Por: Redacción/
Los casos confirmados de COVID-19 por los centros de atención instalados en los campus de la Ciudad de México y Morelos de la UNAM se canalizan a diversos centros hospitalarios, atendiendo los procedimientos establecidos por la Secretaría de Salud.
De esta manera, la Universidad participa en la emergencia sanitaria que vivimos, probablemente la más aguda de los últimos 100 años, afirmaron integrantes de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus, en conferencia virtual.
En sus dos centros de atención, recibe en promedio 20 llamadas diarias y al principio de su servicio, hace unas semanas, recibió hasta 100 llamadas solicitando diagnósticos.
Samuel Ponce de León Rosales, titular de la Comisión y coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS), señaló que esta casa de estudios también participa con una extensa campaña de comunicación, mediante la cual brinda información a su comunidad y a la sociedad civil para promover las medidas de higiene, y mantiene contacto con periodistas para resolver dudas.
Malaquías López Cervantes, profesor del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina (FM), recordó que se lanzó una convocatoria de investigación para que expertos dentro y fuera de la UNAM participen en el desarrollo de diversas líneas de indagación científica sobre la COVID-19.
Delicados, próximos ocho a 10 días
Mauricio Rodríguez Álvarez, profesor del Departamento de Microbiología y Parasitología de la FM, enfatizó que los próximos ocho a 10 días serán delicados, pues implican un periodo de transición en donde es crucial incrementar las medidas de higiene como lavarse las manos, realizar el estornudo de etiqueta y limpiar superficies y aparatos de uso diario.
“Estamos adentrados en la etapa dos y esta nos exige tomar medidas enérgicas orientadas al control de la transmisión. Busquemos la manera de apoyarnos de forma muy solidaria”, subrayó López Cervantes.
En Estados Unidos hay una explosión de casos y se vislumbra una situación terrible. “Nuestra frontera es virtual y nos convierte en candidatos al contagio. Por ello debe haber cohesión social para extremar las medidas en México”, recomendó.
Respecto a Estados Unidos, Ponce de León dijo que el país vecino tiene muchos más casos que México debido al gran volumen de viajeros con Asia. “Tiene dos epicentros, en Washington y en California, con un gran tráfico aéreo. Esto va a afectar a nuestro país”, estimó.
Rodríguez Álvarez recordó que el primer caso en EU se dio a finales de enero y en México el 19 de febrero, así que ellos tuvieron casos importados antes que nosotros y una circulación comunitaria más rápida, mientras que en nuestra nación se busca alargar la etapa de la contención y evitar contagios.
Uso del cubrebocas
Aunque en varios países se discute sobre el uso del cubrebocas, en la Unión Americana recomiendan ampliar su utilización para limitar la posibilidad de tener contacto con microgotas de saliva.
“Hay microgotas que flotan en el aire y pueden contener el virus, por eso se recomienda su uso, por ejemplo, en el transporte público, pero sin descuidar otras medidas de higiene, pues da una sensación de seguridad”, alertó Ponce de León.
El experto aclaró que no hay posibilidades de síntomas sin infección, así que se deben extremar medidas y acudir al médico en caso de sentirse mal.
López Cervantes reiteró que hay que ser enfáticos con el distanciamiento social, pues en México ya hay transmisión comunitaria y la organización social debe ampliarse con redes de apoyo, sobre todo porque no se sabe cuándo terminará el primer brote de la pandemia.
Los especialistas recomendaron al personal de salud seguir medidas estrictas al tener contacto con pacientes, pues son un grupo estratégico en estos momentos y en otros países hay varios médicos afectados.
“El personal médico tiene un enorme riesgo y debe contar con equipo de protección personal para minimizar riesgos, pues se exponen al tomar las muestras. El personal necesita máscaras N95, gafas de protección o viseras, guantes y materiales para limpiar sus manos”, alertó Ponce de León. “Si se infectan disminuye la fuerza laboral y pueden contagiar a otros pacientes. Es una cadena que no queremos”.
Finalmente, reiteró que la UNAM se mantiene inmersa en la respuesta a la pandemia. “Somos un grupo asesor que colabora en temas importantes, donde hay oportunidad de trabajar, y estamos en colaboración con grupos interinstitucionales de expertos que involucran a otras universidades y al gobierno federal”.
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