Según la organización Article-19, 145 periodistas han sido asesinados desde el año 2000 en México
Por: Oscar Nogueda y César H. Dorado/
El último nombre en la lista fue el de Lourdes Maldonado, quien fue asesinada la noche del 23 de enero en su domicilio de Tijuana, Baja California. Desde el 23 de marzo de 2019 la periodista había solicitado ayuda por parte del gobierno federal en la conferencia matutina del presidente López Obrador, ya que temía por su vida después de un largo litigio laboral con una de las empresas de actual gobernador de Baja California Jaime Bonilla.
Seis días antes, Margarito Martínez Esquivel sufrió la misma consecuencia en la misma ciudad. Igualmente, el 15 de enero, el comunicador José Luis Gamboa falleció en un hospital de Veracruz, tras ser ingresado por las heridas que recibió durante un asalto.
Un día después de que se difundiera la noticia del asesinato de Lourdes Maldonado, periodistas y organizaciones civiles comenzaron a difundir mensajes en redes sociales exigiendo un alto a la violencia contra la prensa y justicia para los periodistas asesinados.
Bajo los hashtags #NiSilencioNiOlvido, #NosemataalaVerdad, #PeriodismoenRiesgo y #SinMasPeriodistasensusListas, se difundieron exigencias, fotos recordando a los comunicadores y una convocatoria de movilización nacional para exigir un alto a la violencia.
Desde Baja California hasta Yucatán, periodistas, organizaciones y ciudadanos salieron a exigir mejores condiciones laborales, a nombrar a los periodistas caídos y el fin de la impunidad en los crímenes contra la prensa nacional, así como mejores investigaciones en los casos de periodistas asesinados y refuerzos por parte del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas para la protección de los mismos
En la plaza de armas de Guadalajara, los nombres de los periodistas asesinados resonaron. En Yucatán, expresaron “exigimos justicia por los colegas que han sido víctimas de agresiones y amenazas por su labor periodística, exigimos se esclarezca el intento de asesinato del periodista Jaime Vargas y las agresiones contra el fotoperiodista Ramón Celis, también solicitamos que se brinde justicia y protección a todas las compañeras y compañeros que han sido víctimas de violencia, acoso y hostigamiento o amenazas”.
En Acapulco, Guerrero, indicaron que “reporteros y reporteras nos pronunciamos porque se investigue a fondo y se haga justicia por los últimos tres casos ocurridos. También, solicitamos a la Fiscalía General de la República y a la Fiscalía local que retomen los casos pendientes en Guerrero”. Ya que muchos siguen impunes de acuerdo a lo señalado por los manifestantes.
En Mérida, mencionaron que “la precarización laboral de las y los periodistas también es violencia”.
Desde Tijuana, donde ocurrieron los dos últimos asesinatos, una periodista apuntaba que “estamos indignados, asustados y con miedo”.
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