Por: Redacción/

El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó de manera unánime -con 308 votos a favor-modificaciones a la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, para adicionar la definición expresa de contaminación lumínica y la definición de luz intrusa, a propuesta de los diputados del GPPRD Tania Arguijo Herrera, Cecilia Soto González y Fernando Rubio Quiroz, quienes presentaron iniciativas sobre el particular por separado.

En las iniciativas de los legisladores perredistas se argumenta que la contaminación lumínica genera consecuencias ambientales graves para humanos, como afectaciones por la interrupción del ciclo de descanso natural -vía producción de melatonina- y afección de sus ciclos circadianos que conllevan a diferentes afecciones como depresión y algunos tipos de cáncer, pero que también afectan a la fauna e incluso al clima.

Dicha contaminación es un indicador del despilfarro de la energía eléctrica en el alumbrado público, lo que además lleva al aumento desmedido de gases de invernadero causantes del calentamiento global, si esa energía para el alumbrado se produce con combustibles fósiles.

“Mucha de la iluminación exterior utilizada en la noche es ineficiente, demasiado brillante, mal dirigida, protegida de manera deficiente y en muchos casos, completamente innecesaria. Esta luz y la electricidad utilizada se están desperdiciando al ser dirigida hacia el cielo en lugar de centrarse en los objetos reales y las áreas que la gente quiere iluminadas”, se puede leer en la iniciativa de Arguijo Herrera.

Con las modificaciones aprobadas, se impulsa la aplicación de una política adecuada para la recuperación de la transparencia del cielo, conlleva la reducción de hasta de 50 por ciento el gasto para producir la energía eléctrica que suministra el alumbrado público, reglamentando el uso de luminarias adecuadas, y en consecuencia, se verá reflejado anualmente en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero causantes del calentamiento global.