Por: Redacción
Autoridades de la delegación Cuajimalpa y del Gobierno del Distrito Federal (GDF) deben revisar la Ley de Desarrollo Urbano con la finalidad de preservar más de mil 500 hectáreas de áreas naturales protegidas en peligro de ser invadidas por empresas inmobiliarias que pretenden extender sus construcciones a zonas boscosas del Ocotal y Lomas del Chamizal, entre otros terrenos, señaló el diputado Óscar Moguel Ballado.
Enfatizó que se debe establecer una mesa de trabajo entre autoridades delegacionales, del GDF, comuneros y asociaciones de vecinos de Cuajimalpa para conocer los impactos ambientales, sociales, de movilidad, de asentamientos humanos y forestal de las obras que pretenden realizar para dar paso al tren Interurbano México-Toluca que atravesará parte de los bosques.
Moguel Ballado, luego de escuchar y atender las demandas ciudadanas expresó que con gusto hará esta última gestión como diputado local ante las autoridades correspondientes, porque en unos días concluirá la VI Legislatura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) de la que formó parte.
Manifestó que desde la nueva actividad que desempeñe dentro de Movimiento Ciudadano o en otro frente, los habitantes de la ciudad de México seguirán contando con su apoyo porque sólo termina una legislatura y no la lucha social a favor de los que menos tienen y de los que son víctimas del abuso del poder.
Destacó que es necesario realizar un inventario sobre el estado que guarda la zona de reserva ecológica porque a últimas fechas se han levantado sin ton ni son construcciones residenciales cuyos drenajes a cielo abierto contaminan parte de los más de 60 manantiales con que cuentan los lugareños.
De igual forma pidió la regularización de la tenencia de la tierra de los mal llamados asentamientos irregulares de familias originarias que han ido creciendo y cuyas tierras fueron heredadas por sus ancestros de hace más de 500 años a quienes ahora se les pretende despojar bajo el argumento que son invasores.
Ellos, dijo, tienen títulos de propiedad que no hacen válidas las autoridades para dotarlos de servicios urbanos que necesitan ni para otorgarles permisos de construcción y mucho menos el reconocimiento de su propiedad.
Explicó que estas tierras son codiciadas por su belleza natural y su clima, mismos que tenderán a modificarse si las constructoras continúan con su vocación de deforestación a las que sólo les interesan las ganancias.
Moguel Ballado se pronunció por un trato justo a los nativos del lugar para los que pidió se respeten su cultura, usos y costumbres y sobre todo su hábitat natural.
Consideró necesario impulsar e implementar programas federales que permitan a las comunidades y ejidos participar con la delegación en el cuidado y aprovechamiento sustentable del los bosques, revirtiendo las tasas de deforestación y aumentando la superficie forestal de la delegación, detonando el desarrollo y beneficios económicos directos a la ciudadanía por acciones de conservación y restauración.
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