Por: Redacción/

La tala de árboles y la degradación de la flora podrían causar la extinción de entre 70 y 80 por ciento de la población de anfibios y reptiles tropicales de la Selva Lacandona de Chiapas, especialmente aquellas sensibles a los cambios, alertó Martín de Jesús Cervantes, estudiante de posgrado en Ciencias Biológicas de la UNAM.

Los cacaos bajo sombra podrían ser una solución, pues sus características permiten la adaptación exitosa de esas especies, indicó el universitario.

Según un estudio realizado por Cervantes, y asesorado por Ellen Andresen, del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES), la sustitución de agroecosistemas que presentan un menor valor ecológico (como pastizales tropicales para la cría de ganado) por cacaotales (terrenos poblados de cacaos) sería una opción acertada; sin embargo, éstos no generan la misma remuneración que otros cultivos.
“Es complicado, porque en la región las personas prefieren las actividades que les generan más recursos, y lamentablemente los cacaotales no tienen gran impacto en la economía como los pastizales o las plantaciones de palma de aceite”, reconoció.

Cacaotales

A diferencia de otros entornos como los bosques secundarios, los cacaotales cuentan con las condiciones ambientales y microhábitats idóneos para anfibios y reptiles, pues producen gran cantidad de hojarasca que además de tener las condiciones de humedad óptima, sirve de escondite para protegerse de los depredadores.

También son ricos en ramas y troncos caídos, alta densidad de arbustos, estanques temporales y permanentes, y abundancia de bromelias.

“Pueden ser un hábitat complementario y favorecer la conservación de la biodiversidad en paisajes en donde se ha perdido mucho bosque por la actividad humana”, resaltó Martín de Jesús Cervantes.

Además, los cacaos contribuyen a funciones ecosistémicas como la conservación de la fertilidad de los suelos, retención de carbono, polinización y purificación del agua.

“Las zonas protegidas no son suficientes para la conservación de anfibios y reptiles, así que los cacaotales son una alternativa. Para su siembra no es necesario destruir bosques o hábitats más grandes, por el contrario, son un complemento. No obstante, es fundamental informar y mostrar a los pobladores que son plantaciones rentables”.

Anfibios y reptiles

La preservación de anfibios y reptiles tropicales es importante por el papel que juegan en la cadena trófica: la eliminación de plagas. Además, el veneno de algunos reptiles, específicamente serpientes, es utilizado en la elaboración de medicamentos contra la presión arterial.

Una investigación previa realizada por Cervantes y Andresen indicó que algunas especies en peligro de extinción en México por la destrucción de la Selva Lacandona, y cambios en el ambiente son: las ranas Craugastor laticeps, Craugastor loki y Craugastor palenque; los sapos Incilius campbelli e Incilius macrocristatus; lagartijas Anolis capito, Sphaerodactylus glaucus, Coleonyx elegans y Plestiodon sumichrast, además de las serpientes Amastridium sapperi, Pliocercus elapoides, Bothriechis schlegelii y Porthidium nasutum.

Finalmente, Martín de Jesús Cervantes expuso que también algunos primates, así como el tapir, jaguar, puma y varias especies de aves son capaces de adaptarse a los cacaotales, “pero es importante aclarar que no todos los cacaotales presentan la misma intensidad y calidad de conservación para ser habitados”.