Por: Redacción/
Al advertir que el “chapulineo” es un descaro y desidentidad ideológica, la presidenta del partido local Equidad, Libertad y Género, Mariana Morán Salazar alertó que las ambiciones de poder traen consigo traiciones, irritaciones y mutaciones ideológicas.
“Los mutantes dicen pertenecer a un partido y la correspondiente ideología de ese grupo político, pero de pronto, cuando no son elegidos, o cuando prevén que se va a hundir el barco, huyen estrepitosamente para asumir un proyecto político opuesto o ajeno a sus primigenias convicciones”.
Mariana Morán se pregunta: ¿cómo fue que alguien que está convencido de ciertos postulados cambió en un par de horas de ideales, principios, símbolos y convicciones? La ideología política es un juego ético que se relaciona con un instituto político, con una marca ético-cultural, con una visión de configuración del orden social, de cómo la sociedad debería funcionar. Lo que está pasando con algunos partidos políticos ahora “ya raya en lo ridículo”.
Un chapulín político, cuestiona la presidenta de ELIGE, ¿en qué escala de credibilidad se ubica?, ¿a quiénes representa?, ¿qué mutación filosófico-política ha obrado en su conciencia para cambiar de postulados abruptamente?, ¿puede considerarse honesto su proceder?
“Cuanto más si pasa de la derecha a la izquierda o viceversa, o en el caso de que sus mutaciones sean múltiples y haya ya pasado por diversos estados de convicción.
¿Qué va a pasar cuando Morena vaya a la baja? ¿Cuántos habrán de darse cuenta que ese instituto político no representaba sus convicciones para brincar al partido emergente que va al alza?”
Asegura que “los ciudadanos ya no creemos en los partidos políticos, de sobra se reconoce ya a los depredadores políticos, “aunque éstos reconozcan que sólo han robado poquito”.
Algo se debe hacer, sostiene, para incluir en las curules y en las opciones de gobierno a ciudadanos y ciudadanas honorables, reconocidos en el pueblo o comunidad, que han trabajado honestamente toda su vida, que no han vivido del erario público, que han sido comerciantes, empresarios, emprendedores, obreros, amas de casa, maestros, investigadores universitarios, hombres y mujeres intachables, que nunca han sido “sanguijuelas del presupuesto”.
La democracia está en crisis, subraya Mariana Morán Salazar, es una crisis mundial de credibilidad en la clase política, pero que nos afecta más sentidamente en México.
El año electoral ha comenzado con miras a las próximas elecciones del 6 de junio de 2021, y serán los comicios más grandes y complejos de nuestra historia. En el aparador están los mismos de siempre, ¿estamos condenados a sufrir el gobierno de esa indigna clase política?, ante la crisis de la democracia, ¿qué opción fresca y de renovación tenemos?, concluye.
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