Por: Redacción/
La Secretaría de Salud aumentó a 70 el número de denuncias que ha presentado ante la Procuraduría General de la República (PGR) por el presunto desvío de recursos de la dependencia en los estados, que superan los mil 150 millones de pesos, afirmó su titular, José Narro Robles.
El presunto desvío de recursos se detectó en 15 estados de la República, dijo en declaraciones a la prensa, tras su comparecencia ante la Comisión de Salud, con motivo del análisis del sexto y último informe de gobierno del Ejecutivo federal.
Asimismo, subrayó que la normatividad de la dependencia federal se modificó para poder tener más controles sobre los recursos “y han estado funcionando”.
En noviembre de 2017, Narro Robles informó a diputados de la pasada legislatura que la institución a su cargo había presentado 52 denuncias por posibles actos de desvío de recursos públicos por un monto de mil millones de pesos, principalmente del Seguro Popular.
En la comparecencia de este jueves, a pregunta expresa del diputado Emmanuel Reyes Carmona (PRD) abordó nuevamente el tema y dijo que el número se incrementó a 70 denuncias.
El secretario dijo que las denuncias presentadas son de hechos y se levantaron porque la utilización de los recursos documentada, es decir, “no fue mostrada, probada, y en consecuencia hemos procedido”.
Durante el encuentro con los diputados, Narro Robles también abordó, a pregunta expresa de varios legisladores, el caso de niños con cáncer de Veracruz a quienes supuestamente les habrían inyectado agua destilada en sus tratamientos de quimioterapia, durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa.
Reiteró su afirmación, hecha en enero del año pasado, de que no se encontró una sola evidencia “de que se hubiera inyectado agua destilada a los pequeños”, pero sí “muchos otros problemas que ya denunciamos y están en proceso y forman parte de las acusaciones para autoridades de ese estado”.
Destacó que seguir diciendo que a los niños de Veracruz se les dio agua en lugar de medicamento o afirmar que los medicamentos en otros lugares del país se rebajan, sólo genera desconfianza en la población y daña la institucionalidad, porque tales situaciones no suceden.
“Los productos que se utilizan en el sector salud son para ayudar a la gente y no para dañar”, finalizó.
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