Por: Redacción/
La Secretaría de Salud trabaja en la sensibilización y capacitación del personal desde su formación, para fortalecer la cultura del buen trato hacia la mujer embarazada. Además, habrá una coordinación sectorial e intersectorial para darle seguimiento a los casos de violencia obstétrica, al ser uno de los principales problemas de salud materna, afirmó Karla Berdichevsky Feldman, directora general del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR) de esta institución.
Subrayó que la atención a la salud materna y perinatal forma parte de la estrategia que contempla la atención pregestacional, del embarazo, puerperio, apoyo en la lactancia, anticoncepción post evento obstétrico y planificación familiar.
Al participar en el simposio “Salud Sexual y Reproductiva”, organizado por la Academia Nacional de Medicina (ANM) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la especialista detalló que este enfoque integral habilita un marco de acción que garantiza una atención segura, de calidad, respetuosa y sin discriminación, orientada a prevenir la morbilidad y mortalidad materna y perinatal.
Ante la presidenta de la ANM, Teresita Corona Vázquez, y profesionales médicos del Sector Salud, Berdichevsky Feldman explicó que se analizaron las áreas de oportunidad en este campo para atender de forma efectiva los rezagos, principalmente lo referente a calidad de atención.
Indicó que las cifras de mortalidad materna para ciertos grupos poblacionales revelan inequidades en el acceso a los servicios de salud, deficiencias en calidad de la atención e infraestructura, así como en la capacidad de respuesta del personal de salud.
La cifra nacional promedio de mortalidad materna es de 30 por cada mil nacidos vivos, pero en mujeres indígenas este número es mayor, como resultado de factores sociales que determinan la inequidad, entre ellos: escolaridad, ocupación, lugar de residencia o derechohabiencia.
Mencionó que, en el periodo de 1990 a la fecha, si bien se logró la meta de atención de partos por personal calificado en 98 por ciento de los nacimientos, no se obtuvo una reducción de la razón de muerte materna.
“Esto pudo deberse a la falta de respaldo de las formas de organización de los recursos, por la saturación de los servicios, que se refleja a en la sobremedicalización de la atención que se observa a través de los nacimientos atendidos por cesárea, a insuficiencia de recursos o demora en la atención”, comentó.
La directora general de CNEGSR subrayó que es apremiante atender las demoras en la búsqueda y acceso a la atención, sobre todo en la población indígena, la cual todavía enfrenta grandes barreras para acceder a servicios con personal calificado, principalmente cuando hay una emergencia obstétrica.
Finalmente, dijo, se debe trabajar en cuidados pregestacionales y diagnóstico de las enfermedades crónico degenerativas, a fin de ofrecer a las mujeres una estrategia de embarazo planeado y programado para evitar poner en riesgo su vida y la de su bebé.
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