Por. Redacción/
Con un extenso recorrido musical, el compositor, cantante y multiinstrumentista argentino Pedro Aznar celebró 35 años de trayectoria musical en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris” con el espectáculo retrospectivo Resonancia que reunió en un mismo escenario las diferentes etapas que componen la historia de uno de los referentes sonoros de Latinoamérica.
Tras saludar a sus seguidores mexicanos, Aznar inició la velada musical con “Conduciendo una locomotora” seguida de “Septiembre”, ambos extraídos de Pedro Aznar (1982) que hicieron vibrar desde el primer momento al público asistente al recinto perteneciente a la Secretaría de Cultura capitalina.
“Prepárense para una noche larga, vamos a tocar temas de todos los discos” dijo Aznar a su audiencia antes de remontarse a 1984 con “A la hora que duermen los trenes”, tema incluido en Contemplación, segunda producción independiente del intérprete bonaerense. Los recuerdos siguieron fluyendo con la sorprendente base rítmica de sabores funk del ahora clásico “Fotos de Tokyo”, mientras la energía sonora y los estridentes riffs de “Elegir” mantenían siempre atento al público de todas las edades.
El músico argentino continuó su repaso fundiendo elementos de rock, folk, así como funk y tango, de inicios de los noventa, con “Ella se perdió” seguida de la cadencia jazzística plasmada en “Amor de juventud”; en tanto “Si no oigo a mi corazón” transportó a los presentes a la primera mitad de los noventa del siglo pasado con instrumentaciones características de ese periodo en su historia musical.
“En 1999 me convocaron para musicalizar once poemas del gran Jorge Luis Borges y con ellos integramos un álbum que se llamó Caja de música”, sostuvo el ex-integrante de agrupaciones como Alas, Serú Girán y Pat Matheny Group, previo a la interpretación de “Caja de música” —que da nombre al trabajo discográfico editado a finales de la última década del siglo XX.
Ritmos africanos, world music y sonoridades brasileñas se materializaron en el Teatro de la Ciudad cuando el cantautor revisitó acústicamente —entre aplausos y gritos contenidos—, “A primera vista”, canción original del autor brasileño Chico César; continuaron la noche argentina “Dicen que dicen”, el cover a The Beatles “Tomorrow Never Knows” y una emotiva versión musical del poema escrito por Vinicius de Moraes, que en 1973 hiciera famosa Secos & Molhados: “A rosa de Hiroshima”.
Los diversos instrumentos como guitarras, sintetizadores, batería, percusiones y pianos dispuestos por el proscenio centenario emanaron desde “Quebrado”, uno de los temas más representativos de Aznar extraído del álbum doble del mismo nombre lanzado en 2008.
Las ovaciones resonaron fuertemente con “Tu amor” tema grabado colaborativamente con el ícono musical argentino Charly García en 1994 como parte del disco Tango 4; ya con el banquete musical entrado a la recta final, pudieron ser escuchadas “Media Verónica”, original de Andrés Calamaro, y “Par”.
En tanto, “Quedándote o yéndote” evocó un conmovedor homenaje al guitarrista, compositor y poeta Luis Alberto “El Flaco” Spinetta, con quien Aznar colaboró en el proyecto Spinetta Jade en 1980. De este siglo sonaron “Perdón”, “Refugio” y bien roquera “La trampa”, esta última, con lírica que hace referencia a la complicada situación política internacional actual.
Al ritmo clásico cántico de concierto “¡Otra, otra, otra, otra!” Aznar inició la última parte de su presentación musical con la recién estrenada en 2017 “Tango Putain” continuado por su celebrado cover a Sir Elton John “Ya no haya forma de pedir perdón” que significó uno de los momentos clave de la noche retrospectiva.
Tras la instrumentación de “Rencor”, el cierre de una noche nostálgica, llena de recuerdos, alcanzó su cenit cuando Aznar interpretó “Mientes”, tema manufacturado con Charly García para el disco Tango 4, que fue celebrado ampliamente por un abarrotado Teatro de la Ciudad que así despidió a uno de los músicos emblema de la música latinoamericana.
No Comment