Por: Redacción/
El problema más importante que enfrenta la humanidad, y que permanecerá por los siguientes siglos, es el cambio climático; tiene un efecto planetario que no se resuelve con lo que haga cada país y requiere un pacto mundial, afirmó César Augusto Domínguez Pérez-Tejada, director General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la UNAM.
Nuestro planeta está herido por el efecto del ser humano, marcadamente desde el siglo pasado, dijo a propósito del Día Internacional de la Madre Tierra, que se conmemora mañana y cuyo tema para este 2020 es “La acción climática”.
El también investigador del Instituto de Ecología (IE) manifestó que el avistamientos de animales durante la cuarentena por la emergencia sanitaria, como ballenas en Acapulco; desfile de elefantes en las carreteras; un puma, zorros y patos en ciudades; bandadas de aves en playas turísticas; lobos en la zona de Chernóbil, entre otros, demuestran cuál es el problema.
“Cuando deja de haber gente, los animales regresan, la naturaleza se recobra, pero es muy poco tiempo para hablar de recuperación, nos tomaría decenas o centenas de años (según el sitio y el daño); el problema es que la tendencia es al revés: cada vez hay más gente en casi cada rincón del mundo, pero también está en nuestras manos resolverlo”, subrayó.
El universitario añadió que de no tomar acciones, el planeta se calentará más de 1.5 grados y para 2030 emitiremos 57 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2). “Tenemos que reducir las emisiones a 25 gigatoneladas, y en este momento emitimos alrededor de 37”.
Pandemias, hoy y siempre
Al referirse a las pandemias, acentuó que son procesos naturales. “No tienen nada de mágico ni de raro, se han repetido una y otra vez. Hasta hace poco tardaban mucho tiempo en fraguarse, porque las comunicaciones no estaban tan desarrolladas, y ahora eso aceleró el proceso”.
César Augusto Domínguez, quien en 2005 obtuvo el Premio Alfonso Robinson Bours en Educación Médica (junto con Adrián Martínez, de la Facultad de Medicina), que otorga la Fundación Mexicana para la Salud, señaló que los virus siempre han existido, y pidió no atribuirles un componente moral.
“La naturaleza es amoral, y los virus hacen lo que tienen que hacer, porque así funcionan. Su biología les permite tener estas explosiones tan impactantes para nosotros, desafortunadas desde nuestro punto de vista, pero no hay nada de castigo divino, es un proceso absolutamente natural”, remarcó.
“He escuchado a muchas personas decir ‘cuando salgamos de este problema’, pero en realidad nunca hemos salido del inconveniente de las pandemias, están ahí todo el tiempo, porque son pura biología, un proceso natural al que en realidad estábamos desacostumbrados”, precisó.
Finalmente, recordó que durante la Revolución Mexicana un porcentaje de quienes fallecieron fue por una epidemia; gran parte del éxito de la Conquista se debe a que los conquistadores trajeron una epidemia.
“Que sean un proceso natural no implica que debamos quedarnos cruzados de brazos, pero siempre estamos pensando que tenemos una lucha contra la naturaleza, y no puede verse en esos términos. Debemos estar preparados de la mejor manera para enfrentarlas, pero cuando se acabe ésta vendrá otra, o una variante, y no se terminará porque así es la biología y la evolución”, finalizó.
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