Por: Redacción/
En México, la apicultura es una de las actividades pecuarias de mayor relevancia. Se estima que anualmente la producción de miel supera las 58 mil toneladas y que el aprovechamiento integral de los productos de la colmena deriva en un notable impacto económico para el país.
Uno de los productos con mayor posicionamiento es el propóleos, que entre sus componentes cuenta con más de 300 fenoles y flavonoides, a los cuales se atribuyen propiedades antimicrobianas, cicatrizantes, antioxidantes y antiinflamatorias, entre otras, que lo convierten en un importante elemento terapéutico.
Con el objetivo de establecer estándares de calidad para esa resina apícola, un grupo de académicos de las facultades de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán e Iztacala de la UNAM, así como de la Universidad Autónoma de Campeche, liderados por Tonatiuh Cruz Sánchez, impulsó la Norma Oficial Mexicana para la Producción y Especificaciones de Propóleos, recientemente aprobada por la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER) y publicada en el Diario Oficial de la Federación (9 de octubre de 2017) bajo el registro NOM-003-SAG/GAN-2016.
Esta propuesta surgió a raíz de la falta de regulación de este producto que es comercializado principalmente en tiendas naturistas. En su tesis de maestría, la docente de la FES Cuautitlán, Betsabé Rodríguez Pérez, expuso el establecimiento de pruebas de control de calidad que deben cumplir los propóleos mexicanos para su uso en la salud humana y animal, lineamientos que sirvieron como fundamento para el proyecto de la norma oficial.
A partir de este trabajo y como un requisito estipulado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), meses atrás los investigadores inauguraron el Primer Laboratorio de Análisis de Propóleos, espacio donde ponen al servicio de apicultores estudios en los que se evalúa la calidad física y química del producto, con el fin de determinar su calidad.
La regulación comprende aspectos fundamentales como la instrucción sobre el proceso e instrumentos de recolección, especificaciones físicas, químicas y microbiológicas que debiera cumplir cada cosecha, y los métodos de prueba relacionados con el acondicionamiento de las muestras, la preparación de reactivos y otros estudios de laboratorio.
Debido a las propiedades biológicas y microbiológicas que otorgan numerosos beneficios a la salud animal y humana, así como en la inocuidad agroalimentaria, se espera que dicha estandarización impacte directamente en la producción de propóleos, brindando alternativas económicas relevantes al apicultor. Además, se pretende que se creen oportunidades en el mercado nacional e internacional.
Según datos de la SAGARPA, es posible que con la norma se permita al productor vender su producto a un precio similar al del mercado internacional, aproximado a los dos mil pesos por kilogramo, es decir, 300 por ciento arriba del precio actual: 500 pesos por kilogramo.
La creación de la NOM también fue impulsada por Guillermo Penieres Carrillo, Raúl García, Betsabé Rodríguez y Liborio Carrillo Miranda, de Cuautitlán, en colaboración con Margarita Canales Martínez, de la FES Iztacala, y Roberto Martínez, de la Universidad Autónoma de Campeche.
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