Por: Redacción/
Al menos 80 por ciento de la población mundial no cuenta con seguridad hídrica, debido a que dispone de una cantidad de agua insuficiente para cubrir sus necesidades y padece problemas por la creciente contaminación, advirtió la doctora Blanca Elena Jiménez Cisneros, directora de la División de Ciencias del Agua y Secretaria del International Hydrological Programme de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En muchos países en desarrollo el suministro del recurso apenas alcanza los 130 litros por persona, en tanto que cerca de mil millones de individuos tienen un acceso limitado al agua potable, otros 2.5 mil millones no cuentan con un plan de saneamiento seguro y quienes sí lo tienen, en la práctica sólo pueden considerar 60 por ciento como confiable.
Al impartir la videoconferencia magistral Seguridad hídrica. Gestión del agua potable y de las aguas residuales en el contexto del cambio climático citó el último reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), según el cual lo anterior obedece al alto crecimiento de las ciudades, que alienta una demanda irracional del vital líquido, por lo que ha llamado a buscar otro modelo urbano.
En el Foro Problemas Metropolitanos: Acciones para su Atención. Temática Agua –organizado por la UAM, el Consejo Regional del Área Metropolitana de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (CRAM/ANUIES) y el Colegio de México A. C. (Colmex)– la ingeniera ambiental por la Unidad Azcapotzalco explicó que desde la Organización de Naciones Unidas se ha puesto en marcha el Programa Hidrológico Internacional (PHI) para una mejor gestión de aguas potable y residual, en colaboración con más de tres mil expertos de los 54 países miembros.
El cambio climático está afectando la disponibilidad, aunque no existe un análisis detallado de cómo y la captación y distribución se están realizando en todas las regiones, pero no existe un registro de la calidad con la que se está suministrando a los hogares, así que “aún no estamos seguros de qué factores antropogénicos o una mezcla de ellos ocasionan un mal manejo del bien”.
Hasta ahora se han identificado aquellos que empeoran el escenario: las altas temperaturas de los bosques, el aumento de patógenos en aguas subterráneas causantes de enfermedades diarreicas o fluorosis, esta última muy común en India.
Jiménez Cisneros refirió que “el efecto del cambio climático es imposible de medir porque el costo del monitoreo es muy elevado y se requiere de personal altamente especializado, debido a lo cual ni siquiera los países más desarrollados cuentan con información sobre todos los contaminantes y no podemos hacer afirmaciones en este sentido todavía”.
Los mecanismos para aminorar la situación incluyen el mapeo de la distribución, conocer la cantidad exacta del recurso con que se cuenta y, sobre todo, impulsar un manejo conjunto de almacenamiento, de la mano de autoridades federales, municipales y organismos involucrados.
Además “debemos diversificar las fuentes y adaptar la calidad, dependiendo si es para beber, uso sanitario o de limpieza, así como aplicar métodos de saneamiento de bajo costo –por el equivalente a 70 centavos de dólar por metro cúbico– o recurrir a la nanotecnología, considerada como una opción viable, aunque lo cierto es que hay muchas soluciones, pero aún siguen en evaluación”, mencionó.
En el acto inaugural, el doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de la UAM y presidente del CRAM/ANUIES, subrayó que en esta primera edición del Foro se han involucrado más de 25 instituciones de educación públicas y privadas, con el objetivo de identificar acciones concretas para solventar los desafíos metropolitanos y también se abarcarán otros temas, entre ellos, vivienda, sustentabilidad y seguridad.
Desde el Consejo “tenemos una misión para atender la serie de amenazas que enfrenta la metrópoli y contamos con el expertis de nuestros académicos, por lo que creo que podemos aminorarlas pensando juntos en estrategias”.
En reuniones previas entre investigadores y candidatos políticos se llegó a la conclusión de que es urgente resolver el fenómeno de fugas, que ascienden a 40 por ciento del total del recurso que se reparte en la ciudad desde los sistemas Cutzamala y Lerma, cuya red es muy antigua, por lo que requiere mejorar su eficiencia.
El doctor Roberto Villers Aispuro, director general Académico de la ANUIES, manifestó que “lo importante es ir sumando esfuerzos para la discusión y el análisis de propuestas relevantes para el desarrollo de las ciudades; esta vez en torno a un elemento valioso y, por tanto, debemos tomar en cuenta todas las expresiones: la campesina y de los ambientalistas”.
El ingeniero Ramón Aguirre Díaz, director general del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX), lamentó que “en México contamos con un organismo desconcentrado y, por ello, no tenemos todas las facultades para resolver las problemáticas del sector, debido a su alta burocratización, a lo cual se suma la politización de los municipios que dependen de decisiones locales y esto no nos permite llevar a cabo un trabajo de largo plazo, por lo que necesitamos mejores planes para resolver el abastecimiento”.
El doctor Vicente Ugalde Saldaña, secretario Académico de El Colegio de México, coincidió con que es fundamental potenciar la accesibilidad al agua potable, abrir los espacios para que las comunidades satisfagan este derecho humano e impulsar el tratamiento reformando el marco legal correspondiente.
Al acto acudieron también los doctores Rodolfo Suárez Molnar, Rodrigo Díaz Cruz y Fernando De León González, rectores de las unidades Cuajimalpa, Iztapalapa y Xochimilco, en ese orden, además de alumnos y profesores de la UAM.
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