Por: Redacción/
Motivados por la pobreza, precariedad laboral, conflictos regionales y violencia generada en sus países, en las últimas semanas, cerca de 10 mil habitantes de naciones centroamericanas, hombres, mujeres, niños y adultos mayores, organizados en caravanas, han ingresado a México con el objetivo de llegar a Estados Unidos en búsqueda de mejores condiciones de vida .
El desplazamiento de centroamericanos que intentan llegar al país vecino del norte no es nuevo, pero se ha hecho más visible actualmente ante la entrada masiva de migrantes provenientes de Honduras, El Salvador y Guatemala, principalmente.
Según datos de la Subsecretaría de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (Segob), a partir de 2011 se registra un crecimiento constante en el flujo de migrantes centroamericanos con un estatus irregular; se estima que al año, alrededor de 150 mil personas originarias de países de esa región, sin documentos, ingresan a territorio nacional, con el fin de llegar a la frontera norte.
Refieren que en México reside poco más de un millón de personas nacidas en otro país, de las cuales aproximadamente tres de cada cuatro, el 73.5 por ciento, proviene de Estados Unidos.
No obstante, en los últimos años y ante el endurecimiento de la política migratoria del presidente norteamericano, Donald Trump, México ha pasado de ser un país expulsor y de tránsito de migrantes centroamericanos, a un lugar de destino de los mismos.
En ese sentido, debido a su larga tradición migratoria, su ubicación geográfica, las nuevas realidades políticas y modalidades de desplazamiento de centroamericanos, México debe estar preparado para atender la continuidad y transformaciones del fenómeno migratorio que, además, contribuye al desarrollo de la nación, coincidieron diputados y representantes de la sociedad civil.
Detonar el desarrollo económico, uno de los retos
En entrevista, la diputada Julieta Krystal Vences Valencia (Morena), presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios, sostuvo que las caravanas de migrantes centroamericanos, que “en realidad es un éxodo”, podrían ser, “probablemente”, un nuevo método de desplazamiento, sin embargo, aclaró, el fenómeno migratorio en México data desde hace mucho tiempo.
Destacó que México tiene menos del 1.0 por ciento de migrantes a nivel mundial, porque si bien, actualmente, está siendo un lugar de destino, históricamente se ha caracterizado por ser un país de tránsito de migrantes que buscan pasar a Estados Unidos.
El Estado mexicano tiene la responsabilidad de garantizar la protección de los derechos humanos y la seguridad no sólo de migrantes que cruzan por territorio nacional y los que deciden quedarse en el país, sino también de aquellos connacionales que se desplazan de su lugar de origen a otra ciudad del país, apuntó.
Para ello, dijo, es primordial fortalecer los protocolos de atención a migrantes y detonar el desarrollo económico del país, especialmente en las fronteras, que es donde regularmente se establecen los migrantes.
“Para atender este fenómeno debemos desarrollar las fronteras, fomentar la inversión pública y privada para desarrollar una actividad económica donde los migrantes centroamericanos y nuestra propia gente, que es la prioridad, los connacionales, tengan una forma de subsistencia, de tener un empleo, oportunidades y salir adelante que es lo que buscan”, precisó.
Vences Valencia resaltó que esta LXIV Legislatura tiene la responsabilidad de armonizar las leyes en la materia, pugnar por un mayor presupuesto para la atención de este tema y promover la flexibilización de los trámites de internación de migrantes, para lograr un desplazamiento ordenado, pacífico y regular.
Ordenar flujo migratorio
La diputada Claudia Domínguez Vázquez (PT), secretaria de la Comisión de Relaciones Exteriores, indicó que la migración es la naturaleza del ser humano, y hoy, México debe estar preparado para la llegada individual o masiva de migrantes centroamericanos que buscan no sólo cruzar, sino establecerse en el país.
De lo contrario, continuó, “queda al descubierto un gobierno que no está habilitado ni preparado para recibir a migrantes” y que, por ende, “deberá rendir explicaciones a organizaciones internaciones en defensa de estas personas y derechos humanos, toda vez que México se beneficia de convenios internacionales en la materia”.
Domínguez Vázquez dijo que es primordial reforzar protocolos de actuación y políticas públicas de protección a los derechos humanos de los migrantes, así como promover mecanismos que procuren un flujo migratorio ordenado y seguro, como la expedición de visas humanitarias y/o de trabajo.
“Debemos trabajar en protocolos de actuación para que todos sepamos bien cómo vamos actuar cada vez que nos llegue una caravana o un migrante, porque tan importante es recibir a mil como a uno solo. Deben tener acompañamiento de autoridades sin que se les engañe”, señaló.
Planteó también la necesidad de trabajar con los gobiernos de los países centroamericanos expulsores de migrantes, para diseñar programas que atiendan este fenómeno.
La diputada petista aseveró que el reto de los legisladores es luchar por destinar más recursos económicos a las dependencias al servicio de los migrantes, porque se han visto rebasadas en su operatividad.
Eunice Rendón Cárdenas, coordinadora de la organización Agenda Migrante, indicó que las caravanas migrantes podrían ser una nueva forma de desplazamiento que, “a lo mejor, llegó para quedarse”, porque la gente se siente más segura al transitar de manera acompañada.
Enfatizó que ante esta situación y la nueva realidad política del país, hoy hay retos y oportunidades para mejorar la atención del flujo migratorio en el país, que impacta de distintas formas y perspectivas.
“Como Estado debemos estar a la medida para atender estos nuevos retos, es decir, empáticas a la medida de lo que estamos viendo. Como política pública no podemos tener un traje para cada persona, pero si podemos tener perfiles, en donde concentremos las características, para poder reinsertar a esas personas”, comentó.
Se pronunció en pro de que el Estado mexicano expida visas humanitarias para contribuir a garantizar la seguridad de los migrantes en su paso por el país, se destine mayor presupuesto para la atención de este fenómeno y se fortalezcan procesos de identificación de casos complicados y de mayor vulnerabilidad.
“Se requieren una política con visión no únicamente limitada a la seguridad pública o nacional, sino ampliarla a una perspectiva humana, holística y transversal, porque es un tema que pasa por todas las dependencias y sectores, no solo al gobierno. Hay que involucrar al sector privado, social y político”, expuso.
La activista también resaltó la importancia de que México retome el liderazgo frente a Centroamérica, corresponsabilice a los gobiernos de esas naciones, y trabaje en conjunto, para proyectar políticas de mediano y largo plazo para el desarrollo económico, social y de seguridad en la región.
Xenofobia y racismo en el contexto de la migración
La xenofobia y racismo contra los migrantes centroamericanos se ha manifestado de manera abierta en la sociedad mexicana, ante ello, las legisladoras y la activista manifestaron su preocupación por que se estén fomentando estas expresiones, pues consideraron que se reproduce “el discurso de odio” del gobierno estadounidense contra los connacionales que radican en ese país.
Afirmaron que se requiere de una campaña de sensibilización entre los ciudadanos mexicanos, en donde se les brinde información clara y precisa sobre las razones que motivan el desplazamiento de los centroamericanos y la aportación que pueden hacer al país y, así, recobrar la identidad solidaria de México.
La diputada de Morena, Julieta Vences Valencia, enfatizó que es fundamental implementar una campaña de concientización de los ciudadanos, para evitar los conatos de xenofobia y estigmatización contra los migrantes de Centroamérica que, dijo, han sido “promovidos a propósito para un beneficio personal”.
“Debemos quitar esa xenofobia que se ha venido impulsando a propósito, porque muchas veces los acontecimientos se hacen con un fondo político. No podemos generalizar y estigmatizar a los migrantes porque no sabemos realmente su situación jurídica ni legal”, señaló.
La diputada petista, Claudia Domínguez, cuestionó que haya grupos que estén en contra de la migración, fomentando con discursos o a través de las redes sociales la discriminación contra los migrantes, toda vez que este fenómeno promueve un “ganar-ganar”.
“Sí debe haber una campaña de concientización. Debemos abrir el panorama, que la gente no esté aterrada, porque los trabajos que se les van a brindar a los migrantes son aquellos que no vendrían a hacer otros mexicanos, no porque sean denigrantes, sino porque hay comunidades en la frontera desiertas, derivado de la ola violencia y por las inclemencias del clima”, explicó.
La coordinadora de Agenda Migrante, Eunice Rendón, resaltó la importancia de que la sociedad entienda los factores que empujan a los centroamericanos a salir de su lugar de origen, para que puedan dimensionar la situación que viven ellos y que se les brinde información con datos duros.
“El no saber qué está pasando es lo peor y lo que más abona en el miedo y racismo. Si pudiéramos dimensionar en este caso, bajaríamos mucho el encono, porque la violencia solo genera violencia”, apuntó.
Los refugiados
Aunado al tema de la migración, se encuentra el de los refugiados. De acuerdo con Josep Herreros, Oficial de Protección de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en México, las solicitudes de asilo en el país se han incrementado considerablemente año con año.
Tan sólo, dijo, de los casi 10 mil centroamericanos que llegaron en las recientes caravanas, más de tres mil han solicitado refugio en México.
Refirió que en 2016, aproximadamente 8 mil 700 mil personas pidieron asilo en México; 14 mil 500 en 2017 y a mitad de 2018 la cifra llegó a los 15 mil y se proyectaban 23 mil para el final de este año, pero con las caravanas, se prevé que asciendan a 30 mil las solicitudes.
En ese sentido, Josep Herreros, dijo que el Legislativo debe fortalecer con mayor presupuesto y autonomía a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), para que pueda ampliar su plantilla de trabajo y sus delegaciones territoriales para agilizar el registro de solicitudes y las decisiones los casos en el tiempo, pues tiene un rezago importante.
Además, enfatizó, actualizar la ley sobre los refugiados a los retos actuales y armonizarla con la de protección de niños, niñas y adolescentes.
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