Por María Manuela de la Rosa/
– Primera Parte –
El narcotráfico mueve cientos de miles de millones de dólares anualmente. Desde el 2014 Yuri Fedotov, director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), advirtió que el narcotráfico representa el 1.5% del PIB mundial, esto es, el 7% de las exportaciones mundiales.
Los negocios ilegales más redituables son el narcotráfico, la falsificación de productos, la trata de personas, la venta ilegal de armas y los delitos ambientales como el tráfico de colmillo de elefante y maderas preciosas.
Los delitos generan el lavado de dinero y apoyan la corrupción, la violencia y en algunos casos el terrorismo, por lo que el crimen organizado es un problema grave para la estabilidad y el desarrollo de regiones enteras.
El tráfico de drogas en ese año movía 320,000 millones de dólares anuales. La cocaína 85,000 millones, negocio que se genera principalmente en los Estados Unidos con 35,000 millones y Europa occidental con 26,000 millones; los opiáceos 68,000 millones.
Las falsificaciones, principalmente de ropa, accesorios y medicamentos, generaron 250,000 millones.
La trata de personas, para explotación sexual, trabajo forzoso, mendicidad y pornografía infantil, extracción de órganos, etc., generaba alrededor de 32,000 millones de dólares y afecta a 2,4 millones de personas.
El tráfico ilegal de migrantes hacía ganar a las mafias 6,600 millones de dólares.
La venta ilegal de flora y fauna silvestre representaba entre 8,000 y 10,000 millones de dólares.
El tráfico de armas sumaba alrededor de 1,000 millones de dólares.
El robo de identidad en internet es un negocio valorado en alrededor de 1,000 millones de dólares.
En un informe del 2018 la Oficina de Drogas y Crimen de las Naciones Unidas señaló que el narcotráfico genera ganancias por 650.000 millones de dólares. En sólo cuatro años el negocio se duplicó y esta es la tendencia a futuro si no se toman medidas, porque no se trata sólo de un negocio inmensamente redituable, sino de las repercusiones para la sociedad no sólo de salud, sino del bienestar general, estabilidad emocional, seguridad, calidad y esperanza de vida, que no parecen ser la prioridad de las políticas públicas a nivel global.
El economista Martín Siracusa dice que la producción de la mariguana se encuentra diversificada en 129 países. Aunque hay que mencionar, Estados Unidos es el segundo productor, ligeramente por debajo de Marruecos.
La cocaína se origina sólo en la región andina de América Latina.
El opio en Afganistán.
Importante considerar que los países desarrollados consumen el 70 % de las drogas, así que el problema no es sólo de los países productores, sino que se genera a través de una demanda cada vez mayor, en donde no se observan grandes iniciativas para acabar o reducir al menos el consumo en estas sociedades de primer mundo, que podría derivar en problemas tan graves que pueden poner en riesgo su estabilidad social y su misma supervivencia; riesgo que al parecer se soslaya, priorizando ese negocio millonario.
En los últimos años la producción de cocaína se duplicó, en tanto que la producción de drogas sintéticas de multiplicó por 8.
Y habría entonces que preguntarnos, porqué sólo en algunos países se habla del combate a las drogas y los Estados Unidos se erigen en los fiscales más implacables y “autorizados”, incuso para certificar los esfuerzos de los países de América Latina en este sentido, cuando el mercado más grande de consumo lo tiene precisamente Estados Unidos y nada se habla se su combate y menos de enjuiciamientos de grandes capos, como si la distribución y venta ahí se hiciera de manera mágica. Y sí, a lo largo de la historia hemos observado como los Estados Unidos han sido muy eficaces en llevar a los grandes líderes de los cárteles de América Latina a su país para encarcelarlos; y sobre todo, en aras de “recuperar” sus activos, cuyo fin nunca se ha dado a conocer, siendo que constituyen fortunas inmensas que se evaporan en la vorágine del escándalo mediático.
Y estas son las cifras del consumo, que evidentemente implica mercados millonarios, según datos de la ONU:
Inglaterra en el país que más cocaína consume en el mundo, mientras que Australia encabeza el consumo de éxtasis.
Los principales consumidores de cocaína son:
Escocia 2.4 %
España 2,3 %
Estado Unidos. 2.3%
Australia 2.1 %
Uruguay 2.1 %
Inglaterra y Gales 1.9%
Malta 1.78 %
Brasil 1.75 %
Los principales consumidores de éxtasis:
Australia 3%
Nueva Zelanda 2.6 %
Escocia 1.7 %
Holanda 1.4%
Inglaterra y Gales 1.3%
Bulgaria 1.2 %
Estonia 1.2 %
Estados Unidos 1.2 %
Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz en Estocolmo, los tres productos que más se intercambian a nivel mundial son el petróleo, las armas y las drogas:
Petróleo: 11´500,000 barriles diarios, de los cuales EU consume 94 millones, siendo el más grande consumidor.
Armas: EU es el primer productor y exportador, controlando el 31 % del mercado internacional.
Drogas: según la ONU, 246 millones de personas en el mundo consumen drogas, de las cuales 182 millones consumen mariguana; 48.9 millones heroína; 17 millones cocaína y el resto anfetaminas, éxtasis y otros tipos de drogas.
Estados Unidos es el segundo productor de mariguana en el mundo, superado por poco por Marruecos.
Y sin embargo los costos en muertos, desaparecidos e inseguridad generalizada los pagan los países de América Latina. Ismael Eslava Pérez, primer visitador de la CNDH dijo que del 2007 al 2017 casi se triplicó el número de víctimas por homicidio que deja el crimen organizado entre 0 y 19 años. Datos proporcionados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos afirman que más de 30 mil niños han quedado huérfanos por esta violencia que ha ido escalando
De acuerdo al INEGI del 2007 al 2017 en número de menores asesinados pasó de 2002 a 2,858, siendo las entidades con mayor incidencia Chihuahua, Zacatecas, Michoacán, Guerrero y Baja California. Pero, ¿quién se ocupa de este tema que sólo queda en cifras?
Hasta abril del 2018 se registraron 36,265 menores desaparecidos.
Y del 2006 al 2018 se han cometido más de 250 mil homicidios dolosos, lo que indica la gravedad del problema de inseguridad que ha generado la impunidad de que gozan los grupos criminales en México. ¿Será por el poder de sus inmensas fortunas y su influencia global?
Y ahora resulta que el gobierno norteamericano ofrece prácticamente invadir a México con su ejército para combatir al narcotráfico. ¿en serio para combatir?
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