Por: Redacción/
Tras cuatro décadas de estudio científico y alrededor de 50 investigadores dedicados al estudio de la cisticercosis y los parásitos que la causan, especialistas del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM cuentan ya con las herramientas para erradicarlos, afirmó Juan Pedro Laclette San Román.
El investigador emérito de esa entidad explicó que ellos proponen dos mecanismos: la vacunación (cuentan con dos versiones, una desarrollada en Biomédicas y otra en Australia) y el tratamiento masivo.
Actualmente, el problema de la cisticercosis en el país es menos grave que en décadas anteriores. Según la Secretaría de Salud, las notificaciones oficiales indican que los casos disminuyeron de 564 en 1988, a 239 en 2015.
Pero “en zonas rurales todavía es considerable”, dijo Juan Pedro Laclette San Román. Los universitarios no sólo piensan en combatir la cisticercosis en México, “el asunto es mucho mayor en naciones como Ecuador, Perú, Bolivia y varios de África”.
Lo deseable sería probar la campaña de erradicación en tres estados del país, como Morelos, Michoacán y Guerrero, en donde han trabajado durante años por ser zonas de alto consumo de carne de puerco contaminada, dijo en el auditorio Alfonso Escobar Izquierdo.
Teniasis y cisticercosis
La teniasis es una infección intestinal provocada por la tenia adulta (Taenia solium), que se transmite al ser humano mediante la ingestión de quistes larvarios (cisticercos) presentes en la carne de cerdo poco cocinada.
Los portadores humanos excretan los cisticercos en las heces y contaminan el medio ambiente cuando defecan al aire libre, como ocurre en zonas marginadas con condiciones insalubres.
Tras su ingestión, los huevos de T. solium se transforman en larvas en varios órganos del cuerpo humano, y cuando alcanzan el sistema nervioso central pueden causar síntomas neurológicos (neurocisticercosis), en particular epilepsia.
Hasta ahora, los expertos de la UNAM cuentan con sustancias efectivas en contra del gusano adulto y con métodos diagnósticos eficientes para detectar la infección y no dar un tratamiento que pudiera generar reacción.
Modelo científico
“La cisticercosis es un modelo para la ciencia mexicana. No se me ocurren muchos ejemplos de la ciencia nacional en donde se haya logrado un nivel de crecimiento y desarrollo tan espectacular”, consideró Laclette.
A los parásitos causantes de la cisticercosis, Laclette, sus colegas y alumnos de posgrado los conocen a detalle y desde diversas aristas: saben cómo son morfológicamente, conocen sus composición molecular, han descifrado su genoma y hoy transitan por una era posgenómica, en donde indagan con precisión, por ejemplo, la composición de proteínas para saber cuántas son propios del parásito y cuántas obtienen del organismo huésped (sea un cerdo o un humano).
“Este año publicamos un artículo donde describimos un modelo matemático que permite rastrear la dinámica de transmisión; es decir, podemos saber cuántos humanos tienen teniasis, cuántos cisticercosis y cuál es la razón de la transmisión. Es un modelo que describe con precisión la dinámica de tenias y cisticercos”, remarcó.
El modelo matemático propone los indicadores que se deben rastrear para conducir una campaña de control y erradicación de estos parásitos.
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