Michoacana, un cártel que pretende sustentarse en ideas religiosas presuntamente como reclamo de la dignidad de los michoacanos, es un cártel muy violento y sanguinario que dice aplicar la “justicia divina”, sin embargo se le conoce por sus continuas ejecuciones y una gran actividad delictiva, trabaja junto con el grupo de Guerreros Unidos no sólo en Michoacán, sino en Guerreo, Morelos, y en el Estado de México.
Los Caballeros Templarios, es una escisión de La Familia Michoacana, lidereada por Servando Gómez, La Tuta, quien logró un gran poderío gracias a su buena relación con las autoridades estatales. Fue aprendido en febrero del 2014 y a partir de ahí perdió fuerza. Se dedicaba al narcotráfico y al secuestro principalmente.
Muchos son los rumores de la colusión de las autoridades con los cárteles, más por la evidencia de la impunidad de que gozan los delincuentes, sobre todo los más poderosos.
Recientemente el periodista Héctor de Mauleón publicó que de acuerdo a reportes de inteligencia del Estado de México, en enero de este 2019 varios Comisarios de Seguridad y Tránsito del Estado de México fueron convocados a reunirse en restaurantes con operadores del Cártel Jalisco Nueva Generación. Los comisarios fueron reunidos por regiones en diferentes llamados, a los que acudieron directores de la zona de Amecameca (con 13 municipios), Tultitlán (con 4 municipios), Cuautitlán Izcalli (con 3 municipios), Ecatepec (con dos municipios), y Zumpango (con cinco municipios).
Aparentemente estas reuniones fueron organizadas por uno de los comisarios de seguridad y ahí los criminales pidieron a los policías que no se metieran con su actividad delictiva y que de dedicaran únicamente a los delitos comunes, a cambio ni ellos ni sus hombres serían tocados.
De esto, sólo uno de los comisarios reportó el hecho al presidente municipal y según su versión, no hubo ofrecimiento de dinero, sólo a propuesta de “no nos toquen y no los tocamos”
Según los expertos y el más elemental sentido común, el hecho de que la mayoría de comisarios no haya reportado las reuniones con los narcotraficantes, es revelador, como ha sucedido en Culiacán, donde regiones enteras tomadas por grupos criminales dedicados al secuestro, la extorsión, el narcomenudeo y el robo de vehículos de carga, en donde la policía simula no ver, dejando a la población indefensa.
Curiosamente en Tecámac, en un lapso de 9 meses hubo 4 directores de seguridad, quienes renunciaron por motivos tales como asuntos familiares y aunado a esto, la alcaldesa de Tecámac, Mariela Gutiérrez, comenzó a recibir amenazas de muerte.
La información descrita por el reporte no es exclusiva del Estado de México, también en la ciudad de México los directores de seguridad ya han sido abordados por los criminales y los alcaldes han guardado silencio.
México está a merced de poderosos grupos de narcotraficantes que con sus inmensas fortunas pueden comprar prácticamente todo. ¿Hasta cuando podrá más el poder del dinero que la voluntad para tomar decisiones a favor de la seguridad y bienestar de los ciudadanos?
Si lo analizamos fríamente, es mucho más redituable contar con certeza jurídica que conlleve a la paz, porque esto redundará en una mayor productividad que genere riqueza lícita con bienestar.
El dinero manchado de sangre por necesidad tiene que ocultarse o lavarse. El dinero limpio puede emplearse abiertamente y ser generador de un desarrollo integral.
La historia nos dice que no hay ningún delincuente por poderoso que llegue a ser, que no termine muerto o en la cárcel.
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