- La CIDH mencionó que los cuerpos de seguridad mexicanos y las autoridades estatales utilizaron escudos u toletes para golpear a las personas en contexto de movilidad.
Por: Oscar Nogueda/
La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) condenó el uso excesivo de la fuerza contra las caravanas de personas migrantes en Chiapas durante agosto y septiembre de este año.
Entre el 28 de agosto y el 5 de septiembre, la CIDH reconoció la formación de cuatro caravanas de personas migrantes y con necesidades de protección internacional, en las cuales viajaban mujeres, niñas, niños, adolescentes y mujeres embarazadas. Estos movimientos migratorios fueron consecuencia de las demoras prolongadas en la resolución de los procedimientos de asilo, falta de acceso a servicios estatales y al ejercicio de otros derechos en el sur mexicano.
“De acuerdo con la normativa vigente, las personas que solicitan asilo o protección deben esperar la resolución de sus procedimientos en la entidad federativa en que presentaron su solicitud. Como consecuencia de ello, organizaciones de la sociedad civil señalaron que ante la falta de oportunidades de integración en dicha región, se habría agudizado la situación de vulnerabilidad de las personas en movilidad”, indicó la CIDH.
La Comisión indicó que las el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional (GN) utilizaron la fuerza en los operativos de control migratorio y realizaron detenciones de personas migrantes, lo cual es contrario a los estándares internacionales en la materia. Cabe destacar que en estos operativos participó el Ejército mexicano y los Grupos de protección Beta.
Ante esta situación, mencionó que los cuerpos de seguridad mexicanos y las autoridades estatales utilizaron escudos u toletes para golpear a las personas en contexto de movilidad. Estas acciones se realizaron contra personas adultas con niñas, niños y adolescentes, así como contra familias.
El organismo regional destacó que las detenciones de personas migrantes y con necesidades de protección internacional se llevaron a cabo con uso excesivo de la fuerza. Según reportes de la sociedad civil, las autoridades mexicanas utilizaron aparatos para dar toques eléctricos a las personas detenidas y obligarlas a subir a camiones para ser expulsados a Guatemala.
“El uso de la fuerza se empleará únicamente cuando todos los demás medios de control se hayan agotado o fracasado, y siempre deberá ser estrictamente proporcional y necesario para alcanzar un objetivo lícito y razonable en las circunstancias de cada caso. Asimismo, el Estado deberá actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar a los responsables y reparar a las víctimas”, apuntó la CIDH.
Igualmente, reiteró que la detención migratoria es una medida excepcional, ya que sólo podrá ser utilizada cuando necesaria, razonable y proporcional. A pesar de ello, las autoridades deben la detención de niñas, niños y adolescentes en contexto de movilidad.
Por otro lado, la CIDH detalló que las funciones de control migratorio y seguridad ciudadana corresponden a las policías civiles y comentó que el personas militar no está capacitado para atender las necesidades de la población en contexto de movilidad. Por ello, subrayó que las labores de asistencia humanitaria deben estar a cargo de autoridades civiles capacitadas.
Por lo anterior, llamó al Estado mexicano a a investigar de oficio, con la debida diligencia, la violencia contra esta población, sancionar a los agentes estatales responsables, y reparar integralmente a las víctimas de estas violaciones a derechos humanos.
Además, pidió implementar medidas para que las instituciones públicas puedan actuar de manera adecuada y con respeto al debido proceso respecto a los flujos de personas en contexto de movilidad, así como integrar un perspectiva de género y enfoques diferenciados a dichas acciones.
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