Por: Patricia Ramírez
Ante el asesinato del líder y activista tzotzil, Guadalupe Huet Gómez, ocurrido el pasado 22 de mayo en Cruzton, del municipio Venustiano Carranza en Chiapas, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) solicitó al gobierno estatal realizar una profunda y completa investigación para encontrar a los responsables, además de tomar medidas cautelares para proteger a los familiares y demás miembros de la comunidad.
En la petición se menciona el respeto de la integridad, seguridad y vida de los pueblos y comunidades indígenas, principalmente aquellos que se dedican a luchar por sus derechos, por lo que cualquier acto de violencia será condenado por la CNDH, ya que los culpables de cualquier delito que afecte la integridad humana debe ser sancionado conforme a la ley.
Otras instituciones que también han manifestado su molestia ante el asesinato y exigen una investigación exhaustiva son la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), ya que en lo que va del año cinco líderes indígenas han sido asesinados.
Guadalupe Huet trabajaba en defensa de la tierra y el respeto a usos y costumbres de su comunidad, además de ser consejero de la Organización Nacional del Poder Popular (ONPP).
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