Por: Redacción/
En México el cáncer de mama es un problema médico, de salud, económico, político y, sobre todo, sociocultural, pues la condición de género y los mitos condicionan su diagnóstico oportuno.
“Hay mitos en torno a los métodos de diagnóstico y tratamientos, pero además la condición de muchas mujeres no les permite buscar ayuda médica temprana, o al menos empoderarse de su cuerpo y autoexplorarse”, dijo Sonia Georgina Olguín García, directora y editora de Gaceta Biomédicas, órgano informativo del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM.
Con su nota “El cáncer de mama metastásico, más allá de las estadísticas”, la universitaria fue ganadora del 1er. Concurso Nacional de Periodismo #CadaMinutoCuenta, certamen convocado por la empresa Pfizer, en conjunto con entidades como la Universidad Nacional y la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer.
La periodista recordó que en nuestro país el cáncer de mama es la primera causa de muerte por neoplasia en mujeres, y aunque la cantidad de afectadas es similar a la de países desarrollados, el número de decesos es mayor por el diagnóstico tardío.
En estas circunstancias, resaltó que instancias como la Organización Mundial de la Salud han reconocido la importancia de la comunicación y la educación para modificar esta situación. Comunicar, aseguró, es una estrategia para minimizar la incidencia de la enfermedad y propiciar el diagnóstico oportuno.
Y es que las cifras son contundentes: 58 por ciento de las mujeres son diagnosticadas en etapas avanzadas, lo que aumenta la posibilidad de metástasis (invasión de un órgano blanco distante del tumor primario, a través del torrente sanguíneo) y disminuye la supervivencia. 15 por ciento de quienes reciben el diagnóstico ya tienen metástasis, y en este caso se ven afectados principalmente el pulmón, hígado, huesos y cerebro, refirió la editora.
En la nota “quise abarcar varias vertientes: la médica, a través de dos entrevistas con oncólogos del Instituto Nacional de Cancerología; la científica, al detallar qué es la metástasis, con ayuda de un experto del propio IIBm; y cultural, mediante la explicación de factores que frenan el diagnóstico oportuno, como el machismo (cuando un hombre no permite que otro revise o toque a su esposa o pareja), o la costumbre de ellas de anteponer a la familia o el trabajo a su propia salud y cuidado”.
De igual manera, incluyó una “recreación de escenas” (en forma de testimonio) que con el paso de los años ha recogido de pacientes con la enfermedad, la mayoría con cáncer metastásico. El “personaje” que habla, de nombre Valentina, en realidad es la voz de muchas pacientes que, con toda la valentía, han luchado contra el padecimiento.
Por ello, remarcó, es primordial que el diagnóstico sea más temprano y en ese objetivo la comunicación juega un papel fundamental.
Comunicación, indispensable
Es importante hacer una comunicación dirigida a públicos específicos, tomando en cuenta su entorno e intereses para no generar sólo campañas conmemorativas una vez al año, como el mes de octubre en el que el cáncer de mama se ha vuelto casi una marca.
“Se satura de mensajes en los que se aconseja autoexplorase, sin explicar cómo hacerlo de forma adecuada. Debe fomentarse la comunicación de la ciencia orientada a combatir los mitos existentes sobre esta enfermedad, que obstaculizan la realización de diagnósticos oportunos, o sobre los tratamiento, que generan miedo en la población”.
Asimismo, opinó, debe realizarse una comunicación efectiva que impulse el empoderamiento de la mujer para que se apropie de su cuerpo y lo cuide, para que conozca sus características en una condición normal y pueda notar cualquier cambio de inmediato para buscar atención médica y exigir atención oportuna.
Es necesario comunicar para desmitificar, insistió. “Hay lugares en provincia en donde todavía se cree que el cáncer es contagioso y se discrimina a quien lo padece, en lugar de apoyar. Aún hay mucho por trabajar”.
Finalmente, Olguín García agradeció a la UNAM, en donde estudió la licenciatura y la maestría en comunicación con especialidad en periodismo científico (pronto presentará su examen de grado), así como al IIBm, “donde he podido especializarme para comunicar la biomedicina.
“Este tipo de premios nos incentiva a continuar y trabajar en la construcción de la comunicación pública de la ciencia, un área incipiente en el país”.
En el concurso participaron alrededor de 20 trabajos en todas las categorías (prensa, radio, televisión e Internet), y el jurado, conformado por representantes de las instancias convocantes del certamen, evaluó criterios como claridad de la información y cuidado del lenguaje; uso de términos médicos adecuados; calidad de la investigación y profundidad, además de originalidad, creatividad e innovación, entre otros.
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