Por: Redacción/
Especialistas nacionales e internacionales coincidieron en que la mejor alternativa para el manejo de residuos sólidos en la Ciudad de México es Basura Cero, la cual busca promover la participación ciudadana y de los gobiernos para disminuir el número de desechos en los procesos de producción, distribución y consumo, y que el destino de lo que se genere sea la composta y el reciclaje.
Los expertos en el tema coincidieron con el grupo parlamentario de Morena en la Asamblea Legislativa, en que la peor solución que se le puede dar al problema de la basura es la incineración de la misma, pues resulta ser la opción más costosa, contaminante y riesgosa para la salud.
En una reunión de trabajo con especialistas que se realizó en el Club de Periodistas, el coordinador de Morena en la Asamblea Legislativa, César Cravioto Romero, sostuvo que la planta de incineración de basura que se planea ubicar en el Bordo Poniente, no es más que un negocio multimillonario de Miguel Ángel Macera, en detrimento de los capitalinos.
Señaló que de llevarse a cabo, la energía del Sistema de Transporte Colectivo Metro le costará casi 700 millones de pesos más cara de lo que actualmente paga por este insumo. Pero además, agregó, por las actividades que realice, la empresa Veolia quedará excluida de cualquier responsabilidad ambiental, y si la planta no genera la electricidad necesaria, la empresa podrá contratar a terceros.
Por más de 30 años, dijo Cravioto Romero, el servicio de transporte público más importante de la Ciudad se pondría en manos de privados, y estaría en latente riesgo, la salud de quienes viven y transitan por la capital del país.
Al respecto, Magdalena Donoso, coordinadora para Latinoamérica de la Alianza Global para Alternativas a la Incineración, expuso que una planta de incineración no es un proyecto benéfico porque es muy costoso, existen riesgos en la inversión, los gobierno pueden ser acreedores a multas si no producen una cantidad suficiente de basura, se disminuye el reciclaje, se incentiva la generación de residuos sólidos y se emiten nanopartículas altamente contaminantes y dañinas para el ser humano, la flora y la fauna.
La especialista calificó como mentira que la quema de basura sólo produzca el dos o tres por ciento de cenizas. El porcentaje, dijo, es más alto y, además, las cenizas contienen diotoxinas y furanos, sustancias tóxicas y bioacumulables.
Donoso aseguró que Basura Cero es la política más viable pues incentiva el reciclaje y la conciencia ciudadana. Las incineradoras, destacó, han sido descalificadas en Europa y Estados Unidos de América, éste último, precisó, ha cerrado 74 proyectos de este tipo.
Por su parte, Ricardo Navarro, coordinador de CESTA, Amigos de la Tierra, de El Salvador, reprobó la propuesta de incinerar la basura, porque de acuerdo con el especialista, el 90 por ciento de los desechos que llegan a la planta se pueden destinar a la composta o al reciclaje.
Navarro sostuvo que además de ser contaminante, costosa y peligrosa, esta propuesta impide que se generen recursos mediante el reciclaje, ejemplificó que en 2010, en Estados Unidos de América se perdieron 11 mil 400 millones de dólares en materias que pudieron reutilizarse. Es como estar quemando el dinero, insistió.
El coordinador de CESTA dijo que Basura Cero consiste en imitar a la naturaleza, todo lo orgánico debe convertirse en abono, lo procesado debe destinarse al proceso del reciclaje y lo que no se pueda reutilizar, simplemente no debe producirse, concluyó.
Durante su participación, José Luis Conejero, miembro de la Plataforma Anti-incineración, de Montcada, España, destacó los efectos negativos que la planta de incineración puede generar en la población.
Afirmó que no existen filtros para las partículas contaminantes que emite una planta de ese tipo, por lo que los daños en la salud son mayores. Precisó que las cenizas cargadas de materiales pesados provocan cáncer, tumores malignos, leucemia y malformaciones genéticas. Incluso, dijo, el 20 por ciento de las partículas producto de la incineración son gotas de ácidos que causan, entre otros males, bronquitis y muerte prematura.
Entre los especialistas nacionales, participó Marisa Jacott, de Fronteras Comunes A.C., quien explicó que la quema de basura es un proyecto ilógico pues se contrapone con las políticas para mantener un aire limpio en la Ciudad de México.
Es contradictorio, señaló, producir más contaminación, cuando de 329 días, en 2017 sólo hemos tenido 81 días con aire limpio o, por lo menos, aceptable.
Advirtió que la planta de incineración no se podrá detener, a pesar de que haya contingencias ambientales, pues funcionará a todas horas.
La activista exhortó al gobierno central a considerar en todos y cada uno de los proyectos, el principio precautorio, el cual consiste en que si algo no se conoce, si no se tienen datos sobre los efectos negativos, no debe realizarse.
En este sentido, Carlos Samayoa, coordinador de la Campaña de Tóxicos de Greenpeace, informó que en la Ciudad de México se producen 541 mil kilos de basura por hora, lo que equivale a rellenar el Estadio Azteca en un mes.
Samayoa sostuvo que ante tal cantidad de basura, es urgente una política para disminuir los residuos sólidos, está comprobado, dijo, que el 80 por ciento de los productos que se adquieren son usados una sola vez.
El representante de Greenpeace aseguró que poner en marcha una planta de incineración de basura sería un gran obstáculo para transitar hacia una ciudad sustentable. Lo cual es grave pues de acuerdo con la OCDE para 2050 la contaminación será la primera casusa de muerte a nivel mundial.
Al concluir, Ramón Ojeda Mestre de la Corte Internacional de Arbitraje, expuso que además de la contaminación, los daños al medio ambiente y lo costoso del proyecto, la planta de incineración regalaría a Veolia, la renta del terreno que ascendería, en 33 años, a 76 mil 680 millones de pesos.
Ojeda Mestre destacó que el Bordo Poniente es el área más poblada de la Zona Metropolitana del Valle de México, con 16 mil 903 habitantes por kilómetro cuadrado, población que resultaría más afectada por las partículas contaminantes.
A eso se suma, agregó, que ninguna planta de este tipo en el mundo se ubica a más de dos mil metros sobre el nivel del mar.
Los diputados de Morena aseguraron que agotarán todas las vías legales posibles para impedir este proyecto.
En el evento estuvieron presentes los legisladores locales Maria Eugenia Lozano, Beatriz Rojas, Citlalli Hernández, Flor Ivone Morales, Ana Rodríguez, Aleida Alavez, Olivia Gómez, Miguel Ángel Hernández, Felipe de la Cruz, Raymundo Martínez Vite y la diputada federal Norma Xóchitl Hernández Colín.
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