Por: Redacción/
La clonación humana es causa de una de las controversias éticas del mundo de la genética, que con los años ha atestiguado casos que bien podrían inspirar a novelistas a escribir historias al más puro estilo de Frankenstein y, sean ciertas o no, ocupan gran parte de los debates en el umbral de la bioética, asegura el doctor Jorge Alberto Álvarez Díaz.
El profesor de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), reconocido por la Asociación Nacional de Locutores de México por su experiencia en los aspectos éticos en las ciencias de la vida, narra sucesos sobre posibles actos de clonación humana, uno de los cuales fue dado a conocer en diciembre de 2002, cuando Brigitte Boisselier anunció que la compañía que presidía, Cloneaid, había conseguido clonar a un ser humano, al lograr que una mujer estadounidense de 31 años diera a luz una niña que llamó Eva.
Sin embargo, 16 años más tarde, Boisselier no ha proporcionado ni una sola prueba de tal nacimiento y aunque entonces no existía el término fake news o noticia falsa, bien podría nombrarse así.
Otra historia está protagonizada por un coreano: Hwang Woo-suk, veterinario de profesión quien publicó dos artículos en la revista Science, una de las de mayor prestigio científico en el mundo, cuando en marzo de 2004 anunció que había clonado células madre embrionarias humanas que habían generado 11 líneas celulares específicas de un paciente.
Sin embargo, Roh Sung-il, colaborador de Woo-suk, lo denunció y se inició una investigación, pues a pesar de existir publicaciones científicas se demostró que los datos fueron falsos, lo lamentable fue que hubo muchas esperanzas de pacientes creyendo que podrían generarse tratamientos para la cura de sus enfermedades.
Una tercera historia ocurrió a finales de 2018 cuando He Jiankui, científico chino, comunicó mediante un video de youtube que habían nacido Nana y Lulu, hijas de Grace y Mark, quienes son seropositivos para el VIH.
El virus del VIH necesita de al menos dos proteínas en la superficie de las células para poder infectarla: un receptor y un co-receptor, lo que Jiankui dice que hizo fue aplicar la técnica de CRISPR o de edición genética, para quitar el gen que produce la proteína CCR5, que es un co-receptor habitual para el VIH-1.
La edición de genes es una técnica de biología molecular que consiste en cortar y eliminar genes permitiendo modificaciones, se cree que esto podría ayudar a eliminar enfermedades humanas, pero no está demostrado.
Las noticias respecto de Jiankui se han multiplicado, en primer lugar CRISPR es experimental, no hay datos científicos que prueben que se trata de una técnica eficaz y segura, y aunque dice que las niñas están sanas, al no ser una técnica precisa, la manipulación genética puede llevar a mutaciones que podrían producir otras enfermedades, incluyendo cáncer.
Además se trataría de un caso de “mejora humana”, las niñas ya no tendrían la posibilidad de contraer el VIH y aunque Jiankui dice que una investigación así hace que un recién nacido ya no pueda contagiarse, existe un protocolo de tratamiento que previene la transmisión del VIH de la madre al producto desde 1997. En medio de escándalo en medios de comunicación, el investigador chino no ha presentado evidencia sólida de que efectivamente realizó lo que dice haber hecho.
En el mundo existen casos estudiados de fraude científico que han mostrado que investigadores jóvenes con carreras brillantes se ven en la tentación de crear noticias falsas, con tal de conseguir reconocimiento mundial, señala en el artículo Entre la mala conducta científica, el delito y las noticias falsas. A propósito de la edición genética de embriones humanos.
El profesor del Departamento de Atención a la Salud de la Unidad Xochimilco y miembro del Consejo de Bioética de la Ciudad de México se pregunta: ¿cómo debería regularse en este tipo de temas?, ¿sancionándolos?, ¿cómo confiar en la información ante estas noticias?; no hay respuestas sencillas a problemas complejos, pero está claro que algo debe hacerse al respecto.
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