Por: Redacción/
En promedio, entre 60 y 65 por ciento de los pacientes que son enviados por las escuelas a los servicios especializados para diagnóstico y atención del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), no lo padecen.
Por ello, es necesario que el personal de las instituciones educativas de nivel básico y medio, principalmente, reciba capacitación en torno a cómo detectar adecuadamente el TDAH en niños y adolescentes, dijo Emmanuel Sarmiento Hernández, académico de la UNAM y jefe del Servicio de Admisión del Hospital Psiquiátrico Infantil doctor Juan N. Navarro.
El principal motivo de consulta en dicho hospital, prosiguió, es por probable TDAH, uno de los trastornos neuropsiquiátricos diagnosticados con mayor frecuencia, e implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad e impulsividad, y en muchas ocasiones está asociado a otros trastornos psiquiátricos (comorbilidad).
Es más común durante la infancia y puede afectar de distintas maneras: dificultad para concentrarse y prestar atención, hiperactividad o problemas para ser pacientes, para desempeñarse en la escuela, y mal comportamiento en casa.
Éste es uno de los diagnósticos psiquiátricos con más alta comorbilidad, es decir, que además del dictamen positivo para TDAH “es probable que en el transcurso de los meses, o de los años, se presente otra afección o trastorno asociado; los de la conducta son los más reportados, y hasta 60 por ciento de los pacientes tienen ambos”.
En la Facultad de Medicina (FM), el especialista expuso que “pareciera que todo niño que se mueve y habla en exceso tiene TDAH, hasta confirmar lo contrario, aun cuando el diagnóstico de esta afección está bien descrito: tiene 18 síntomas, y para que un niño o adolescente sea valorado debe presentar, al menos, seis signos de inatención y otros tantos de hiperactividad-impulsividad”.
Sarmiento Hernández lamentó la estigmatización de los pacientes con un diagnóstico psiquiátrico en general, de ahí la necesidad de generar en las escuelas educación al respecto, dirigida a estudiantes, padres de familia, profesores y a la población en general. “Los sistemas de atención ya están establecidos, lo que debe hacerse en las instituciones educativas es tener mejores filtros”.
El tratamiento del TDAH es multimodal: medicamentos y terapias conductuales y psicopedagógicas, de acuerdo con los requerimientos de cada caso. Luego se hace una valoración terapéutica para retirar los fármacos, porque el niño podría haber desarrollado mecanismos para funcionar adecuadamente sin ellos.
Finalmente, indicó que este trastorno es altamente heredable, por lo que los especialistas “debemos hablar con los padres, explicarles de qué se trata y que el tratamiento incluirá el manejo de reglas y límites”.
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